Os voy a contar algo que no suelo contar. Yo tenía —tengo un poco aún— un problema. No paro de hacer cosas en todo el día. Casi todas relacionadas con el trabajo de una u otra forma. De algunos de los diez proyectos que tengo entre manos, de los de mis amigos, de las ideas nuevas que voy desarrollando. O sea, que me paso los días trabajando. Los domingos trabajando. Me levanto y lo primero que hago después de mear es encender el ordenador y sentarme. Me acuesto y lo último que hago es comprobar los mails. Me levanto de la mesa de comer y me siento en la mesa de trabajar. A veces me voy con mis amigos y les tengo que seguir hablando de mis dudas y mis proyectos. A veces están hablando de cosas que no me interesan demasiado y enseguida vuelo mentalmente a mis rollos y mis quehaceres. Voy paseando: pienso en trabajo. Voy de viaje: pienso en trabajo. ¡Y NO ME GUSTA TRABAJAR!
Mi doctor —naturópata— me dijo el año pasado que todas las enfermedades y achaques que había tenido los meses anteriores eran porque estaba muy enfadada, tenía el lado derecho del cuerpo bloqueado y agotado y el sistema nervioso decaído. Que estaba enfadada, que había mucha rabia debajo de mi continua alegría. Me preguntó con quién estaba enfadada del trabajo (y él no sabía a qué me dedicaba). Y yo no estaba enfadada con nadie, y de hecho no trabajaba con nadie, así que después de meditarlo un momento, me di cuenta de que era conmigo misma. Porque aún no sabía qué hacer con mi vida, porque no tenía un duro, porque me estaba decepcionando a mí misma dando vueltas y vueltas sin encontrar solución y matándome a trabajar mientras tanto y sin que nada diera el resultado que yo esperaba (que tampoco sabía cuál era). Y sí, parándome a pensarlo, estaba muy rabiosa. Y las cosas me iban bien, cualquiera podría pensar eso, incluso yo lo pensaba, pero no tan bien como debían ir en mi mente.
Su sencillo consejo fue que me lo tomara con más calma y que buscase tiempo para no hacer nada. De alguna manera, me estaba diciendo que si quería estar sana tenía que dejar de buscar mi felicidad desde la ansiedad. Que encontrase la felicidad en los ratos de ocio, que hiciera más cosas con Arieh, que me divirtiera más. Que me diera tiempo libre y que encontrase momentos en los que el trabajo no existiera para mí.
Cosa difícil cuando trabajas para ti misma pero, desde luego, ¡no imposible!
…
El domingo en que Arieh me pidió matrimonio, un rato antes de la feliz sorpresa, habíamos estado admirando los maravillosos mosaicos de la iglesia del Sagrado Corazón del Tibidabo (mi iglesia favorita del mundo). Supongo que como estuvimos tanto rato contemplando esto y lo otro el sacerdote que andaba por allí se animó a hablarnos. Estuvimos casi media hora charlando con él, y de la conversación me di cuenta de que en todas las culturas y religiones, rezar es igual a meditar y meditar es igual a rezar. Él mismo usó la palabra meditar para referirse a las personas que iban a la pequeña capilla permanente destinada únicamente al rezo y el recogimiento. Él mismo dijo que en un mundo como este lo que más falta nos hacía era PARAR.
Yo no puedo estar más de acuerdo. Cuando paras el tiempo suficiente y logras hacer el silencio en tu interior todo se vuelve claro y la madeja se desenreda. Cuando logras dejar de hacerte sentir culpable a ti misma porque no haces lo suficiente, porque no estás llegando lo suficientemente lejos, el enfado se esfuma.
…
Antes, si me pasaba una tarde sin hacer nada, me mortificaba pensando que estaba siendo una vaga, que así no iba a llegar a ninguna parte, que ya había perdido otro día. Si os pasa lo mismo, no mantengáis esas ideas. Daos tiempo libre. El tiempo libre es lo más necesario del trabajo. El trabajo no puede existir sin el tiempo libre u os hará sentir miserables. Ahora he aprendido, y sigo aprendiendo (porque no es algo que cambies de un día para otro), que tengo que aceptar mis propios tiempos y escuchar a mi cuerpo cuando estoy cansada o cuando tengo un día espeso o triste. Ese día hago tareas menos densas, aprovecho para ordenar, mandar mails, ver conferencias, leer cosas agradables, me pongo alguna reunión ligera o algo que me apetezca. Hago partes de mi trabajo que son más amenas. O no trabajo. Eso también es una opción y la uso a menudo. Me voy a pasear, me pongo a limpiar la casa (esto solo pasa si además coincide que me está a punto de bajar la regla), me veo dos películas, me voy al centro comercial a revolver ropa (día de chonis lo llamamos con Nadia) o al parque a ver a los patos, como Blair Waldorf.
Ese tiempo “perdido” me recarga la energía, me alivia la angustia, me limpia de tanta exigencia. Ese tiempo “perdido” no tiene precio. Primero, porque me evita caer enferma, sentirme mal y estar fea y ojerosa. Segundo, porque me deja rendir mejor cuando realmente me pongo a trabajar, porque es en ese tiempo cuando tengo las mejores ideas, cuando resuelvo problemas, cuando le dejo espacio al cerebro para funcionar libremente y sin ataduras emocionales ni presión.
