Las entrevistas de Ágora están llegando a su fin, nos quedan 4 preguntas más, las dos de hoy y las dos del jueves (que sé que son vacaciones, pero por eso mismo deberíais tener un poco más de tiempo para leer, ¿no?) :)
Pregunta 9
A cada una de nosotras el dolor de tripa y el enfado y la angustia y los nervios nos dan por cosas diferentes. ¿Cuándo sufres por trabajo y por tu empresa, por qué cosas sufres con más frecuencia?
Anna, Fácil y Sencillo
Cuando es tu propio negocio creo que llegas a sufrir por todo, cualquier pequeñez suele convertirse en drama. Suelo ser una persona muy organizada y siempre me gusta programar a principios de año las acciones y lanzamientos que verán la luz en ese periodo, y claro, ya sabemos cómo es esto de emprender, que muchas veces no llegas a todo o surgen cambios que no te permiten llevar a cabo lo que tenías programado. El no cumplir con los plazos o timmings me suele angustiar bastante.
Y creo que no hace falta decir que también suelo agobiarme por los temas financieros, legales, de gestión… Estos siempre están presentes, aunque intento llevarlos lo mejor que puedo y siempre con una actitud positiva.
Elena, Meisi
Je, je, es que no soy nada angustiosa, de verdad. Si algo me molesta mucho, como un email difícil de escribir, sí que me duele el estómago, pero se me quita.
¿Sabes qué pasa? Que no me tomo los problemas de trabajo como algo terrible. ¡Es que no es nada malo! Todo tiene remedio en este campo. ¿Y qué me puede pasar, que tenga que cerrar mi negocio? Pues tampoco es para tanto.
Erika, El Camino Rubí
Sufro mucho por el rigor. Mi trabajo es pionero, el enfoque desde donde lo desarrollo es innovador y esto supone mucha responsabilidad y muchos pies en la tierra. Me angustia perderme entre ideas abstractas y no generar conocimiento que dinamite creencias y permita que corra el aire por nuestros cuerpos/vidas. A veces tengo miedo de convertirme en una gurú, en una señora sentada en su trono que te diga cómo vivir tu cuerpo. Me asusta la idea de perderme entre las buenas palabras y las ideas.
Por otro lado, sufro por el dinero. Esto es así. El grueso de mi capital viene de mis campañas con lo que cada campaña, cada servicio nuevo, supone un tembleque de piernas. No tengo ingresos mensuales periódicos o los que tengo sirven únicamente para pagar los gastos básicos de autónomos (por ejemplo), con lo que me juego todo a un caballo. Y este caballo me inquieta pues detesto relacionarme con las mujeres de una manera meramente comercial. Por ello no aprieto nunca, ni las bombardeo con mis servicios de pago pese a que sea realmente el pan que me da de comer. Así que me esfuerzo profundamente en hacer toda una labor didáctica previa, para que mis servicios de pago sean reconocidos como valiosos, deseados y necesarios. Se trata de un fino equilibrio con el que he de jugar día a día y esto puede ser agotador. Ahora estoy trabajando para aligerar el peso que cae sobre las campañas, pues el proceso creativo se ha visto dañado, en no pocas ocasiones, por tener que poner toda mi intención y esfuerzo en generar capital. Investigo, genero conocimiento, diseño y facilito experiencias educativas. Esto significa que yo misma soy fuente, agua y cántaro, además de la mujer que lleva el cántaro con agua al mercado y la reparte entre la gente. Sufro infinito por no poder desarrollar todas las ideas que tengo apuntadas (tengo bocetos de investigación e ideas de innovación hasta 2018) ya que ponerme a crear significa no estar por la venta de servicios, y no estar por la venta de servicios, implica no generar ingresos y sin ingresos no puedo ponerme a investigar ni a crear. Es un círculo que me inquieta, esto es así. Ahora estoy pensando en alternativas para poder traer al mundo lo que bulle dentro de mí y vivir a gusto. Para mí en esto radica el éxito, en poder servir a las demás de la manera en la que yo me sienta plena y segura (por segura quiero decir con mis necesidades y deseos básicos cubiertos).
Laura, Laura Ribas
Arrastro el miedo a arruinarme otra vez. Pero eso es más un trauma que otra cosa. Una de mis preocupaciones o anhelos es hacer cosas útiles, que ayuden, buenas.
Me preocupa lo normal, acertar con las personas que contrato, esperar que a la gente le guste lo que hago, confiar en que el dinero que puedo invertir en X estrategias o campañas sea una buena inversión y no dinero tirado a la basura.
Cada etapa empresarial tiene sus preocupaciones. Al principio es conseguir facturar dinero y llegar a final de mes como sea, luego, cuando la empresa ya rueda más, es recuperar tu tiempo porque básicamente no tienes vida y finalmente es optimizar, estabilizar e innovar para no quedarte atrás.
