Hace unos días me hicieron una entrevista. Este año me he propuesto vencer mis asuntos con el vídeo y el hablar en público y esas cosas que me dan tantísimo apuro. Así que me hicieron una entrevista. De hecho, dos. Una el miércoles y la otra el jueves. Y a la vez estuve grabando los vídeos para la nueva edición de El Ideatorio, que podrás ver a partir del martes que viene (ya te avisaré si estás suscrita a la newsletter).
Las dos entrevistas eran en el formato este que es tan popular ahora: una hora completa de entrevista en “directo”, o sea, sin cortes. Eso significa que el entrevistador te hace unas preguntas y básicamente tú te dedicas a hablar durante una hora. Sin guion. A pelo.
Si ya me cuesta hablar en público o grabar vídeos cuando tengo un guion perfectamente preparado y aprendido podrás imaginarte el desasosiego que me da cuando sumamos vídeo y no guion. Pero me dije a mí misma que algún día sería el día de decir que sí a algunas de estas entrevistas y finalmente dije que sí. Y las hice.
Y no fue tan horrible.
…
Es decir, tengo pánico a verme cuando las publiquen porque estoy segura de que me centraré en detectar todos los defectos (“¡menudo peinado que te hiciste!”, “¿puedes parar de decir aaaahhhhm y uuuhhm y de mover las manos como un muñeco?”, “¡pedazo de tontería que has soltado por la boca!”, “¿es necesario poner esa cara?”), pero a la vez, sé que el defecto principal era no atreverme a hacerlo. Y ese ya lo he superado. Ya dije que sí. Ya me presenté el día acordado a la hora acordada. Ya hablé durante una —¡dos!— horas.
Y me lo pasé hasta bien.
Y me sentí fuerte y valiente cuando terminé.
Más allá del resultado, más allá de que cuando lo vea me odie, más allá de que me cueste aceptar quien soy y cómo soy. Lo hice. Dos veces.
…
También grabé vídeos para Oye Deb. Y no monté dramas como las últimas veces. Me di cuenta, además, de que cada vez tengo mejor dicción y me atropello menos con las palabras. El último día logré hacerlo en una sola toma, lo que es una mejora abismal respecto a anteriores ocasiones en que tenía que repetir una y otra vez y me agotaba y me quedaba afónica y me enfadaba conmigo misma durante días.
Cuando veo a Arieh editando esos vídeos y me veo en la pantalla, me dan escalofríos. No me gusta mirar. Me da vergüenza verme y me da vergüenza pensar que esa persona, que tiene ese aspecto y se expresa de esa forma, soy yo.
…
El problema son las expectativas. Yo querría ser hermosísima, hablar fantásticamente, que cada cosa que saliera por mi boca fuera inteligentísima, que nadie pudiera encontrarme ningún fallo… en fin, un montón de cosas que luego colisionan con la realidad, mucho más modesta. Pero no significa que no pueda mejorarlas, si de verdad quisiera mejorarlas. Podría practicar más, podría ir a clases de oratoria, podría hacer un montón de cosas para sentirme más cómoda.
Pero, ¿qué problema habría con aceptar quién soy y punto? Y ¿qué problema habría con hacer todas estas cosas sin poner sobre mis hombros el peso de la dolorosa expectativa? Y que salga como tenga que salir, y ya irá mejorándose poco a poco. O no. O será siempre así y también estará bien.
…
El fin de semana estuve con una buena amiga y comentábamos precisamente esto, la vergüenza que nos dan un montón de cosas. Ella llegó a decir “es que tengo vergüenza hasta de existir”. Y me di cuenta de que esa era un poco la sensación de fondo. Vamos por la vida pidiendo perdón por estar aquí y ser tan imperfectas. Detectando todos nuestros fallos, ampliándolos con una lupa de cien mil aumentos y señalándolos con un puntero láser que nos deja ciegas.
Los árboles no nos dejan ver el bosque. Y el bosque es hermoso. El bosque es, en realidad, lo que están viendo los demás al mirarnos. Yo a mi amiga la veo hermosa y perfecta en su imperfección, y estoy segura de que ella a mí también.
En cambio no nos vemos hermosas ni perfectas a nosotras mismas. No nos queremos por ser como somos. Nos queremos diferentes. Nos queremos mejoradas. Nos queremos perfectas. Con todo el peso de la palabra: no aceptamos ningún fallo. No pueden haber fallos. No pueden verse. Los fallos traen vergüenza y hay que esconderlos.
No creo que haya trampa mayor en nuestra relación con nosotras mismas. No saber verte tal y como eres, sin hundirte o sin vanagloriarte, porque tanto lo uno como lo otro te alejan de la realidad.
