Si tienes un negocio, vendas lo que vendas y ofrezcas lo que ofrezcas, tienes que saber que lo que ven los demás en él no es lo mismo que ves tú. No lo juzgan igual que tú. No te juzgan igual que tú misma. Te juzgan y lo juzgan según se juzgan a ellos mismos. De hecho, tú y tu negocio no le importáis absolutamente nada a nadie. Lo único que importa para que te compren y quieran seguirte y hacer tratos contigo es cómo se sienten ellos al contactar contigo y con tu negocio.
DEBSLETTER del
46 comentarios