…
El éxito no llega siempre atado a una losa encadenada a tu pie. No siempre quiere decir que te has matado a trabajar como una loca. En nuestra cultura alabamos a la gente que trabaja mucho, que dicen que no duermen para trabajar, que están todo el día haciendo cosas, como si fueran los héroes nacionales. Siempre decimos que llegar arriba es una lucha y que se necesita esfuerzo y trabajo, trabajo, trabajo. ¿Por qué? Yo creo que trabajo mucho comparado a lo que quisiera trabajar en realidad —que es bien poco—, pero probablemente no trabajo mucho en comparación a otras emprendedoras (o a lo que dicen —presumen— que trabajan, que eso nunca se sabe). ¿Acaso me tengo que sentir culpable de que las cosas me vayan bien con relativamente poco esfuerzo? Pues muchas veces sí que me siento culpable, porque esa idea de que todo tiene que ser una lucha está metida en mi cabeza igual que probablemente está metida en la vuestra.
Pensar más, sentir más y hacer menos es la clave para lograr el éxito unido al bienestar emocional y físico. Más calma y más ideas claras se traducen en MUCHO menos trabajo. En MUCHO más tiempo libre. Y ojo, tiempo libre no atado a la idea de “desconexión” o de “recargar pilas” sino a la idea de libertad, felicidad, de VIDA porque sí. Porque, qué clase de vida tendrás si solo la pasas trabajando y dándote ratos libres con cuentagotas, escatimándote tu vida a ti misma y posponiéndola eternamente —bueno, eternamente no, básicamente hasta que te mueras—. Recordar que la vida se termina en cualquier momento puede venir bien para recuperar prioridades.
…
No creo que el éxito venga de ninguna lucha ni de ningún trabajo sobrehumano ni de ser el que más horas le echa a algo. El éxito tiene que ver con hacer las cosas diferente, con desafiar al statu quo, con ser único y conseguir que se te quiera por quién eres y por cómo haces lo que haces y no por cuánto trabajas o si tienes vida de mártir.
Lo opuesto a la vida de mártir es la vida de griego. Tengo un amigo con el que usamos la frase “hoy voy a hacer vida de griego” cuando queremos pasar el día tranquilos, leyendo, aprendiendo, haciendo ejercicio, paseando… Cultivando nuestra vida. El hacer vida de griego (de griego de la Antigua Grecia, se entiende) es para nosotros el sumun de la felicidad. Querríamos hacer vida de griegos constantemente. Ser como Platón, Sócrates o Aristóteles y aprender y pensar y diseñar y conversar y debatir y escribir y pensar un poco más. ¿No es esa la vida más deseada, la vida más natural, lo que haríamos si no estuviéramos atados a la necesidad de dinero? Pues yo quiero que mi vida se parezca a la “vida de griego” lo más posible, aunque a la vez asuma que tengo que ganar dinero con algo. Así que quiero que ese algo encaje con mi idea de “vida de griego”. Por eso escribo, pienso, leo y vengo y os lo cuento. Por eso vivo y os explico mi vida y mis experiencias. Es lo más cercano que he encontrado a hacer “vida de griego” profesional.
…
Leí hace un tiempo un libro que me pareció lo más maravilloso sobre la faz de la tierra. Algo auténticamente liberador, con ideas revolucionarias sobre la importancia de ser un vago, de no hacer nada. Se llama “Elogio de la pereza”, un libro color rosa fucsia escrito por Tom Hodgkinson, genio intelectual librepensador que además edita la revista “The Idler”. El subtítulo del libro es “El manifiesto definitivo contra la enfermedad del trabajo”. Y yo lo suscribo tanto y fue tan iluminador para mí que me lo quise grabar a fuego: no pasa nada por ser una vaga, no te dejes engañar, los que están equivocados son los demás, tú solo quieres vivir bien y disfrutar del tiempo que tienes. Un poco como los hedonistas griegos. Os copio unos fragmentos del primer capítulo.
“El despertador es el primer estadio de la ignominiosa transformación a la que nos sometemos forzosamente por la mañana, en la que pasamos de soñadores dichosos a currantes regidos por la ansiedad, cargados de responsabilidades y obligaciones. Lo que es absolutamente asombroso es que nos compremos despertadores por voluntad propia. ¿No es absurdo que nos gastemos el dinero que tanto nos cuesta ganar en un artilugio que hace que empecemos cada día de nuestra existencia de un modo tan desagradable y que solo sirve al empresario al que vendemos nuestro tiempo?
Las fuerzas antiholgazanería han estado trabajando desde la caída de Adán. La propaganda contra dormir en exceso se remonta a tiempos muy remotos, a hace dos mil años, a la biblia. En el capítulo 6 de los Proverbios dice “Ve a mirar a la hormiga, ¡perezoso! Observa sus costumbres y hazte sabio (…)
En primer lugar, yo cuestionaría seriamente la sensatez de una religión que pone a la hormiga como ejemplo de cómo vivir. El sistema de las hormigas es una aristocracia explotadora que se basa en el curro maquinal de millones de trabajadores y la completa inactividad de una única reina y un puñado de zánganos. (…)
Se supone que Dios odia que nos levantemos tarde.
La pereza es el séptimo pecado capital (aunque originariamente lo era la tristeza). (…)
La grandeza y el levantarse tarde van de la mano de forma natural. El levantarse tarde está hecho para la mente independiente, para la persona que rechaza convertirse en un esclavo del trabajo, el dinero y la ambición. (…)
No, los que se levantan pronto no son sanos, ricos y sabios. Normalmente son débiles, pobres y tontos. Son los sirvientes de los que se levantan tarde. Si no, mirad las caras demacradas y ojerosas que hay a vuestro alrededor en el metro entre las 8 y las 9 de la mañana. ¿Sanos? Sin duda alguna, no. ¿Ricos? No, porque si lo fueran no estarían en el metro a esas horas. De hecho, los trabajadores peor pagados son los que acostumbran a viajar más pronto. ¿Sabios? ¿Cómo podrían serlo si eligen vivir así? Si queréis ser sanos, ricos y sabios, ¡el primer paso es tirar el despertador!”