Así eres tú, ¿no puedes sostenerlo?
Un abrazo,
No puedo estar más de acuerdo contigo. Yo nunca he sido una persona extremadamente vergonzosa -casi lo contrario- pero me di cuenta en una temprana -e insegura- etapa de mi vida que daba demasiada importancia a los juicios de valor que hacía la gente de mi alrededor, y eso me limitaba a ser cómo yo era. ¿Por qué hay gente que tiene la imperiosa necesidad de darte opiniones gratuitas, que no aportan? Casi que la respuesta a todo es aceptarse, conocerse y quererse y no es tan fácil decirlo como hacerlo, pero yo estoy en ello también… poniéndome pruebas y ejercicios para exponerme más y que no me afecte nada de nada, porque no ofende el que quiere ofende, my darling, si no el que puede! Un abrazo amiga,
Ésta semana a mí me has dado en el clavo, estoy en el mismo barco que tú, superando el pánico a ponerme delante de una cámara. Llevo un año detrás de conseguirlo y por fin la semana pasada lo hice. Me lié la manta a la cabeza y me dije, si otras pueden, yo también. Y pude. Dentro de un tiempo (cuando haya mejorado) me avergonzaré del churro que hice, pero estaré orgullosa al pensar que ¡Por fin lo hice!
Un beso.
Como siempre, escribes lo que necesito leer :) Ayer estuve haciendo una sesión de foto para mi web y estuve estresada días antes. Y ahora que ya pasó, me siento casi peor, porque es lo que dices: hay que verse tal como nos ven los demás. Para estas cosas, encuentro igual de difícil recibir criticas negativas que amor.
Igualmente, creo que es importante permitirnos hacer este tipo de cosas, sean videos, charlas o fotos… para sentir todas esas emociones y existir con ellas. Un abrazo!
A mi también me cuesta recibir lo positivo tanto como lo negativo, como dice Noémi.
Gracias Deb por el artículo, aix esos miedos y esas verguenzas… A mi me cuesta especialmente que se me conozca “a distancia”, online (quizá porque temo ser malinterpretada?) aunque en persona en general siempre me siento en mi elemento. En fin, cositas a trabajar… Abrazos
“…para sentir todas esas emociones y existir con ellas” No puedo estar más de acuerdo Noémie. Por cierto, me encanta tu web, me la apunto para feedly :-)
Siempre te leo y creo que ésta es la primera vez que te dejo comentario… Y es que siempre pienso que no tengo nada importante que decir. Por aquello de las vergüenzas. Pero hoy, con este post no podía dejarlo pasar.
Gracias, porque ese tipo de confesiones nos hacen mas fuertes a todas. Es cuando te das cuenta de que no hay dos grupos: las personas que son estupendas y todo les sale sin esfuerzo porque lo valen y las que todo les cuesta un montón y mejor que se queden en su escondrijo.
Es cuando te das cuenta de que en realidad hay dos tipos: las que esfuerzan y se atreven con sus miedos e inseguridades y las que no se atreven y confirman su creencia de que no pueden.
Gracias guapa! Estoy deseando ver esas entrevistas. Un abrazo
Hola Deb!
Justo la semana pasada hablé de todo este tema de las expectativas y la vergüenza en mi blog! (Ahora que lo pienso, creo que te mandé el vídeo! Jeje). Yo ahora estoy centrándome en vigilar las expectativas sobre mí misma a todos los niveles, porque me doy cuenta de que si no las controlo puedo llegar a exigirme demasiado y a no estar contenta con mis logros, porque siempre creeré que están por debajo de lo que espero de mí misma… Creo que esto es algo que siempre tendremos que estar trabajando, porque las expectativas nos comen, ya que si no nos las ponemos nosotras mismas ya se ocupará alguien de endosarnos las suyas…
Oye, grabar un vídeo en una toma está genial. Eso ya es nivelazo :) Qué ganas de ver esas entrevistas!
Un abrazo.
Irene
Vaya temazo el de la vergüenza Deb… Me alegro de que lo vayas superando. Yo, en mi caso, voy al revés, conforme van pasando los años, más vergüenza tengo y menos me lanzo cuando se trata de mostrarme… Y es que hay personas que tienen la lengua bífida, y entre nuestro afán de perfección y ese “ver la paja en el ojo ajeno” de algun@s… Aquí andamos metidos en la madriguera…
A mí me gusta verme como un trabajo en curso, lo cual elimina en gran parte el problema de las expectativas que comentas y que como tú opino que está en la base de todo. Ahora me veo hablando en un vídeo, por ejemplo, y creo que podría hacerlo mucho mejor. Pero eso no me frena sino que asumo que llevará tiempo mejorar y que ahora soy así, que no está mal, pero podría mejorar. La clave es aceptarse como se es, pero no por ello dejar de hacer introspección sobre uno mismo y ser crítico, pues ambas cosas ayudan a crecer.