Maïder, Maïder Tomasena
Creo que sufro por el miedo a quedarme sola porque me paso el día trabajando. En ese sentido soy consciente de que si mi imperio personal se viene abajo el resto también caerá por el mismo precipicio.
Y esto es algo que no puedo permitir que ocurra.
También sufro por el miedo a quedarme sin dinero. Creo que nunca había sido tan consciente de mi relación con el dinero hasta que monté mi negocio. Llevo desde los 15 años trabajando con una independencia económica muy grande y todo lo que hago siempre se ha visto muy influenciado por el dinero.
Monté un negocio sabiendo cuál era mi situación económica. Mis padres me animaron a montar algo porque ambos son emprendedores, pero me avisaron que económicamente no me iban a ayudar.
Vendí mi coche porque me quedaban tres meses para terminar de pagarlo y estaba ahogada con tantas facturas. Me quité de todos los caprichos para no tener casi gastos y poder empezar tranquila.
Sabía que tenía que trabajar duro para que funcionara y es lo único que he hecho en todos estos meses.
Marta, Fauna y Flora
¡Sufro por todo! Es que al final nuestros pequeños negocios son como nuestros hijitos, queremos que estén bien, que crezcan sanos y fuertes, que no se pongan enfermos, que nunca les falte de nada… Queremos protegerlos de todo y estamos dispuestos a darles lo mejor de nosotros mismos, así que es inevitable sufrir por ellos cuando alguna cosa no sale como querríamos. Yo, además, que soy una estresada de la vida, tengo una tendencia peligrosa a sufrir por cualquier cosa insignificante: si se retrasa una pieza, si hay algún problema con alguna partida de materiales o con la mensajería, si tengo correos sin contestar desde hace dos días… Por suerte tengo a Òscar, que es más sosegado, así que somos una especie de juego de contrapesos que mantienen siempre la balanza equilibrada. La verdad es que tener un compañero con el que compartir esos momentos es bastante liberador, te ayuda a ver las cosas con una perspectiva un poco más real.
Paula, Olivia Soaps
Me hace sufrir en estos momentos que la sociedad no valore la carga y peso que llevamos las mujeres, me hace sufrir la gente que no valora los esfuerzos que hay detrás de cada cosa, me hace sufrir la responsabilidad, que es consecuencia inevitable, pero hace sufrir. Y me hacen sufrir las altas expectativas. Eso me hace sufrir ahora.
Wendy, Bodas de Cuento
El estrés me afecta con nerviosismo, noches de insomnio y cosas así. Es un rollo, pero por algún sitio tiene que salir todo lo que te preocupa.
Pregunta 10
Cuando te agobias mucho y te dan ganas de dejarlo todo (que imagino que será, como a todas, relativamente a menudo), ¿con qué sueñas? ¿qué harías si pudieras ser 100% libre y monetariamente no tuvieras problemas?
Anna, Fácil y Sencillo
Para escaparme sueño con viajar y conocer mundo. Hay una frase, con la que estoy totalmente de acuerdo que dice “El mundo es un libro. Y todos aquellos que no viajan, leen sólo la primera página”. Y la primera parada asegurada sería volver a mi querida California y pasar una larga temporada allí.
Fue allí donde empezó todo, donde pasé 3 años maravillosos, donde decidí abrir un blog y donde descubrí el mundo handmade cuando aquí ni siquiera se conocía el significado de las siglas DIY.
Así que mi escape sería un largo viaje donde conocer culturas y nutrirme por dentro con primera parada en la costa oeste.
Elena, Meisi
Pues no me agobio ni tengo ganas de dejarlo. Pero sí, sueño con tener una casa en cada ciudad de mi capricho… Ay ¡qué bonito sería! Como vivo en un sitio tan pequeño, eso me atrae mucho. Y que mis hijos disfruten de esa variedad. No se me ocurre nada mejor.
Erika, El Camino Rubí
Mira, pienso mucho en esto. Casi cada fin de año me digo que dejaré El Camino Rubí para ponerme ya a “escribir de verdad”, como si mi trabajo no se basara en escritura auténtica… Luego, vuelvo a enamorarme de lo que hago y acepto que nunca dejaría de hacerlo, ni por todo el oro del mundo. Eso sí, si monetariamente tuviera todo cubierto, me dedicaría a investigar todos los temas que quiero y a leer y a viajar y conocer personas para entender lo que me inquieta. Pero vamos, que seguiría con mi proyecto, aunque éste sería más rico. Así lo siento yo, sin necesidades económicas podría ser más diverso y amplio y podría extenderse a otros colectivos.