Pero además, no contento con hacerme ver la luz en el túnel de la vaguería, enlaza y justifica sus teorías con las ideas de tantos otros pensadores y filósofos de todos los tiempos y con datos histórico-sociales, con lo que, al final, te acabas por dar cuenta de que esta trampa en la que gastamos nuestros días no es más que un error, que nadie voluntariamente elegiría una vida como la que nos obligamos a vivir.
También es cierto que, a pesar de saberlo, vivimos en donde vivimos y las cosas se hacen de una determinada manera, y si queremos pagar el alquiler tenemos que conseguir dinero y si queremos comer también. Y ya si queremos ir al cine, tomar cañas, comprar ropa, ir de viaje, tener un iPhone y hacernos masajes, pues más aún. La realidad obliga.
…
No estoy hablando de salir del círculo de consumo —aunque obviamente se puede reducir drásticamente sin demasiado esfuerzo—, tampoco estoy hablando de irse a las montañas a hacer el ermitaño —aunque es una bonita opción, como hizo Thoreau—, ni de pasar de todo a nada en cero coma tres segundos.
Hablo de replantear nuestra existencia desde la misma base. Hablo de parar, limpiarnos la basura que tenemos encima que ni siquiera es nuestra, de no creer algo por el hecho de que alguien lo dice y lo adoptamos como nuestro sin pasarlo por nuestra propia experiencia (ni lo que diga yo aquí, ni lo que diga vuestra madre, ni lo que diga el Papa de Roma). Hablo de PENSAR con mayúsculas, de sentir lo que uno necesita, que probablemente no sea lo que necesita el de al lado. Hablo de desovejarse, de no temer hacer lo que sientes que tienes que hacer. De no tener miedo a ser diferente.
Hablo de crear nuestros propios puestos de trabajo, donde nos permitamos vivir la vida tal y como la queremos vivir, sin condiciones. Siendo nosotros mismos y no aceptando las órdenes de lo establecido en la medida de nuestras posibilidades si no queremos hacerlo. Siendo libres. La libertad empieza en la mente, y la mente no entiende de clases sociales, dinero, edad, ideología política o equipo de fútbol. En la mente, todos somos iguales. Todos hacemos lo que queremos con ella. Y ella nos devuelve lo que sembramos. Y cuanto más la escuchas más habla, y con más claridad. Y te da la fuerza que necesitas para lograr lo que te propongas. Sea trabajar mucho o descansar mucho. Sea tener muchos hijos o muchos gatos. Sea ser funcionaria o agricultora o nada. Lo que sea. Está en ti.
…
Como cada martes, podéis decir lo que se os pasa por la cabeza (siempre amable, siempre honesto) en los comentarios. Decidme qué pensáis de la cultura del trabajo, decidme cómo os planteáis el tiempo libre, decidme qué hacéis para vivir la vida exactamente como vuestro cuerpo os dice que la viváis. Decidme cómo es vuestra relación con la pereza.
Y si os ha gustado esto y pensáis que tiene sentido, sed generosos y compartidlo con otras personas a quienes pueda venir bien. Ahora más que nunca, ¡hay que despertar y ayudar a los demás a que despierten!
Un abrazo,
Yo soy de las emprendedoras que echa 17 horas al día. Presumo cero de ello porque no me parece sano para ningún aspecto de mi vida, pero con dos niñas pequeñas y una empresa recién empezada no encuentro la fórmula mágica para vaguear. Pero si… lo reconozco: soy una vaga no practicante.
Elena, ánimos!, te entiendo, yo tengo 3 churumbeles que me reclaman tanto que me duele horrores.
Yo tampoco he encontrado la fórmula. Me queda un ápice de esperanzas y a seguir….
Suerte y ánimos!
Uy Elena, se nota que dedicas mucho tiempo, no soy de comentar casi nunca pero sigo a varias emprendedoras como tú (bueno, a las “mamas” :) ) hace tiempo, y me encanta vuestro trabajo.
Ser vaga y tan currante al tiempo, ya tiene mérito…
Ánimo, a ti y a todas las grandes como tú :)
Puedes vaguear con las niñas, seguro que te lo agradecen :)
Hola chicas, quería deciros, ahora que ha pasado el tiempo, que tanto mi socia como yo (ambas mamás) hemos puesto poco a poco en práctica eso de dedicarnos el tiempo que necesitamos. Empezamos hace unos meses por no trabajar los domingos (se que suena fatal, pero cuando recién abres un negocio trabajas hasta el día de navidad). Los domingos no se mira el correo ni se mandan mails ni se abre facebook ni twitter ni se preparan pedidos. Después decidimos que a partir de las 18:30, cuando hemos terminado de preparar los pedidos y el mensajero ha pasado a recogerlos, se terminó la tienda. Siempre hay algún proveedor americano que se despierta entonces y hay que atenderle pero, salvo esos casos puntuales, es tiempo de familia. Hemos leído muchas veces este artículo y otro post de Mr wonderful que hablaba de tooodo lo que ocurre cuando empiezas un proyecto. Gracias por ayudarnos, y disculpa por el rollete! Un bes, feliz verano!
Hola, yo también soy de las que puede estar en la casa o en el trabajo sin parar hasta límites insospechados, pero cuando digo “ya se acabó” es “ya se acabó”. Necesito estar en el sofá mirando intrascendencias en el ordenador, programas “basurilla” de la tele, dormitando…, en fin, cualquier cosa que haga que me recree en mi vagancia. En ese momento sólo pueden hacer que me separe de mi querido sofá los reclamos de mis hijos cuando ya son muy intensos, pero no hay nada más placentero que vaciar tu mente y llenarla de NADA.
Lo único que me falta es poder dedicarme a lo que realmente creo que me haría feliz: poder poner un herbolario en el que hacer llegar a la gente mi entusiasmo por la vida natural (que no llevo al 100% como me gustaría) y ofrecer una alternativa a esta vida llena de química y estrés.