Y cuando estás ahí saliendo de tu vergüenza, con dos ovarios, porque lo tienes que hacer o tus hijos no comen, intentando valorarte en justa medida, hacer un buen trabajo que sirva a otros, con humildad pero sin negar ni esconder lo que has conseguido, viene alguien y te dice que eres una egocéntrica, que no eres tan buena, que quién te has creído que eres y que no has inventado nada.
Qué difícil se me hace ser inmune a la gente envidiosa y malintencionada :(
Pero bueno, poquet a poquet.
Hola Sylvia, cierto que es muy dificil ser inmune a opiniones de los demás, muy difícil!! pero se trata de eso mismo, se trata de que a pesar de todo, tu crees en ti y eso te hace fuerte.
es imposible gustarle a todo el mundo, y es imposible que a ti te guste todo el mundo. como dice Deb, eres tu, y eres maravillosamente imperfecta!
Pues eso, a seguir creyendo en ti cada minuto del dia!!
P.D. yo también lo intento!!!!!!!!
Estoy deseando ver esas entrevistas y los nuevos vídeos del Ideatorio, Deb!! Ya nos avisarás.
Y que sepas que yo te encuentro fantástica, sin peros… ¿Te has parado a pensar cómo serías si tú también te lo creyeras? jajaja
Un abrazo enorme
Hola Deb, me encante leerte, cuando lo hago, pienso, cómo consigue esta chica captarme tanto que me quedo hipnotizada pensando?…y lo tengo claro, tus palabras son sinceras y salen de tu alma, eres tu en pura esencia, y sea cual sea el formato que utilices para llegar a la gente como nosotras va a salir perfecto, y más si no te dejan preparartelo, porque al ego no le da tiempo a pensar, seguro que tu entrevista está hecha con el corazón. Y en eso estoy yo, buscando mi conexión interior, e intentando poder admirarme a mi misma tanto como suelo admirar a los demás, que no es malo, siempre y cuando no me rebaje al hacerlo, cosa que suele pasar. Gracias amor, por todo lo que aportas.
Buff tan cierto y tan doloroso “tengo vergüenza hasta de existir” ¿por qué cuesta tanto vencer las ansias de perfección? ¿Por qué están tan hundidas en mi? Como dice Gemma seguiré caminando, sometiéndome a pruebas como dejar comentarios sin juzgarme tanto ;)
Un abrazo y feliz día
Maldita vergüenza! Yo con casi 45 años (ya en abril :( ) todavía me sigo poniendo como un tomate por cualquier nimiedad en la que yo piense que he metido la pata.
Odio esta sensación porque me molesta tener esta barrera que hace que continuamente quiera cumplir las espectativas del que está enfrente. Eso hace que no pueda disfrutar de lo que YO quiero o hago en cada momento.
Cuando estoy sola bailando (llevo años aprendiendo danza oriental que creo que es lo que más me gusta en el mundo mundial) soy una auténtica odalisca, jjjjjjjj, pero soy incapaz de soltarme incluso delante de mis compañeras que básicamente están haciendo lo mismo que yo…. siempre el dichoso miedo al ridículo o al no ser perfecta.
Y como esto cientos de cosas más.
Y lo que es tan sencillo de analizar y asumir con la cabeza sigue siendo un obstáculo que nace de mis entrañas más recónditas y me dice “o perfecta o nada”.
Gracias Deb por hacer esta reflexión, poco a poco y entre todas podremos ir mejorando en este y otros aspectos.
Ay, dios… Que yo me enfrento a las cámaras el domingo en un evento que para más inri he convocado yo, haciendo de Eva Hache presentando a unos amigos que van a hacer monólogos y se supone que nos van a grabar. Ya me las apañaré yo para romper las cámaras o estropear lo micros o algo (no a propósito, claro), ya te lo contaré.
Como suelen decir “siempre se ve más verde el césped del vecino”. Y yo soy súper basta hablando y hago mil gestos y no estoy precisamente en mi peso y tengo 47 tacos ya y… Me podría pasar poniendo peros hasta el infinito. De hecho, podría poner una empresa online http://www.poneperos.com y rellenar contenidos a lo salvaje. Anyway, allá que voy. Y que sea lo que el humor quiera. Siempre las habrá más guapas, más jóvenes, con más gracia y con más tó. Pero ahora que lo escribo, como yo no hay otra. Y mis defectos y locuras forman parte de esa irrepetibilidad.
