Este DebsApp es el audio extraído del vídeo que tienes un poco más abajo y que pertenece a la serie de pensamientos en voz alta “¿Cómo sería…?” que grabé en 2016. Es por eso que la calidad del audio es distinta a la habitual. A lo largo de este verano de 2020 vamos a recuperar esta serie en la que me estuve haciendo preguntas en pijama, para que podamos seguir reflexionando juntas mientras preparamos nuevo contenido para la temporada que viene.
Esta semana te animo a detenerte a pensar cómo dependes de la conexión, de los aparatos y dispositivos. Si eres de las que no puede vivir sin el teléfono en la mano, de las que no sabe qué hacer cuando no funciona internet, y de las que hace girar su vida en torno a las maquinitas (como yo, como la mayoría hoy en día)… dale al play al vídeo de hoy.
Esta es la sesión de pensamientos-en-voz-alta de esta semana. ¡Dale al play!

………………………………………………………………………………………………….
♥ También puedes escucharlo y suscribirte para no perderte ningún episodio (¡y valorarlo, que ayuda mucho!) en:
Esta semana te propongo que te fijes en cómo dependes de la tecnología y de la conexión y que pienses cómo crees que te sentirías si desapareciera durante un tiempo. Quizás podrías probar a pasar un día entero desconectada, ¿te atreves?
Un abrazo,
Hola lo que comentas sobre estar desconectado del mundo por decirlo así me parece un ejercicio para realizarlo de vez en cuando y encontrarnos con nosotros mismos. Para leer más y meditar, reflexionar y sobre todo disfrutar de uno mismo.
Leer, escribir, tocar la guitarra. No estaría nada mal…
Buenos días! Antes de nada, muchísimas gracias por acercarnos estas reflexiones, que tan necesarias son para salir del piloto automático en el que vivimos.
Creo que primera reacción sería entrar en “shock”, ya que todo lo que nos saca de nuestra zona de confort nos incomoda, o al menos a mí me hace sentir así.
Por otra parte, creo que tienes razón y que eso nos ayudaría conectar más con nosotras mismas. Yo sin ir más lejos hace mucho tiempo que decidí apagar la televisión y la radio para no sentirme contaminada y que esas noticias que escuchaba, la mayoría de ellas negativas, no me afectaran y no se inmiscuyeran en mis días. Al principio fue difícil, pero con el tiempo me fui dando cuenta de la libertad que eso me aportaba, por lo que a día de doy, puedo decir que fue una decisión totalmente acertada.
Bien es cierto, que soy “adicta” al resto de tecnologías, el móvil, internet, redes sociales, información telemática… ¿Qué haría si no tuviera nada de eso?
Leería esos libros que me llaman a menudo y que “no tengo tiempo” para dedicarles. Me esmeraría más en cocinar con más mimo, con más cariño, sin las prisas normales.
Saldría a pasear por el campo, a respirar aire puro y conectar con la naturaleza.
Pondría “en orden” mi vida, reflexionaría sobre el momento presente para saber si soy feliz en la actualidad. Me escucharía, que muchas veces no lo hago.
Me mimaría: un bañito relajante, una mascarilla, unos aceites naturales…
Descansaría más, me iría a dormir cuando realmente el cuerpo me lo pide.
Seguro que podría decir más cosas, y mientras las escribo me digo ¿por qué no me permito esto más a menudo? Siendo cosas que me acercan a estar más feliz y sentirme bien conmigo misma.
Un abrazo
Sandra
Yo estaría divinamente! No soy una apasionada de las nuevas tecnologías, y eso que soy informática, o igual es precisamente por eso, jiji…
Me dedicaría a leer, a pasear por la montaña, a meditar, a ir a la playa, a sentarme en una terraza a contemplar a la gente, a quedar con amigos, se me ocurren mil cosas…
Para mí no sería difícil, más bien al contrario.
Un abrazo.