¡Viva la gente tranquila!, ¡qué envidia!.
No puedo estar más de acuerdo. Llevo meses muy enfadada conmigo y con todo lo que tengo alrededor, simplemente porque estoy metida en tantas cosas que no llego. Acabo agotada y he ido perdiendo las ganas. Si que es necesario dedicarle tiempo a la nada, pero aún no consigo dejar de sentirme culpable. ¿Eso cómo se hace? (no espero respuesta, es una pregunta al universo). Gracias Deb!
¿Qué te parecería dejar de estar metida en tantas cosas, elegir más, decir que no más veces, y liberar espacio? A mi me funciona :)
Yo necesito un poco de tu NADA también, no tengo ni idea qué leer porque ya tengo el cerebro y el sentido oxidado, ni idea que hay de pelis, ni viejas, ni nuevas ni usadas…salir?, qué es eso?, hablar?, sí, de cuentas, facturas, gestiones, arghhh, aburrido, todo.
El ordenador es mi nueva ventana al mundo exterior.
Quiero NADA!, a toneladas!!!, quiero ser perezosa y sobre todo quiero relax mental, tengo kilos de pelusa enmarañada en mis engranajes!
100% de acuerdo Deb, y de nuevo sincronicidades ;-) mira lo que que escribí hace unos días http://www.equanima.org/es/content/el-arte-de-pararse Un abrazo!
Nos han hecho creer que cuantas más horas se trabaje más y mejores resultados se obtienen. Y esto no es necesariamente cierto. Lo mismo que es mentira que el que tiene mayor éxito económico seguro que es más feliz.
Estoy de acuerdo contigo: se trata de atreverse, de ser original, no intentar ser una mala copia de algo que tuvo éxito, se trata de ser uno mismo. Y para eso hace falta “parar”, que en realidad es aprender, es nutrirse, ver la vida bajo otra perspectiva.
Me ha encantado este artículo! Y me siento muy identificada con el primer párrafo! Yo antes, cuando era ‘más joven’, era bastante vaga, y me lo decían bastante a menudo. Me levantaba tarde, me podía pasar días sin hacer nada, y la verdad es que estaba mucho más relajada mentalmente, aunque no tenía ni idea de lo que quería hacer con mi vida.
Ahora, aunque me encanta lo que hago, planificar nuevos proyectos constantemente, y llevarlos a cabo, NO CONSIGO DESCONECTAR!
Es como que por fin hago lo que me gusta, pero en el fondo, no me relaja.
Y tengo tanta ansiedad por hacer cosas, que prácticamente ningún día me lo cojo de ‘vida griega’.
Este mes tengo 2 ferias y no creo que pueda poner en práctica tus consejos, pero espero poder hacerlo una vez las acabe, porque mi cuerpo, y mi mente sobre todo, me lo están pidiendo a gritos!
Mil gracias Deb, eres the best! :)
Es muy difícil emprender y descansar. Pero es vital tener la mente despejada para poder crear. Sino, lo que creas se va volviendo gris, o histérico, o falto de contenido, y si de algo no puede estar falto un negocio handmade es de eso!
Igualmente… para poder tomar esos días de descanso, supone tener que aguantar otros días previos (o posteriores) de saturación? Qué hacéis cuando tenéis que sentaros y crear algo nuevo (porque vais contrarreloj)… pero vuestra cabeza es incapaz de hacer nada con sentido y no hacéis nada que os guste?
Pau, esto es lo que yo hago: primero me siento en las escaleras del jardín con mi perro Vito, (un enorme labrador) y él automáticamente apoya su espalda en la mía, deja todo su peso muerto y noto su respiración y come le late el corazón. Estamos así juntos un rato y me relaja y me contagia su ritmo natural. Una vez relajada si sigo muy bloqueada artísticamente suelo mirar trabajos antiguos que he hecho, siempre recuerdo ideas que me venían mientras los hacía, como en la historia interminable, cada historia encierra otras muchas historias…y eso.
También aveces me pongo un capítulo corto de alguna serie y en lugar de verla sentada la veo mientras hago ejercicio en la bici estática XD y luego me doy una ducha. Suena un poco “peculiar”, pero me ayuda por un lado a no pensar durante un rato en el trabajo y a oxigenar el cerebro. No pierdo mucho tiempo y casi siempre se me ocurren cosas.
Normalmente me funciona
Uy, perdón, lo he escrito fatal…
Pero se entiende perfectamente Ana, merci! :)
Pues me ha encantado ana. Es cierto lo que dices de los perros. Creo que hay pocas mas agradables que ver abalguien dormir placidamente, y en eso los animales y los bebes son unicos. Yo hacia algo parecido con mi perro. Y el resto de ideas me parecen geniales, asi que habrá que probarlas ;)
yo dejé de plantearme hace muchísimo tiempo buscar trabajo relacionado con mis estudios, y no porque no me guste ( de hecho tengo una amiga que ejerce y que me llama y me pregunta qué decir o qué hacer o cómo en su trabajo O_o ) sino porque no quería renunciar a mi vida personal y social. El trabajo esclaviza. últimamente me ha dado por pensar que sería feliz si pudiera estirar los ahorros que tengo ahora y dedicarme a aprender cada día algo nuevo, sin más, sin tener que hacer números y sin intentar buscar con ello dinero. Quiero vivir, quiero encontrarme a mí misma, quiero pasarme horas pensando en nuevas colecciones, buscar inspiración y fotografías, dibujar nuevos collares, buscar las piezas, hacerlos incluso, y después simplemente decir: ¡ mirad lo que he hecho! os gusta? y regalarlos, sin más, sin preocupaciones por el dinero. Y después aprender a dibujar, hacerme una índice botánico con mis flores preferidas, al día siguiente leer sobre las estrellas y las constelaciones… y llegar a la cama pensando que estoy satisfecha de ser la persona que soy, de VIVIR.