Gracias por todo lo que nos compartes. Muacks.
Mucha suerte Mariluz!
Disfrútalo mucho, que es el enemigo mortal del miedo :-)
Hola Deb, te sigo desde hace bastante tiempo y creo que es la primera vez que comento en tu blog, pero con el tema de hoy, has dado en mi diana.
Quiero felicitarte porque me parece de una gran generosidad por tu parte compartir artículos como este y contar en voz alta tantas cosas que, por lo general, no nos atrevemos a decir o hacer por vergüenza. También por el dar el paso, exponerte y ser valiente para seguir caminando para avanzar y mejorar.
Quizá nunca dejemos atrás estos “peros” que siempre interponemos ante ciertas situaciones, sin embargo, lo mejor siempre pasa fuera de nuestra zona de confort que tanta seguridad nos proporciona y al mismo tiempo nos limita.
Si pudiéramos vernos con los ojos que nos ven los demás, seguramente los miedos se disiparían más rápidamente y creer en nosotras sería mucho más fácil.
Muchas granas de ver las entrevistas.
Un abrazo :)
Hola Deb, me he sentido muy identificada con tu post. De hecho, el tema de gestionar los miedo, inseguridades, expectativas, vergüenzas ante los demás, ya sea hablando en público en vivo o a través de un vídeo, es algo que me acompaña desde que empecé periodismo. A mi lo que siempre me ha gustado es estar tras las cámaras, pero también he tenido que salir a dar la cara y no lo he pasado precisamente bien. Sobre todo el después, el verme en pantalla, que otros me vieran, y preguntarme ¿quién es ella? La verdad es que cuesta reconocerse, ves más a un impostor y te haces pequeña y quieres ser invisible. Pero bien, todo es cuestión de aceptación como tú dices, los demás nos ven tal como somos, y hay que aprender a reconocerse con otros ojos.
Hola Deb, sé por lo que estás pasando. Desde la semana pasada yo estoy venciendo también este miedo a la cámara con un reto de 30 videos en 30 días. Para mi sorpresa la cosa no va tan mal, realmente he dejado de temerlo, me gusta que se vea lo más natural mejor y eso significa que el video tenga fallos, y cantidad de “eeehhh” :P
Además también me hicieron mi primera entrevista, igual que a ti. Y estuve súper cómodo. Obviamente me veo rarísimo cuando lo reviso pero intento ni hacerlo… Ya está hecho y colgado así que, para que verlo muchas veces? Una para aprender de errores y listo
PD: en una toma? crack!!!!
Un abrazo!!
¡Cuánta razón tienes Deb!
Me considero una mujer fuerte, de las que tiramos para delante a pesar de lo que se ponga en el camino. Soy empática y sociable por naturaleza; comencé a hablar antes que a andar…y mi madre dice que ya no callé nunca más. Y sin embargo, me pongo delante de la webcam para grabar un vídeo o de un periodista, y me pongo a temblar. ¿Por qué siempre vemos lo peor de nosotras mismas antes que lo mejor? Es el maldito perfeccionismo que nos invade, yo estoy trabajando en superarlo y he de decirte que cuanto más avanzo, más contenta estoy conmigo misma.
También estoy totalmente de acuerdo contigo en que hay que conservar la humildad, no somos menos, pero tampoco más que nadie. En el equilibrio está el secreto.
¡Me encanta leerte Deb! Aprendo mucho de ti))
Un abrazo.
Carla.
Ay Deb, creo que lo que has escrito tiene una belleza de lo más pura porque habla de la gran verdad que llevamos todas dentro. Tu título me ha desarmado porque esa soy yo desde los 8 años o antes.
Yo sé que siempre tengo a esa crítica implacable dentro de mi cabeza que dice cosas como “Yo querría ser hermosísima, hablar fantásticamente, que cada cosa que saliera por mi boca fuera inteligentísima, que nadie pudiera encontrarme ningún fallo”
Pero ahora que he ido saliendo de lo que creía posible empieza a brotar otra voz y otra perspectiva en la que lo que anhelo es verme a mí misma tal y como soy como alguien fantástico, simplemente porque sí y punto. Así que teniendo en cuenta que esta transición que ya he hecho para mí roza la ciencia ficción, estoy encantada de estar donde estoy y de seguir retándome hasta el infinito y más allá.
Con gente como tú tengo que decir que el camino se hace más llevadero.
Gracias por poner en palabras lo que muchas veces no puedo.
