Cómo escribir un diario personal que te cambie la vida
La vida pasa rápido, mucho más de lo que a ti te gustaría. Te levantas con el piloto automático puesto y no paras en todo el día, siempre ocupada con el millón de cosas que “tienes que” hacer: el trabajo, la familia, los amigos, la casa…
Entre las prisas y el estrés, se asoma un pensamiento: ¿y yo qué?
Lo descartas rápidamente. No tienes tiempo para esas cosas. No tienes tiempo para detenerte a pensar cómo te sientes, si lo que haces es lo que quieres hacer, si estás avanzando en alguna dirección o solo dando vueltas sin sentido.
No tienes tiempo de pensar en ti.
¿Te suena?
Un día te plantas, reorganizas tu agenda y te regalas una tarde entera para ti, para estar contigo. Pero no sabes cómo hacerlo, no sabes cómo estar contigo misma, así que vuelves a hacer lo que sea que te haga olvidarte de ti y eso te frustra más todavía.
¿Y si te dijera que lo único que necesitas es papel, boli y estar dispuesta a ser honesta contigo misma?
— La escritura personal puede cambiarte la vida
Todas sabemos que necesitamos dedicarnos tiempo a nosotras mismas, pero cualquier cosa pasa por encima porque, en realidad, le tenemos miedo a estar solas. En cuanto estamos solas nos aburrimos, nos sentimos mal. Así que seguimos haciendo mil cosas en lugar de atrevernos a parar y hacer lo único que hemos venido a hacer en este mundo: estar con nosotras mismas y cuidarnos.
Lo que te propongo para que ese tiempo de estar contigo misma se convierta en un placer, para que no tengas miedo a aburrirte de tu propia compañía ni a descubrir cosas “terribles” sobre ti es que uses la escritura como aliada escribiendo un diario personal. Sí, como los de cuando éramos pequeñas. Un diario personal de los de toda la vida.
La escritura personal puede ser tu mejor amiga, tu oráculo privado y tu terapeuta de por vida, una forma de sanar eso que quedó enquistado en tu pasado, vivir el presente conscientemente y ser capaz de crear un futuro a tu medida.
Cualquiera puede llevarla a cabo y cualquiera puede beneficiarse de sus ventajas: no necesitas a nadie que te guíe, no tienes que comprar materiales caros, no hace falta ningún entorno especial. Nada más que tú y tu libreta.
— Los beneficios de escribir un diario personal
Yo llevo escribiendo desde que era muy pequeña, y la escritura siempre ha sido para mí una herramienta muy valiosa. Mi primer diario cayó en mis manos cuando tenía ocho años y, aunque no tenía mucho que contar, me animé a probar. Desde ese momento, y con sus épocas de más y de menos, escribir siempre ha sido una constante en mi vida.
Para mí tiene un millón de cualidades, porque me ha ayudado en muchísimas situaciones y momentos. Pero si tuviera que resumirlas, te diría que hay tres razones fundamentales para lanzarte a ella.
— Te ayudará a aceptarte a ti misma, tal como eres
Si tuviéramos que pensar en qué es lo que más libres y felices nos haría a todas, probablemente acabaríamos llegando al deseo de ser no solo vistas sino también aceptadas por ser quienes somos. Aunque, por supuesto, esto no es algo que debamos buscar en los demás, sino que nosotras tendríamos que ser las primeras en querer vernos y tener el valor de aceptarnos tal y como somos.
En realidad, verte y aceptarte es probablemente el acto de amor propio más radical que puedas hacer por ti misma, y escribir te ayuda a lograrlo (no de un día para otro, por supuesto, sino poco a poco).
Escribir te hace poner la mirada en ti, y poniendo la mirada en ti, puedes ir descubriendo todas esas capas, experiencias, realidades, comportamientos y sensaciones que quizás no hayan sido (en el pasado) o estén siendo (en el presente) todo lo maravillosas que te gustaría. Al ponerles atención, parece que crecen, pero si la mirada es amorosa y comprensiva —la mirada de una buena amiga— en vez de crítica, en realidad se suavizan progresivamente.