Buenos días!!! Me va al pelo tu posy de oy… De echo estoy leyendo tu mail desde la cama, oy aqui en el interior de Lleida hace mucho frío, y la cosa cuesta. Así me recargo, y luego ya voy a por todas. Lo he aprendido a base de ponerme enferma. La salut, el buen dormir y el hacer cosas que te gustan han de ser compatibles con tu trabajo.
Yo en los últimos años me he vuelto hiperactiva. Mi mente está en constante ebullición, incluso cuando duermo ya que a menudo me despierto con ansiedad pensando en las tareas que tengo pendientes. No mola nada, la verdad! Y esto hace que me vea ojerosa y fea, como tu dices, porque no hay quien duerma 7 horas del
tirón.
Sé que esta hiperactividad la he generado yo misma para evitar pensar en mis miedos (que son muchos) y enfrentarme a ellos. Y, a menudo, noto que ni tan siquiera lleno los pulmones para hacer una simple respiración. Sé cuál es la solución para estar bien: parar y respirar profundamente, pero madre mía lo que cuesta saber hacerlo!
Gracias una semana más por compartir tus experiencias! :)
Dolce far niente…Quizá nos empeñamos en estar todo el día ocupados porque creemos que si tenemos mil actividades que hacer nuestra vida está más llena. Por experiencia sé que cuando estás todo el día ocupada dejas de fijarte en los pequeños detalles, no disfrutas de las frías mañanas de invierno en las que sale un rayito de sol y el aire helado te descongela las ideas, no descubres sitios nuevos, ni gente nueva, ni ninguna parte de tu “yo nuevo” que se esconde por ahí para sorprendente. Estoy totalmente de acuerdo contigo, a veces no hacer nada es hacerlo todo.
Gracias por este post. ¿Sabes cómo me llamaban a mí en casa? GANDULA!! Ja ja ja, todavía recuerdo los gritos de mi abuelo en la casa del pueblo o a mi madre levantando la persiana de la habitación los fines de semana a las 10.00 de la mañana. Imagina mi existencia
Toda mi infancia y adolescencia fue una sucesión de actividades para llenar el tiempo, no parar nunca y no distraerme entre semana con tonterías como teles, patios etc… ; y he de reconocer que me está costando mucho años cortar con esa forma de pensar.
Así que mi nueva vida (la nueva Bea la llaman algunos) consiste en: dejar de hacer cosas porque “toca” a hacerlas porque quiera, parar de pensar que recibo una nomina por mi trabajo mensual y empezar a pensar que doy mucho más de lo recibo (que es simple dinero) y por supuesto empezar a vivir con menos, a crear más y a salirse de los cánones establecidos.
Eso sí, cuesta de narices (no digo tacos porque nos has pedido que seamos amables y digamos bonitas palabras) pero gracias a ti, hoy es mucho más llevadero. Sigue así.
Bea
tengo ganas de ver a la nueva Bea! vas a venir a Barcelona pronto? no te mandan los de tu empresa más? :)
Querida Deb, no sabes el bien que me hacen tus artículos. Son esas cosas que una piensa a menudo, pero qué bien hace verlas plasmadas fuera de una, en la voz de otra persona… PARAR… gracias por recordármelo y por compartir tus pensamientos y tus sentimientos con tanta valentía. Hoy me voy a tomar la mañana libre. Me sentaré en una cafetería un rato, miraré una tienda de telas y otra de utensilios de cocina… allá voy
Tu post de hoy se merece un marco o un pedestal o algo parecido…Gracias!!!!!
deb! Tom Hodgkinson es dios!! :-)
Mi marido lo descubrió hace unos años, y la verdad es que nos ha influído mucho a los dos. Os cuento. Tanto yo como mi pareja somos muy pero que muy vagos, nos gusta divagar, hablar mil horas sobre nuestros sueños, leer, pasear, y en general disfrutar del día a día. Además de eso nos encantan los niños, y ya tenemos una niña de tres años y otro en camino. Sí tenemos hipoteca, aunque gracias a haber trabajado duro durante unos cuantos años (en trabajos que a ninguno de los dos nos apasiona demasiado), casi lo hemos pagado. Ahora, los dos trabajamos media jornada, porque sí, porque queremos más tiempo para nosotros y la niña, y aunque eso suponga ahorrar mucho menos cada mes. Gracias a ello, tenemos tiempo para dedicarle nuestra niña, y tiempo para divagar un rato todos los días juntos o a solas. Puede que el rato dure una hora o dos como mucho, pero por ahora es suficiente. Y la verdad es que vivimos de cine.
Sí se puede vivir más pausadamente, simplemente hay que tener las prioridades bien claras.
Mi relación con la pereza es complicada: no sé si elijo “no hacer nada” o elijo “no hacer lo que debo hacer”. O sea, no sé si hoy decido muy sanamente “ser perezosa” o me dedico a “procrastinar”, ese palabro de moda, es decir, si pospongo constantemente aquello que tarde o temprano tengo que abordar… Y no, no lo llevo nada bien: me flagelo constantemente. De todas formas, acabo de descubrir un librillo para mis hijos que me estoy metiendo en vena yo misma. Se llama “Hacer Buda. Guía sencilla de meditación para niños”. Pues bien, entre las meditaciones que propone hay una que se llama “Meditación del espejo interior” y que invita, precisamente, a descubrir el poder de “no hacer nada”, a aprender a estar en silencio. Efectivamente, la mente hay que aquietarla para que “se limpie”, como un espejo. Y solo “haciendo nada” podremos percibir y aprender determinadas cosas sobre nosotros mismos… Así, dejemos de procrastinar y pongámonos activamente a hacer nada :)
Hola a todo el mundo!