Un abrazo
Hola Deb,
os cuento una anécdota que me ocurrió ayer mismo y que viene al hilo de tu post.
Ayer llevé a mi hijo a un cebtro conercial, cuando fui a aparcar lo hice marcha atrás, siempre me ha dado pánico hacerlo así porque pienso que me va a salir mal y todo el mundo se quedará mirándome y criticando… Se lo comenté a Luis en plan broma: mira Luis, marcha atrás, como una valiente, jajaja. Me quedé muy sorprendida con lo que me contestó. Me dijo: muy bien mamá, tienes que ser una risk taker, yo lo he hecho también en gimnasia porque me dava vergüenza que no me saliera el pino, he siso un risk taker y me he lanzado, y sabes qué?, no me ha salido nada mal…
El niño con 9 años asume sus riesgos y es consciente de ello y yo con mis cuarenta y tantos, todavía no he aprendido!!! (Por cierto, supongo que la palabreja “risk taker”, la habrá oído en youtube fijo, fijo…)
Besos y ya sabéis, hay que ser un poco Risk Taker en esta vida!!!
Me encanta Marta! Estoy convencida de que los niños son los verdaderos maestros :-)
“Nadie es perfecto, pero a quién le gusta ser nadie…?”
Un abrazo :)
Hola Deb, estamos muchas en tu piel.Siempre das en el clavo.
Yo también estoy ahí, debatiéndome contra mi rasero infranqueable, que sólo aplico a mi propio trabajo. He querido plasmar en vídeo mis trabajos y su evolución, y aún a medio editar, pienso cuál será el día en que tendré el valor de sacarlos a la luz y empezar a llenar mi blog, ahora escondido.
Me pongo mil excusas … Que si no estoy a la altura en mi temática, que si no se verá profesional , que los comentarios van a ser implacables, etc…
Gracias por hacer esta reflexion, a mí me va a ayudar a infundirme más valor.
Un beso
Manuela
Como siempre, brutal.
A mi me da hasta verguenza reconocer que me gusta lo que has escrito, porque es como reconocer que de verdad me averguenzo de existir.
Tengo que sacarme la bandera blanca.
No sabes como me ha gustado leerte hoy y me he sentido suuuuper identificada. A mi me pasa un poco igual, me he ido resistiendo a los vídeos porque me quiero ver perfecta en todos los aspectos, en lo que digo, como lo digo, en cómo me veo…. Y muchas veces en la vida, he dejado de hacer o lograr cosas porque no es el momento, o la situación perfecta. Y perfecto no existe, solo en mi cabeza. Y en el momento que soltamos las expectativas somos mas libres de hacer lo que queremos, de hacer también aquello a lo que tanto nos resistimos y luego incluso lo disfrutamos. Porque el verdadero crecimiento viene cuando salimos de nuestra zona de confort, no antes.
Me encanta este proceso de crecimiento compartido, de saber que a más de una nos pasa lo mismo.
Un abrazo!!
Hola a tod@s,
A u t o e s t i m a!! Así vocalizando cada sílaba. Que no nos queremos lo suficiente, que no nos queremos bien. Hermosa es la imperfección cuando entendemos que la perfección no existe. Hermosas y hermosos cuando nos damos cuenta de que la mayor grandeza y autenticidad ya la tenemos. Somos Únicos y esto, ya nos convierte en algo absolutamente maravilloso. Nos falta creerlo, nos falta entenderlo y hacerlo parte de nosotros, aún cuando estamos despeinados, aún cuando decimos tonterías, aún cuando nos boicoteamos a veces incluso, con crueldad. Busca a tu peor enemigo en tu relaciones diarias, no lo encontrarás ahí. Párate un instante frente al espejo, y ya lo has encontrado.
Abrazos
Teresa
Estoy segura de que no soy la única a la que le gustas y te sigue, precisamente por ser tal cual, sin trampas ni cartones, ni colorantes ni edulcorantes. Gracias por tu autenticidad. Hoy en día no es fácil de encontrar, y solemos olvidarnos de ello. Ya va siendo hora de cambiar la escala de valores y apreciar nuestras perfectas imperfecciones, que son lo que nos hace únicas e irrepetibles! Gracias por recordárnoslo, Deb!
Muy bonito tu post Deb. Me parece muy valiente admitir estas cosas en público, porque en este escaparate todas tendemos a mostrar la buena cara. Yo he sentido vergüenza hasta de existir también, durante toda mi vida, hasta que hace unos meses me dije “se acabó”. Y nunca he sido tan feliz y me he sentido tan bien conmigo misma. Me sirvió la famosa afirmación de Louise L. Hay de “me amo y me acepto tal y como soy”. Y a otra cosa mariposa.