¡Muchas gracias por tu reflexión! Por un lado me parece un ejercicio imprescindible que todos deberíamos hacer regularmente: desintoxicarnos durante un día o dos y revaluar nuestra perspectiva. Por otro lado, y especialmente para aquellos que hacemos todo nuestro trabajo online, a veces se hace un poco imposible. Creo que el secreto, como con todo, está en encontrar un buen equilibrio entre la conexión y la desconexión. Esos días en blanco en mi caso son para leer mucho, dibujar y salir al mundo :)
Uff q agobio. Sería aburrido, me daría cuenta de la soledad. Me pondría a leer, sin duda.
Ojalá más gente lanzara esta pregunta, enhorabuena por tu iniciativa Deb. Hace ta 3 años que decidí emprender y la razón fue volver a ser yo, a conectar conmigo no ha estar siempre enchufada a ordenador, teléfono y por lo tanto a dolores de espalda, cabeza, estres. Las nuevas tecnologias son provechosas pero nadie te educa a usarlas con moderación para no entrar en un bucle de estar obligado siempre a estar pendiente de mil info basura o controlado por todos los que te rodean lo que amenudo lleva a tener que leer, contestar por compromiso, discusiones absurdas, sentirse excluído si no te han añadido a un grupo de what’s app o aceptado en Facebook, etc.
Obviamente la sociedad te presiona, y así fue cómo acabe comprandome un Smartphone porque claro todo el mundo se quejaba de que tenian que gastar con los sms.
Yo creo que desconectar es lo mejor que puedes hacer para recuperar tu intuición, tu esencia y volver a escucharte a ti misma pero sobretodo a quién tienes a tu lado. ¿Cuántas veces os ha pasado de senturte ignorada tomando un café mientras mi amig@ estaba contestando un mensaje o atendiendo una llamada? ¿Estas con tu pareja en la cama y esta enganchad@ al mobil? Yo ODIO estas situaciones y sería la más feliz del mundo sin ellas. Una vez al año desconecto viajando a lo trotamundos para cargar pilas pero quizás debiera hacerlo semanalmente. Gracias Deb por la reflexión!
PS: A todo ello para mi Internet es indispensable por trabajo pero si no trabajo intento volver a CONECTAR CON MI MUNDO.
Buena reflexión! Imagino que al principio sería raro; raro= algo nuevo o distinto y después, me adaptaría, me llevaría a vijar en mi mundo interior, leer, meditar, orar y caminar.
Me gusta la idea! Gracias por invitar a reflexionar, eres una linda.
Por este motivo fue que decidí por las tardes salir a caminar y correr, para separarme del ordenador. Lo que sigo trabajando es cuando me levanto, usar el móvil. Buena reflexión, gracias.
Cuando lo he hecho así de “radical” es porque estaba de retiro vipassana (10 días de desconexión-conexión absoluta) y yo que soy una enganchada a la tecnología…no lo echo de menos para nada! Aunque me cuesta 0,001 volver a la carga cuando salgo :p
Yo ya lo hago muy a menudo, por lo menos un día a la semana y si puedo algunas tardes. Y que me encuentro? Pues a la gente a mi alrededor preguntándome que porque no leo los emails pronto o cojo el teléfono en cuanto llaman (lo pongo en silencio) o porque respondo a los whtsps a las horas o al día siguiente.
Y que hago? Pues decirles que el tiempo es mío y no puedo estar a la demanda de los demás cuando quieran y cuanto quieran. Y que hace años vivimos sin móviles ni internet y no pasaba nada (por si no se acuerdan! porque… no se acuerdan). De hecho, pienso que en ciertos aspectos estábamos en general mas felices así, sin tantas pantallas, cableados y ondas. Más tiempo para contemplar, sentirnos, hablar con los de la lado, para escribir una larga carta, inventarnos juegos en casa, contar historias a los niños, ir a dar un paseo, más tiempo para reflexionar, hacer manualidades, dar cabida a la creatividad o leer más (libros, claro).