A mi, aquest temps de reflexió i panxing m’agrada anomenar-lo: “temps d’esmolar la destral”
Pot semblar que el nom és una mica garrulo, però ve d una història que em van explicar sobre un vell aizkolari que era reptat per un jove enèrgic en ganes de guanyar al mític ancià.
Al final i resumint molt, el jove perd i l’ancià li explica el seu secret que és el següent :
Mentre el jove és mata a picar amb la deStral sense parar el vell s’atura cada poc a esmolar la destral._
M’agrada molt!!! Temps d’esmolar la destral, m’ho guardo :)
Fantástico post. Mi sensación es parecida. Me he torturado pensando que nunca hago lo suficiente. Que nunca cumplo con las horas que me he marcado. Lo cierto es que le dedico las 24 horas del día pero no cuento aquellas que no son de “producción”. De momento le he prometido a mi pareja un par de días de absoluta desconexión. Algo es algo para empezar…
Sabias palabras, Deb! Mientras te leo me doy cuenta de que, a pesar de ser emprendedora, aún sigo ligada a un trabajo de 9 a 15h que, aunque es lo que me ayuda a pagar las facturas (de momento), también me obliga(o) a levantarme bien temprano, y pasar horas haciendo cosas que no me motivan…y si a todo eso le sumo este frío, que llevo fatal (léase mi último post: http://naturadharma.com/wordpress/2012/11/28/sobre-la-hibernacion/) el leerte me hace sentir comprendida y orgullosamente vaga y perezosa! Gracias!!!
Pues no se si estar de acuerdo o no? por una vez. Me explico, se que ahora, se que no lo hago bien de todo, estar ocupada todo el rato con setentamil cosas en la cabeza, despertándome a las 4 de la mañana y no poder volver a dormir.
Pero disfruto tanto! me gusta tanto todos los berenjenales en los que me he metido, as de padres, los pañuelos, etc etc. que cuando me voy a la cama estoy contenta.
Se perfectamente la sensación que he tenido otras veces cuando he estado tirada en el sofá sin hacer nada, y la verdad no me sentía muy bien.
Cierto es, que todo lo que hago podría hacerlo algo mas pausadamente, es posible, y que conste que lo intento, pero si ahora me planteo la posibilidad de sentarme a leer un libro o pintar un pañuelo, que quizá se pueda llegar a vender, mi opción es la segunda, pero es que me apetece! que bonito es hacer lo que a una le gusta no?
Es diferente estar tirada en el sofá sin hacer nada de forma pasiva (conozco la sensación, aunque desde que era adolescente no la he tenido más, básicamente es la de “quiero estar haciendo otra cosa pero no puedo”) que estar activamente haciendo NADA. Y ese NADA puede ser pasear o pintar un pañuelo, si es lo que te hace sentirte plena. Lo único importante es hacer algo que desees hacer con todas tus fuerzas :)
Gracias por el texto de Tom Hodgkinson, me gustó muchísimo. Me encanta leerte. Me inspira todo lo que escribes y me identifico con la gran mayoría. Tu último articulo hasta alguna lagrimilla me sacó. :) El problema no son las ganas de hacer cosas, el problema es no saber en qué dirección ir… estar perdido y dar vueltas sin rumbo fijo. Mil ideas, todas dispares. De ahí el desánimo y la desmotivación. Será cuestión de no rendirse aunque haya que buscar inspiración debajo de las rocas.
Encontrar la dirección puede ser un camino largo para algunas (como yo), pero si lo conviertes en tu prioridad acabas encontrándola. Hay que dar importancia a lo que queramos que sea importante…
Tus post llegan siempre en el momento mas adecuado.
Llevo días sintiendome mal, enfadandome, con dolores de cabeza, “porque el día no me ha cundido”… Y justo hoy, después de una semana intensísima, me he levantado tarde (con 100000 pensamientos de culpabilidad). Y como has dicho, nada mas mear, sentada delante del ordenador.
Pero para algo ha servido. Ahora, después de haber leido este maravilloso post me siento mucho mejor y menos culpable. Además prometo oficialmente que dedicaré mas tiempo a mi misma sin remordimientos! un abrazo
Me leo y me re-leo cada una de tus entradas, pero esta además me gustaría fotocopiarla y pegársela en la cara a mis amigos y conocidos! Esa vida de griego es lo que más me gusta del mundo entero… y casi nadie me entiende! Cuando me quedé en paro mis amigos me preguntaban preocupados “¡¿y qué haces ahora?!” yo no podía contestar otra cosa que: ¡vivir! El problema es que, como dices, ese concepto de esfuerzo, de que el trabajo dignifica, del “éxito” está muy instaurado en nuestra sociedad y luego nos preguntamos de dónde vienen todos esos problemas psicológicos, de pareja, problemas de conducta en niños… estoy segura de que un porcentaje muy alto vienen de olvidarnos de vivir.
Enhorabuena a Olatz por haber conseguido ese ritmo de vida y por poder disfrutar de su pareja y de sus hijos sin remordimientos!
Yo en mi vida, como Nati, también quiero nada a toneladas! ^-^
Gracias Cara Tortuga por tu felicitación!! la verdad es que no es algo a lo que esté acostumbrada… En nuestro entorno somos los “raros” o “excentricos” por no ir al ritmo de los demás, y por no gastar dinero en cosas que se consideran “imprescindibles”. No tenemos smartphones, ni un monovolumen (a mi marido sus amigos le hacen chistes por conducir un coche de más de diez años), ni el carro que ha utilizado mi hija es un Maclaren o Bugaboo, ni vestimos como se supone que hay ir (y cuando tienes una hija, aunque parezca increíble, la presión es mayor…). Gracias a esos “sacrificios”, podemos vivir sin agobios… y la gente no lo entiende. Una mujer mayor de mi barrio, una vez me dijo/pregunto “vosotros tenéis mucho dinero, ¿verdad?” :-O Seguro que tengo menos dinero que ella!!! pero, bueno, allá ellos. Menos mal que ya nos hemos quitado de encima el remordimiento de no ganar más dinero cuando en realidad podemos hacerlo, y de pasar el tiempo divagando en vez de pasar la mopa.