Un abrazo grande.
PD. Estoy deseando ver esos vídeos ;)
Ays mi Deb, qué representada me veo en este post. O mejor dicho, veo a mi yo anterior, porque debo decirte que yo también llevo un tiempo largo trabajando para salir de mi madriguera, y todo comenzó a fluir cuando empecé a permitirme equivocarme y a abrazar todas mis imperfecciones.
Al final, no es lo que pensarán los demás, es lo que pienses tú de ti misma, los demonios los llevamos dentri y tenemos que aprender a desoirlos y mandarlos al carajo!
Un placer volver a leerte, te echaba de menos.
Qué tema tan cercano para mí, Deb! Esa era yo hace un año y medio. No me podía ver en cámara, me veía fea, me daba vergüenza, hasta que un día, haciendo un ejercicio de coaching, me enfadé conmigo misma, pero me enfadé de verdad, de pronto me surgió esta frase: “no tengo que pedir perdón a nadie por existir”. Desde entonces no es que haya perdido toda mi vergüenza jeje (sigo siendo una chica tímida y no me va mucho estar en el centro de atención), pero voy más tranquila por la vida. Y si me siento de nuevo incómoda o vergonzosa, me hago la misma frase: ¿acaso tengo que pedir perdón a alguien? ¿Alguien tiene derecho alguno de aprobarme o no? No. Y así se va el peso de este absurdo pensamiento.
Por cierto, yo te veo muy guapa y muy agradable en tus vídeos. Y tienes una manera de hablar muy melodiosa y que conecta con la gente. Al final, te lo acabarás creyendo! No te quedará más remedio :)
Gracias. No se podía decir mejor ni más claro.
Ay Deb, yo digo que no a todas las entrevistas que son en video. Necesito leer este post 16 veces. Porque, ademas, quiero hacer videos para mis cursos sin desmayarme de la verguenza. Tenemos que hablar sobre esto!
Hola Deb, tu post no podía llegar en mejor momento, justo ayer subí mi primer video a youtube al cual le he dedicado muchísimo trabajo e ilusión, pero lo que peor llevo es la vergüenza, así que tus palabras me han ayudado muchísimo. Mil gracias por compartir estos pensamientos con nosotros, eres única!
Ay qué identificada me siento con toooodo lo que has dicho. Soy igual igual que tú: miedo escénico y autocriticona jaja. Antes no podía ni ver las entrevistas en video, ahora sí y además cuando me las hacen las disfruto y me lo paso muy bien. Ahora hasta hago yo a otros profesionales ¡quién me lo iba a decir a mi hace un año! Lo de las charlas en público ya es caso aparte, en breve tengo que dar 3 (una delante de 150 personas) y sigo acojonada. Desde que me quedé en blanco en una ponencia en el Euskalduna ya he tocado mi miedo y sé lo mal que se pasa, pero espero que no me vuelva a pasar!! Estoy segura de que lo haces muy bien, siempre pensamos que todo el peor de como nos ven los demás. Deseando ver las 2 videoentrevistas!
El mayor obstáculo somos nosotras mismas. Hace un tiempo ni me paraba a pensar en estas cosas, pero de un tiempo a esta parte estoy aprendiendo a aceptar la vida como viene con lo bueno y con lo malo. Dándole una patadilla a lo malo y disfrutando a tope de lo bueno.
No conocía tu blog, pero a partir de hoy me declaro fiel seguidora de tus textos! Me ha encantado!
Realmente es uno de mis problemas, soy fotógrafa y hoy he lanzado un concurso en facebook y lo he pasado y todavía lo estoy pasando fatal, porque pienso que no va a funcionar, que nadie va a participar, etc. Me cuesta muchísimo mostrarme y mostrar lo que hago y es la única forma de tener éxito en lo que haces. Cuánto tarda en arrancar una empresa? Aiiiissss….. hay días complicados.
ay si!! que cierto todo!
yo comencé a hacer unos videos para mi blog y me dio una vergüenza enorme. Todos me celebraban que me salia bien y que natural y que divertida y yo consideraba que salia fea, que hablaba pelotudeces y que hacia el ridículo!
Deb
Que razón tienes, hay que ver lo empáticos que somos con las demás personas a veces, y lo perfeccionistas y estrictas que somos con nosotras mismas, pero lo peor es cuando esa perfección te paraliza, al final me quedo con lo de que salga como tenga que salir, y se irá mejorando poco a poco…
Gracias :)
¡Cuanta razón tienes!