De este modo, tú te conviertes en tu mejor amiga a través de la escritura, y tienes a alguien —a la tú que está al otro lado de tu diario— para poder llorar en su hombro, gritarle cuando estás enfadada o decirle lo contenta que estás hoy por un detalle que frente a otra persona quizás te resultaría vergonzoso. Puedes compartir con ella aquello que te hace vibrar o eso que tanto te asusta ahora mismo.
Tu diario será tu mejor amiga. Tú serás en tu mejor amiga.
— Despertarás tu creatividad
Cuando hablo de creatividad, me refiero a algo que va más allá de hacer una manualidad, de llevar a cabo un proyecto artístico o de pensar en algo innovador Me refiero, en realidad, a ser capaz de trasladar lo que tienes dentro al exterior.
En eso consiste una vida creativa, y una de las maneras más sencillas de hacerlo es escribiendo un diario. No solo porque escribir es esencialmente un acto creativo, o porque puedas dedicarte a decorar tu diario como te plazca (que también es muy lícito si te surge y te motiva) sino porque escribir es —o puede ser, si lo deseas— un canal directo del inconsciente al consciente, un modo de descubrir no solo lo que tienes dentro sino lo que se manifiesta fuera.
El proceso de escritura íntima es profundamente terapéutico, pues la simple observación y el reflejo de lo que es en ti (te guste más o menos, seas más o menos consciente de ello) sirve para sanar todo lo que necesita ser tratado. No en vano la escritura suele ser el complemento perfecto de cualquier proceso de terapia convencional y así lo recomiendan los profesionales.
Pero además de ser terapéutico, es un anclaje poderoso para el momento presente. Escribir es estar aquí, ahora, y fluir con lo que es en ti aquí y ahora.
— Te resultará más fácil tomar decisiones y conducir tu vida
La escritura también sirve para proyectarte al futuro. Al ayudarte a conectar con tu realidad interna y externa y con tus verdaderos anhelos, te aporta claridad para entender hacia dónde quieres ir y hacia dónde no a continuación. Y la claridad, en un mundo como el que vivimos, donde todo pasa rápido, hay mil caminos posibles y millones de estímulos diarios, es algo, por desgracia, cada vez menos habitual.
Con esa claridad puedes tomar decisiones y ganar en confianza, pues podrás navegar siempre con la certeza de hacerlo siguiendo tu propia brújula, que estará bien calibrada gracias a esa conexión poderosa que se crea en tus momentos de escritura personal.
Al acercarte a ti, te conectas. Al conectarte, confías. Al confiar, decides sin miedo.
Este es el poder de la escritura como oráculo personal.
— Cómo empezar a escribir un diario personal
Es posible que, aunque escribir un diario personal te haya llamado la atención, no te hayas lanzado a ello porque no tienes claro cómo empezar.
Tener miedo a la hoja en blanco es algo que le sucede a casi todo el mundo. Para superarlo va muy bien tener algún tipo de guía, unas pautas que te den pie a empezar tus textos. De esta forma es más probable que las palabras comiencen a fluir fácilmente.
Anotar todo aquello que te venga a la cabeza en forma de escritura automática, hacer listas, explorar alguna emoción, pensamiento, idea o recuerdo concreto, trazar un mapa mental para darte cuenta de cómo se conectan entre sí ideas, emociones o situaciones, incluso dibujar o hacer un collage con figuras, frases o colores que te ayuden a expresar aquello que sientes son algunas de las cosas que puedes probar para romper el hielo y empezar tu diario.
Pero la propuesta más sencilla (y para mí, la más efectiva) es responder a una sola pregunta. Puedes ponerte un tiempo determinado, por ejemplo, tres minutos, y comprometerte a escribir todo lo que se te ocurra en respuesta a esa pregunta, sin parar, hasta que se agote el tiempo.
Fíjate, por ejemplo, en esta lista y escoge algún tema sobre el que te apetezca escribir o piensa uno que te apetezca a ti:
- ¿Qué es lo que más te gusta hacer y cómo te hace sentir?
- ¿Hay algo que tienes ganas de hacer desde hace tiempo y no has hecho?
- ¿Quién es tu persona favorita y por qué?
- ¿A qué lugar del mundo viajarías ahora mismo si pudieras y qué es lo que te atrae tanto de él, o qué te imaginas haciendo allí?