Perdón por la tocho-respuesta, pero lo tenía que soltar!! Saludos!!
Muuuchas gracias Deb! Escribes tan bien que leería todos tus posts una y otra vez :) Yo soy por naturaleza una vaga vaga vaga! Cuando vivía en mi pueblo de Mallorca era la persona más tranquila de la tierra! No me estresaba para nada y dormía muchooo y muy bien! Los isleños llevamos nuestra pachorra :) Llegué a Barcelona y una de las primeras cosas que me sorprendió era que no entendía cómo la gente caminaba tan rápido en el metro y si interrumpías su paso se molestaban! Ahora lo entiendo perfectamente porque yo ya soy una más! Desde que vivo aquí me molesta mucho hacer 20.000 cosas y no centrarme en nada, hacerlo todo rápido y no pensar ni quién soy yo ni qué estoy haciendo ni por qué lo estoy haciendo ni si tan siquiera si me gusta lo qué estoy haciendo! Cuando vivía en la isla era vaga y no me sentía mal ahora estoy aquí y si no llevo el modo “correcaminos” parece que no formo parte de este bucle. Por este motivo, cada vez tengo más claro (a no ser que me toque el cupón y pueda estar tranquila en Barcelona sin hacer mucho y gastando lo mínimo con cosas útiles y senzillas sin tener que preocuparme de si voy a llegar a fin de mes! ¡¡¡No podimo mucho!!! Solo ser libreee!) que me iré a Menorca me montaré mi huerto en casa, me compraré un mobilete para poder viajar por la isla y me dedicaré a HACER lo que me da la gana sin presiones ni compromisos :) :) :) Otra vez, muchas gracias <3 Muaks!
jajajaja me he visto reflejada pero al revés, yo soy de Barcelona y vivo en Mallorca, al final me deseperaba con tanta tranquilidad, y aunque para según que cosas me he adaptado, para otras sigo usando en “modo Barcelona”, pero he de decir lo que tu cuentas es lo que solemos decir “calidad de vida” y reconozco que me siento afortunada. de no tener que usar el metro ni tener que correr y poder ir caminando a trabajar.
Exacto! Calidad de vida! Se nota tantooo :) Lo mejor es tener una casa en cada lugar así dependiendo de como estemos vamos a una o a la otra :) Jajaja! Muaks!
Si encuentras la caseta en el campo de Menorca cógeme la parcela de al lado :)
no les lo mismo, pero podéis venir de visita. seréis bienvenidas.
Cuánta razón!!!
Comparto totalmente tus ideas. Estamos esclavizadas por frases como “el trabajo dignifica”, a mi me gusta lo que hago, pero no quiero dejar pasar los días, ni las personas y cosas que de verdad importan. No quiero sentir angustia por no llegar, porque me faltan horas. No quiero que pagar facturas sea el centro de mi y nuestra existencia. Nos perdemos tanto!!!!
El libro que recomiendas es muuuuy bueno. Yo os recomiendo otro, “El elogio de la lentitud”, de Carl Honoré. Cuando lo leí comenzó a cambiar mi perspectiva y desde entonces no he parado de disfrutar intentando cambiar la realidad con un buen montón de gente que apuesta por decrecer, y que demuestra que se puede vivir mejor con menos.
Para las más curiosas aquí os dejo una reseña sobre el libro:
http://www.elblogalternativo.com/2009/07/21/elogio-de-la-lentitud-de-carl-honore-vivir-deprisa-no-es-vivir-es-sobrevivir/
Es un gustazo leerte! No dejes de escribirnos, porque por lo menos a mi me va de coña todo lo que nos dices, me anima y veo que no soy la única que no llega a todo!
Gracias!
He sido, soy y seré hiperactiva: de aquí para allá, llenando las horas “libres” con actividades, personas o historias que no siempre me apasionaban. Las hacía por llenar horas porque sino me daba la sensación de que estaba “perdiendo el tiempo”. Una soberana tontería: hacer cosas que no te gustan sí que es perder el tiempo. Mejor quedarse en casa leyendo o viendo una peli, pensando.. que llenar todas nuestras tardes con actividades que no nos llenan. Desde hace unos meses eso ha cambiado: sigo haciendo muchas cosas pero son cosas que me aportan y me gustan. Mi tiempo libre lo uso libremente. He podido reducir mi jornada laboral para así tomarme de vez en cuando un día libre “sin planes”, sólo hacer aquello que me pida el cuerpo. Y siento que mi cuerpo y mi mente me agradecen esos días. Gracias por descubrirme a Tom Hodgkinson, me lo apunto para leerlo estas navidades :)
Deb, es el primer newsletter tuyo que recibo y la verdad me ha sorprendido mucho!!! Me he sentido muy identificada y aliviada al leer que alguien aconseja algo que practico y defiendo tan a conciencia.
PauStinson pregunta ‘qué haces cuando tienes que crear algo a contrareloj!!!!’ Mi respuesta es DESCANSAR!!!! Yo me cojo 10min-30min-1h…depende de la actividad que escoja para relajarme!!!……me relajo,….difruto con lo que hago,……no te darás cuenta, pero el cerebro sigui funcionando hasta que de repente aparece una bombilla en tu cabeza,…..y te da una idea, la solución al problema, como en los dibujos japoneses!!! Sin descanso, no hay inspiración, y sin inspiración no hay buen trabajo!!! (quizá muchas horas pero poco productivas!!)