Cuando tenemos un buen público se nos van todas las dudas y nos sentimos fuertes e invencibles, capaces de emprender una y otra vez esa hazaña que tanto miedo nos ha dado y tanta inseguridad nos ha originado. Pero ¿qué hay de aquellas ocasiones en que el receptor de este mensaje no expresa de manera clara sus opiniones? Entonces no tenemos ninguna duda: somos un fracaso absoluto.
Ya es hora de pensar en que el mundo está compuesto de personas como nosotras, en apariencia del montón pero con la increíble diferencia de que sabemos que tenemos capacidades y que el manejarlas solo depende de nosotras no de la opinión de otros.
Gracias Deb por tu positividad.
Cuanta razón Deb. Creo que esa ha sido (y sigue siendo) una de las lecciones que más me cuesta en la vida.
Conseguí aceptar mi cuerpo y sus formas después de una fase complicada en ese aspecto de mi vida. Conseguí más tarde aceptar sus pulsiones, como animal que también somos. Pero creo que aún, me cuesta aceptarme del todo, a todos los niveles. Con mis más y mis menos, mis bajadas y subidas, mis idas y venidas.
Aún así, creo que viajar sola, alejarme de mi zona de confort, de mi círculo de personas, de mi seguridad, me ha permitido explorar otras facetas de mí, otras Andreas, aprender a reconocerme y sobre todo, a aceptarme, a aceptarlas a todas ellas, sintiéndome más integra, más completa y sobre todo, más libre de mis propios esquemas y del maldito concepto de perfección que trata de pisarnos los talones.
Te mando un abrazo!
Andrea
Hola Deb: hace años pensaba que las expectativas que más miedo e inseguridades nos generaban eras las que otras personas ponían sobre nosotros: nuestros padres, nuestros amigos.. Y sin embargo con el paso del tiempo me he dado cuenta que las expectativas que realmente nos frenan y nos hacer ahogarnos en mares de dudas son las que nosotros mismos nos empeñamos en poner.
En la naturaleza humana está el anhelo de mejora y superación. Pero debemos ser conscientes que siempre habrá algo a nuestros ojos mejorable. Lo mejor es enemigo de lo bueno dicen, y la búsqueda de la perfección nos deja exhaustos.
Ya tengo ganas de ver esas entrevistas imperfectas ;)
Un saludo
Hola! ostras, a mi me pasa exactamente igual! jejeej pero este 2016 empecé superando un poquito el temor de mostrarme, concretamente me afronté al terror y pánico que me provocaba una cámara de tv. Casualmente o no tan casualmente, porqué ya no creo en las casualidades sino en el trabajo que genera oportunidades, me llamaron para hacerme una entrevista en la tele local de donde vivo, me morí, hasta ya tenía una excusa y todo pensada, pero me dije ”mira Laia, si te han avisado ahora, es porqué tienes que ir ahora, no más delgada ni leches, precisamente ahora estás muerta de miedo, es ahora cuando toca ir!!! es ahora cuando vas a afrontarte a algo que te provoca tanto malestar. Ahora es el momento”. Respiré profundamente y acepté. Me pasé los 3 días antes de la entrevista comiendo piña para verme por lo menos la cara más delgada, sí, estoy loca jajaja Y fuí. Y qué pasó? que salí de la entrevista radiante, contenta, con una energía brutal y con unas ganas de comerme el mundo inexplicable. Ver ahora la entrevista me da mucha vergüenza, pero me ha sorprendido, estamos acostumbrados a que nos vean, pero nosotras a nosotras mismas, a no ser que tengas un canal de youtube… sólo nos vemos por dentro! y en el espejo, pero no es lo mismo. Me sorprendió ver mis gestos, mi manera de hablar, de expresarme… me dio muy buen rollo, me pareció simpático y pensé que no tenía que ser la última vez. Que cada uno es como es y que en realidad lo que transmites es eso, ya podría haber llegado a esta conclusión antes, no? jejeje Por si quieres verla está aquí: http://craftandartists.blogspot.com.es/2016/01/aixi-va-anar-lentrevista-craft-and.html
Gracias por tus palabras, por compartir ;) hasta pronto!
Hola Deb! Es el primer artículo que leo en tu blog y en verdad me llegó como caido del cielo! Es increible porque hace unas horas estaba pensando en todo esto! En la forma en la que me veo a mi misma y la verguenza e impotencia que siento al “creer que no llego a las expectativas de otros”….aunque en realidad son mis propias expectativas. Creo que esta muy bien definido: la verguenza de existir. Y te juro que lo pienso y le doy vueltas y me genera una sensacion de incomodidad y de fragilidad tremenda! En verdad quiero romper con estos moldes mentales y aceptarme a mí misma con todo y mis grandes defectos!