En definitiva haría lo que hago ahora pero con menos angustia por lo económico. Trato de vivir como quiero aunque no tenga todo lo quisiera ahora mismo. Al final una se da cuenta de que el dinero, por ejemplo, no es el mayor problema (que sí, que es uno grande) pero el dinero se soluciona con dinero (esto siempre me lo ha dicho Alex, mi pareja, y yo siempre me he enfadado pues vengo de una familia muy humilde y trabajadora) pues otros problemas, como la salud o las relaciones, no tienen una solución tan clara. A veces creo que limitarme por mi economía es una excusa para no arriesgarme a vivir la vida como realmente deseo. Yo soy un animalillo nómada que busca aprender de la gente y entenderse. Esto puedo hacerlo desde ya y de hecho es lo que hago. Vida caracol, así viviría con miles de euros en mi cuenta y así es como voy a comenzar a vivir desde ya. Estoy de mudanza…
Laura, Laura Ribas
Pues la verdad es que adoro lo que hago. Pocas veces me agobio de mi trabajo (otra cosa es el agobio por el volumen de trabajo) pero considero que estoy haciendo el trabajo de mi vida y que soy una persona muy afortunada. Además, me siento muy libre actualmente con lo cual estoy haciendo lo que me pide el corazón. Soy tremendamente afortunada y a veces me encuentro dándole las gracias a la vida mientras camino por la calle aún sin terminar de creer todo lo que he construido con esos 9€ + 65€ de hosting.
También programo vacaciones en mi calendario anual para evitar quemarme. Y aunque suene snob, si no salgo del país no desconecto. Necesito ir a sitios donde mi móvil no tenga internet.
También me recarga mucho conectar con las personas que más quiero o ir a la montaña y pasear por el bosque. Ahora te reirás pero hace un tiempo descubrí que me encanta abrazar árboles. Su energía me ancla y me ayuda a relativizarlo todo. Porque no puedes hacer crecer tu empresa de una forma sostenible si no tienes la cabeza bien amueblada. ¿Me explico? Necesitas sentir que tu barco está bien fondeado para hacer frente al vendaval.
Maïder, Maïder Tomasena
Sueño con viajar más y no tener tantas responsabilidades. Creo que nos pasará a muchas personas que tenemos un negocio. En momentos de mucho agobio lo que me viene a la mente es pensar en cómo eran mis años con un trabajo por cuenta ajena.
Esa sensación de tener un sueldo al mes (con más o menos presión por el día a día) pero saliendo por la puerta sin preocupaciones.
El cambio de pensar ahora en “si no trabajas en estos 60 minutos, no facturas” es terrible. Sin embargo, también tengo que confesar que no cambiaría por nada en el mundo mi situación. Trabajo más, duermo menos pero nunca me he sentido tan llena personalmente y profesionalmente. Esta sensación es difícil de explicar.
Marta, Fauna y Flora
Sueño con una casa en la montaña, lejos de todo. Mi sueño de riqueza sería no tener preocupaciones económicas y tener tiempo libre. No sueño con grandes casas ni hoteles de lujo ni ropa de marca, mi visión del lujo es bastante más sencilla y tiene que ver sobre todo con ser rico en tiempo para vivir, que es justamente una de las pocas cosas que uno no puede comprar con dinero.
Paula, Olivia Soaps
Volver a leer sin horario debajo de la sábana. Viajar sin prisa. Dormir. Dar muchos besos a mi familia. Y sí, seguiría enganchada a las formulaciones, a los aromas, y a los inventos, es que eso ha estado toda la vida ahí, no me creo capaz de sacarlo, y me hace muy feliz.
Wendy, Bodas de Cuento
Pues si no hubiera límites de pasta y pudiese hacer lo que quisiera… ¡no sé qué haría! Ja, ja, ja, ¡soy una adicta al trabajo! Creo que compartiría más tiempo con mi familia, viajaría a tope, me dedicaría más tiempo a mí misma, invertiría tiempo en estudiar algo… Pero dudo mucho que me desvinculase por completo del trabajo, ¡ni de broma!
♥
Descarga ya la sección completa aquí abajo :)
Un abrazo,
Hola deb!!!!
Al final parece que somos seres humanos disconformes con lo que tenemos.
Si trabajamos por cuenta ajena, porque tenemos unos ingresos fijos y trabajamos para otros, si trabajamos para nosotros mismos porque no tenemos reloj ni calendario ni sueldo fijo.
Es un mal típico español, eso de quejarse por todo o mejor dicho de ponerle pegas a algo.
