DebsApp.29 / Mi técnica de productividad máxima se llama renunciar
No se por qué, mucha gente cree que soy un ser superproductivo y megaeficiente. Quizás lo fui, hace unos años, cuando creía que lo único que importaba de mí misma era mi trabajo y los resultados que obtenía. Pero hace mucho que dejé de exigirme tales hazañas y en realidad mi vida es bastante como la de cualquiera: siento que no llego a todo, que no hago nada, que no aprovecho el tiempo, que tendría que hacer más y que todo el mundo hace más y mejor que yo.
¿Te suena de algo? Si es que sí, hoy tengo el mejor consejo que nadie va a darte para superar esta adicción a la hiperexigencia. No te va a gustar, no es nada cuqui ni lo vas a querer poner en una postal para verlo en el espejo cada mañana. De hecho, igual hasta te molesta.
Si lo pones en una palabra agradable, lo llamarás priorizar. Si no te importa ser cruda como yo, lo llamarás por su nombre: renunciar. Suena drástico, pero no lo es. Es la realidad.
Para que algo entre en el (poco, seguramente) tiempo que tienes disponible, algo tiene que salir.
Dale al play y saca la agenda.
¿Eres de las que sienten incomodidad con la palabra "renunciar"? ¿Te parece muy radical? ¿O la abrazas como lo que es, una oportunidad de poner orden en tus actividades y elegir a qué prefieres dedicar tu escaso tiempo libre?
Recuerda que DebsApp es un podcast inactivo en estos momentos, pero puedes buscarlo en todas las plataformas y escuchar todos los episodios desde allí al completo.
Un abrazo,
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