Gracias por ser tú, tus palabras son un aliciente para el alma.
Un abrazo.
Sí Deb, a mi también me pasa lo mismo.
Siempre lo he atribuido a que soy muy autoexigente y siempre pienso que no voy a dar la talla o que cualquier otra lo podrá hacer mejor que yo. Con los años lo he ido mejorando un poco, porqué cuando salí de la universidad era horrible! Ahora con los años he aprendido que hay gente que sabe mucho más que yo en muchos ámbitos, pero que también hay gente que podrá aprender de mi y que puedo aportar mi granito de arena a la sociedad, sin que me de vergüenza, sin que me quiera esconder debajo de las piedras cuando tengo que hablar en público. Pero no es fácil, lo trabajo desde hace tiempo e intento mejorar poco a poco.
Un abrazo
Hola Deb!
Cada vez que envías una nueva carta me pongo a leerte sintiéndome una infiltrada en un mundo de pequeñas emprendedoras. No es mi intención acabar trabajando por mi cuenta ya que mi trabajo de maestra me hace lo suficientemente feliz como para no plantearme hacer otra cosa.
Pero leerte va más allá del ámbito laboral, porque siempre se puede aprender algo de tus cartas llenas de reflexiones que ponen palabras a inquietudes que todos tenemos y que a veces no nos paramos a encarar.
Estoy leyendo esto a toro pasado, no soy ni constante ni puntual, y tampoco en estas cosas. Sólo quería mandarte mis felicitaciones por saber bucear de esta manera en el interior humano y ayudarnos a todas a encontrar frases especiales que nos empoderan y transforman.
Deb, me pareces hermosísima e inteligentísima.
Jajajajaja! Para completar el perfil (que también yo vengo de ahí), ahora podrías pensar: “esta no tiene ni *u** idea de lo que dice y tirar mentalmente mi opinión a la basura.
Hola, Deb: He de felicitarte por tan grande trabajo. Y puede que no consideres las felicitaciones oportunas; pero, hija; aunque tus palabras sólo muestren quién eres, darle forma a todo esto requiere de un esfuerzo que sabes que no es pequeño. Y quiero darte las gracias porque tus aportaciones me pillan en un buen momento. Quizá yo no tengo problemas por ponerme frente a una cámara; pero fíjate que estoy en un punto en el que necesito definirme por algo y de allí que me esté gustando tanto tu página. Sigue adelante. Muchas te lo agradecemos.
Este pasado fin de semana hice un concierto de media hora con un cantante en un bar-restaurante. Yo era el pianista acompañante. Mi hermano vino a grabarme con la cámara. Ahora que he visto el resultado, no puedo sino sentir una infinita vergüenza en los momentos cuando me enfoca sólo a mí. Cuando el cantante decía cosas como “un aplauso para el maestro” personalmente me tiraba hacia atrás, y me obligaba a sonreir y a aplaudir porque tampoco es que tenga mucho carisma o alegría, si sabéis a lo que me refiero. No sé sonreir “de forma natural”. Entonces me veo, y es que me tengo que tapar los ojos, o apago el video. A mí no es que me de vergüenza hacer los videos, sino el verme luego.
Me alegra saber que hay gente como yo. Siempre pienso que yo soy quien más vergüenza pasa en este mundo.
Oye Deb ( literal..) , desde hace quince días me tienes encandilada. Y no voy a hacer el curso ahora , por fin se que quiero ser de mayor ( después de 15 años , ahora con 43), pero si lo haré cuando acabe el de tu amiga A Libelula que me trajo hasta ti. Y sabes porque ? Por qué estoy emprendiendo además el concerme más a mi misma . Un abrazo . 💜
Hola Deb. Te escribo para darte las gracias por tanto valor que ofreces. Estaba releyendo artículos y haciendo limpieza de correo pero los que conservo de tus newsletters no los voy a borrar porque me hará ilusión volver a releerlos dentro de un tiempo.
Con esto de la vergüenza me siento muy identificada. En realidad me decidí a comentar para decirte que yo te veo guapísima y que me encanta cómo te expresas en todos los vídeos que he visto. Pienso que tienes un gran magnetismo. Pero bueno eso te tiene que dar igual, lo que opine yo o cualquiera. Lo importante es que una misma sea consciente de lo maravillosa que es.
Nunca comento por eso aprovecho para agradecerte en general. Hace unos días terminé de hacer por segunda vez El Ideatorio y ahora sí he reconocido mi idea. Me toca darle forma y probarla para ver si es “la idea”. Así que gracias por tanta inspiración.
Un saludo.