Me gustan las respuesta de Meisi, porque se nota que es una mujer con los pies anclados al suelo. ¿SSufrir para qué?? Efectivamente se trata de trabajo, de tu trabajo y si ello te genera sufrimiento no está bien. Tiene una mente práctica y es resolutiva. La verdad es que ya conocía a Meisi, pero hoy me ha conquistado del todo. Es la profesional que querría en mi vida y que querría contratar porque no te tiene miedo a nada y sabe como afrontar las situaciones.
Las entrevistas tienen el objetivo de conocer la personalidad del entrevistado. Y Meisi ha sido auténtica.
Me ha encantado!!!! Gracias por este espacio.
saludos!!!!
Es curioso que dos de las chicas que sueñan con viajar dicen poder trabajar desde cualquier parte del mundo sólo con una conexión a Internet. ¡Viajar no es tan caro!
Perdonad, pero cada loca con su tema… :P
La verdad que es de agradecer la sinceridad de todas contando abiertamente cuales son sus mayores miedos y sueños.
Es cierto que las mujeres tenemos cierta tendencia a sufrir por casi todo, y si eres una persona perfeccionista ni para qué decirte, pero mira, nada mejor para superar los miedos que ponerse en lo peor, cómo dice Meisi…. y si tengo que cerrar el chiringuito ¿qué? ¿qué es lo peor que me puede pasar? Una vez pasada la “catástrofe” encontraríamos una salida seguro.
En cuánto a los sueños, es difícil responder…tengo miles :D
Un beso a todas!
Me estoy haciendo muy fan de Meisi jajaja. No la conocía pero me gusta mucho su forma de ver las cosas, creo que en parte nos parecemos.
Se lo he comentado bastante a mi gente, tengo muchas ganas de que mi negocio funcione, pero si no lo hace tampoco es para dramatizar. Porque me quedo con lo bueno, con todas las cosas que estoy aprendiendo y la experiencia que me estoy llevando. Seguro que me servirá para cualquier otra cosa que haga, por cuenta propia o ajena.
El trabajo al final es eso, trabajo.
Hay otras cosas que, desgraciadamente, no tienen una solución o una alternativa tan evidente.
En cuanto a los sueños, yo podría acostumbrarme muy fácilmente a la vida contemplativa jajaja. A viajar en cualquier momento del año, hacer todo el deporte que quiera (que mi salud me permita), cocinar sin prisas… a vivir tranquila, básicamente.
Pues, sufro si no entran suficientes pedidos… pero me relajo y pienso: si no hay trabajo, hay tiempo, y saco la lista de pendientes y deseos que tengo y los resuelvo y desarrollo.
Y si no necesitara el dinero, me ocuparía de hacer esto mismo que hoy hago.
Cuando trabajaba de socia en la cafetería familiar, no me hacía falta más lana de la que entraba de salario, entonces con eso, cual mecenas, me patrociné mi capacitación, cursos, herramientas, etc. Así supe que era tal cual lo que ahora estoy haciendo que quería hacer.
La fórmula aquella de: trabajo cafetería + trabajo creativo artesanal no resultó viable, pues lo que sacrificaba era el tiempo de descanso y con ello mi salud se empezó a destruir. Por eso, la fórmula cambió, y ahora, tengo menos dinero, pero muchas más sensaciones de gratificación y de estar en eje, en el medio de mi propio mundo.
;)
Me gusta mucho las diferencias entre maneras de ver las cosas y a la vez los puntos en común que tenemos las personas que tenemos el sueño de emprender.Yo en mi caso supongo que tengo miedo a que no funcione y tenga que volver a hacer algo que no me gusta y no me hace feliz.Me encanta que casi todas digan que aunque tuviesen dinero para vivir desahogadamente y sin preocupaciones seguirian con lo que les gusta,precisamente por eso!!Yo en mi caso creo que tambien me dedicaria a viajar y me compraria una casita cerca de la playa desde la que poder tejer y diseñar mirando al mar,creo que no podría ser mas feliz!!
Hola Deb, no suelo escribir mucho porque, a pesar de tener intención de encontrar mi pasión y vivir de ella, por ahora paso poco tiempo en España -casi siempre casa itinerante y sin internet!! -y eso no me deja centrarme del todo -o tal vez cobre sentido mas adelante y aún no lo sé…
La cuestión es que te sigo desde hace tiempo – y he comprado “Mi Diario de invierno” y “Tu empresa handmade”- aunque de una manera intermitente, pero me gusta mucho como haces tu trabajo. Me agobio con no encontrar mi profesión a menudo y cada vez que leo alguno de tus mails o ultimos trabajos, me centra y me recarga. Este ultimo de Agora me ha encantado, sobre todo por la variedad de las respuestas, te hace ver que realmente hay lugar para una profesión que se adapta a ti, si sabes crearla. Gracias!
Susana