- ¿Cuál ha sido la última película o serie que te ha impactado y por qué?
¿Verdad que con algunas pautas ya no se te hace tan cuesta arriba? A veces solo necesitamos eso: una pregunta, un tema o una frase. Algo que nos haga perderle el miedo a esa página en blanco. Un punto de partida.
Pero seguro que, además de cómo empezar a escribir tu diario personal, debes tener otras muchas dudas y preguntas rondándote por la cabeza, ¿verdad? Voy a intentar responderte algunas de ellas a continuación.
— ¿Es mejor que escribas tu diario personal a mano o en el ordenador?
Resulta que se ha demostrado que, al escribir a mano, las sinapsis en tu cerebro son diferentes de las que se dan cuando escribimos a máquina. Vamos, que la conexión que se produce con la parte emocional del cerebro es mucho mayor.
Además, escribiendo a mano se incrementa la concentración: te distraerás menos y mantendrás más el foco en lo que estás haciendo, pensando y sintiendo.
En realidad, la escritura a mano genera en tu interior unos resultados o sensaciones similares a los de la meditación. Te ayuda a detenerte, a olvidarte del exterior por un rato.
Así que, con la información en la mano, la escritura manual sería la opción más adecuada para tu diario: la maraña de hilos enredados de tu mente se merece que los deshagas uno a uno y con cariño, sin prisa y bien conectada.
Sin embargo, aquí lo realmente importante es escribir, así que si por algún motivo la idea de escribir a mano va a ponerte más difícil que escribas, hazlo donde quieras y como quieras. Funcionará perfectamente igual.
— ¿Qué pasa si escribes mal, te equivocas o tienes mala letra?
Otra cosa que resulta sanadora para mí de la escritura personal es que no tengo que hacerlo “bien”. En un momento en el que parece que todo tenga que ser público para ser considerado válido, la escritura personal reivindica el placer y la satisfacción de lo privado. Mis escritos íntimos pueden estar mal construidos, tachados, desordenados… Puedo divagar, escribir palabras sueltas, saltar de una frase a otra y explorar lo que necesite cuando lo necesite. No intento ser escritora ni que salga perfecto. Intento ser yo misma, únicamente eso.
Escribir un diario no tiene nada que ver con tener una letra divina ni usar rotuladores de colores o hacer dibujitos preciosos (no es bullet journaling, nadie va a juzgar tus páginas ni las tienes que subir a Instagram). De hecho, nada de eso hace falta y hasta es contraproducente: tu diario puede ser un espacio sucio, feo, tachado, manchado y arrugado.
Se trata de estar en contacto contigo, con total libertad y sin filtros. Con lo que salga. ¿Recuerdas, como hemos dicho antes, la importancia de aceptarte a ti misma? Eso incluye aceptar también lo que no te agrada o hacer lo que no te has atrevido a hacer nunca.
— ¿Y si te aterroriza que otras personas pueden leer lo que escribes en tu diario?
El miedo es un indicador, una señal de advertencia que nos marca el punto donde hay algo que trabajar. Como la X en el mapa del tesoro. Así que si el miedo a la posibilidad de que alguien lea lo que has escrito es el que te está frenando a la hora de comenzar tu diario, enhorabuena: es una información muy valiosa para ti. Vamos a ver si podemos poner un poco más de luz y averiguar de dónde sale y para qué.
En principio es poco probable que alguien se dedique a rebuscar en tus cosas para intentar leer tu diario personal (si tienes a alguien en mente que podría hacer eso, reflexiona sobre el tipo de relación que tenéis y si habría alguna manera de ponerle más límites). De todos modos, plantéate qué pasaría si sucediera. ¿Qué es lo que te asusta que descubran sobre ti? ¿No quieres que sepan cómo eres de verdad? ¿Tan malo sería eso?
Quizás este miedo no tiene que ver con ellos, sino contigo: ¿es posible que en realidad lo que te asusta es verte a ti misma? De este modo, volvemos a la necesidad última: que nos vean y que nos acepten es necesario, pero más lo es vernos y aceptarnos a nosotras mismas.