Estoy muy de acuerdo con muchas cosas que cuentas en Oye Deb :)
Abrazos desde Málaga,
Melina
¡Hola Deb! Que razón tienes… entre los emails, la cantidad de artículos pendientes y las ganas de no perderte nada, vivimos agobiados y demasiado informados. Como hablamos a todas horas por whatsapp, cuando nos vemos, no sabemos que decirnos y acabamos hablando con terceros por whatsapp (otra vez).
Pues a intentarlo… bueno minimo un día o medio. Pero vivir la experiencia.
Mañana lo pondre en marcha. ;)
Lo bueno sería que una vez que esa situación hubiera acabado no olvidásemos la experiencia de vivir desde un poco más dentro y tuviésemos la valentía y la resolución de mantenerlo incluso cuando ya no existe la obligación exterior de hacerlo.
Gracias por la reflexión, Deb. Sólo quiero aportar que existen los retiros de meditación Vipassana. Duran 10 días en los que te enseñan esta técnica de meditación y durante los cuales no puedes hacer nada más que meditar: ni hablar con nadie, ni leer, ni escuchar música, ni, por supuesto, tener ningún aparato de conexión a internet. Sólo puedes pasear por una zona ajardinada muy hermosa y meditar. Es todo un viaje!…al centro de una misma! Si quieres más información te la puedo dar…(también tengo un post en un blog de hace años que habla un poco de todo esto: Del homo sapiens al homo meditatiens) Un saludo grande a ti y a toda la comunidad!
Es una muy buena pregunta en estos tiempos donde desconectarse es difícil. Todo es inmediato y la gente te presiona para que tú vayas a su ritmo. Menos mal que cuando mis hijas eran pequeñas todavía no había internet en el móvil.
Recuerdo los días de parque mirándolas jugar, trepar, caerse, levantarse y encontrarme con sus miradas, felices de sentirse observadas.
Hoy intento marcar pautas en casa respecto del tiempo de estar conectado a las redes. Espero que logremos utilizar todas las tecnologías a nuestro servicio y no ser utilizadas por ellas.
Suena bien los 10 días de meditación vipasana. La primera imagen de mí misma que sentí al imaginarme ahí fue la de llorar de alegría. No sé por qué. Algo habrá por descubrir.
El año pasado, también en invierno, nos quedamos tres días sin electricidad porque se inundó la estación eléctrica que, vaya por dios, está cerca de la playa. La verdad es que fue bastante shock (porque vivo en el norte de Inglaterra pero es una ciudad, se llama Lancaster). No podíamos poner la calefacción, no podíamos cocinar, los teléfonos no tenían señal… Todos los supermecados y tiendas estaban cerrados… ¡ni siquiera funcionaban los semáforos!
La situación fue bastante inquietante y casi post-apocalíptica. Todo el mundo salió a la calle a pasear porque no había otra cosa que hacer… Pero también fue un momento en el que, de alguna manera, sentí que podía conectar más con las personas. Por ejemplo, acabé conociendo a mi vecino de al lado, que tenía coche y pudo llevarme al supermercado más cercano que sí estuviera abierto (y que estaba a casi una hora). Mucha gente a mi alrededor que sí tenía hornos de gas y podía cocinar nos ofrecieron quedarnos en su casa… etc. Para los estándares ingleses, ¡eso fue todo una sorpresa!
También escuché que hubo situaciones más tensas en algunas tiendas que se intentaron saquear… etc. No todo fue de color de rosa, pero aunque yo experimenté bastante ansiedad también me alegró tener la oportunidad de conocer gente nueva y sentirme más unida a ellos.
Eso sí, siempre que puedo irme de vacaciones y desconectar el móvil, el ordenador y demás cosas, me siento de lo más liberada. Es bueno que nos hagamos esta clase de preguntas de cuando en cuando!