Así que si esto te preocupa, intenta empezar por ti. ¿Cómo? Escribiendo, por supuesto. Es la vía más directa al contacto contigo misma.
— ¿Es posible obtener todos los beneficios de escribir un diario personal si solo lo haces de vez en cuando? ¿Es suficiente?
En mi opinión, sí, es suficiente. La escritura siempre te devuelve algo.
Cualquier minuto que dediques a escribir lo que llevas dentro tiene el potencial de arrojar luz sobre ello. Incluso un simple registro de lo que has hecho durante el día puede darte información muy valiosa que, por supuesto, puede ayudarte en tu crecimiento personal.
Crear un hábito y reservarte un ratito al día o a la semana para escribir puede ser muy positivo pero, sin embargo, no es, ni mucho menos, imprescindible ni especialmente importante; y desde luego no es la condición para obtener o no los beneficios que la escritura personal te brinda.
Escribe cuando te apetezca, cuando sientas que hacerlo puede ayudarte a sentirte mejor en ese preciso instante. No lo hagas por obligación, porque “toca” o porque ese es el rato destinado para ello. Y si haciéndolo así, cuando el cuerpo te lo pide, terminas escribiendo tan solo una vez cada medio año, está bien, es suficiente y así es como es para ti. No es necesario añadir una exigencia más a tu lista de tareas.
— ¿Tienes que releer lo que has escrito en tu diario personal o es preferible dejarlo guardado para siempre?
Puedes escribir y cerrar tu cuaderno al terminar, olvidándote de lo que has escrito, y obtendrás igualmente la mayoría de los beneficios de mantener un diario personal, siempre que hayas podido expresarte con total libertad y hayas sido capaz de volcar sin censura tus pensamientos y sensaciones.
Pero si quieres profundizar en el cambio y la transformación que ese diario puede brindarte, si quieres aprovechar toda la capacidad de autoconocimiento e incluso de sanación que tiene la escritura íntima, detente de vez en cuando a observar lo que escribes.
Si al potencial que ya de por sí tiene el hecho de escribir le añades un poquito más de dedicación y cariño, si decides ir un pasito más allá en eso que has escrito, el poder de transformación de la escritura se multiplica.
Y si no sabes exactamente cómo hacerlo te propongo que hagas La Llave, un ejercicio que te aportará unas técnicas sencillas de observación y de análisis para que puedas explorar bajo la superficie del texto y descubrir todo lo que se esconde bajo esas palabras que tú misma has escrito.
— Un ejercicio de escritura que te sorprenderá: descubre La Llave
Quítale el polvo a tu viejo diario con candadito, aprovecha una de esas libretas que hace tiempo que tienes por casa o estrena un nuevo y reluciente cuaderno. No importa dónde escribas, lo importante es que empieces, que le hagas un espacio a la escritura personal en tu vida. Que te hagas un espacio en tu vida.
Porque no necesitas nada que no tengas ya, porque bastan cinco minutos y porque no hay manera de hacerlo mal. Todo lo que escribas es válido y te servirá para acompañarte, descubrirte, aceptarte, calmarte, motivarte, despertar tu creatividad, organizar tus ideas, tomar mejores decisiones... La lista de ventajas es infinita.
Te propongo un ejercicio que actuará como detonante para lanzarte a esta aventura hacia tu interior, a partir de una sola pregunta y dedicándole tan solo tres minutos.
Este ejercicio se llama la Llave y te mostrará la magia de la escritura personal de una forma simple pero valiosa.
Con el método de La Llave, en tan solo 6 pasos podrás desbloquear esa barrera que te está impidiendo empezar a escribir lo que llevas dentro. Empezar a leerte. Empezar a verte. Empezar a escucharte. Empezar a hablarte con franqueza. Dejar de dar rodeos, dejar de ocultarte cosas, dejar de huir de ti misma.
Un ejercicio en el que te guiaré punto por punto, para que el miedo a la página en blanco no te venza, para que tus ganas de estar contigo y cuidarte pasen por encima de cualquier excusa desde este momento y de ahora en adelante.
Un abrazo,
Envío los Apuntes, en privado, una vez al mes.
Si quieres recibirlos, deja tu correo (y si no, tan amigas).