Hace un año y medio estaba a ‘tope’ trabajando 14 horas diarias, incluso los últimos meses de mi embarazo reduje la jornada de 14 a 8-10h diarias!!! (imagínate!!! y encontré alivio!!). Ya opinaba lo mismo que ahora, pero lo ponía en práctica muy pocas veces!!!
Hasta que tuve a nuestro niño!! Ahora lo pongo totalmente a la práctica!!! En esta vida hay que tener clara nuestra escala de prioridades, y la prioridad de todos debería ser SER FELICES!!! Ahora no me gano mejor la vida, pero trabajo menos horas pero más productivas, voy más tranquila, más agusto, con más tiempo libre -que de momento lo dedico a mi peque- y ser mucho más feliz de lo que era antes!!!! Ese es mi mayor logro!!!!
Espero con ansia tu próximo newsletter!!!
Un beso Deb!!
Hoy he tenido que tomar notas del post, y lo digo literalmente, a mitad de la lectura he tenido que parar y rebuscar el cuaderno y el pilot morado para apuntar. Hay conceptos que tenemos ahí en el fondo y no sabemos expresar, y después llegas tú, Deb, y ¡nos lo dices tan claro!.
Hoy me he apuntado dos conceptos que para mí han sido fundamentales para avanzar y te cuento por qué por si también puede ayudar a alguien más…
El primero es el de saber PARAR. Tú dices “cuando paras el tiempo suficiente y logras hacer el silencio en tu interior todo se vuelve claro y la madeja se desenreda”. Me encanta el símil que has usado (creo que por eso yo me llamé Desmadejada). Para mí lo más difícil ha sido parar, porque la sociedad (y cuando me refiero a ésta no es un a ente imaginario, sino a la sociedad que nos rodea, la que forman tu familia, amigos, compañeros de trabajo, de estudios…) toda la gente que te rodea te hace sentir culpable si no haces nada, parece que eres improductiva, y ser improductivo es casi tan malo o más que ser vaga… Yo me he visto obligada a ser improductiva por cuestiones de salud…. que destrocé precisamente por ser tan productiva… Yo tenía dos trabajos, al mismo tiempo que terminaba mi carrera (quitándome horas de sueño), al mismo tiempo que me independizaba y organizaba mi boda… uffff!!! Cuando todo eso paró, mi cuerpo no sabía como escupir el enfado y la rabia que tenía dentro, así que enfermó, era su manera de manifestar que parara…
Y cuando por fín paras, aceptas ser improductiva y a liberar la rabia, desmadejando esa madeja que lleva una dentro, entonces se te ilumina una idea en la cabeza que cada vez es más clara: DESOVEJARSE(me ha encantado este palabro)… y es que lo has expresado muy bien en este post. Yo me dí cuenta que si seguía intentando buscar un trabajo, después de haber salido de uno en el que me hacía moobbing (¿se dice así?), me dí cuenta que si seguía por el camino estipulado socialmente no iba a conseguir quedarme embarazada en la vida, ni tener paz alguna en mi interior, ni ser persona… (seamos realistas en los tiempos que corren no es que exista el moobing es que es innherente en el hecho de tener un trabajo, y si eres mujer aún más)
Así que harta de todo esto, decido empezar a reflexionar en voz alta, cosa un tanto difícil porque toda la gente que te rodea y te quiere te pone muy clarito que eso de desovejarse es imposible y que no tienes más remedio que pasar por el aro (pienso que están demasiado ovejados para poder ver otra forma de hacer las cosas)
Así que estoy intentando no tener miedo a ser diferente. Aunque reconozco que me resulta difícil porque el hecho es que el mundo handmade(ganchillo, pintar seda, hacer patronaje, coser y cantar…) para mí me salvó de todo esto porque me ayudó a desmadejar y a parar… Y me gustaría compartir esa especie de terapia con los demás pero no sé cómo casar esto con ganar dinero… porque comer hay que comer. Pero unir el concepto terapia con el de ganar dinero me suena raro y aún no sé cómo hacerlo muy bien, al menos de una forma equilibrada.
Quizás alguien de por aquí lo haya conseguido y nos diga a todas cómo…
POSTDATA: perdón por el tocho
Desconectar del día a día que nos arrastra y nos absorbe, sin dejarnos tiempo a pensar y ver con claridad. Parar y no hacer nada para centrarnos en estar presente, en el aquí, el ahora y el yo… ¿Qué quiero? ¿Qué necesito? ¿Qué siento? ¿Dónde voy? ¿Quién estoy siendo? Hay que hacer extensiva esta filosofía a emprendedores, trabajadores por cuenta ajena, jubilados, estudiantes, etc. Otra forma de ver las cosas nos permitiría crear una sociedad más sana y limpia, en la que no se valore el echar horas o el trabajar mucho si no el hacer desde el estar y el ser. ¡Nos queda tanto por aprender!
¡Gracias Deb!
ERES SABIA DEB, Y MUCHO!
GRACIAS POR REGALARNOS TUS APRENDIZAJES Y TU TIEMPO
TE COMPARTO YA
Buenisimo el post! cuantas verdades, también soy una vaga de oficio y me cuesta organizarme para encontrar esos momentos para ejercer ;)
Creo que la clave está en priorizar y lograr planificarse bien.
Gracias por tus pensamientos.
Muchas muchas gracias, me lo sé de memoria, pero se me olvida siempre, gracias por recordarmelo, me lo voy a pegar en la cabecera de la cama
yo me he pasado toda la vida así, rellenando cada minuto de mi existencia. un año de la universidad por ejemplo, olvidé dos días dejar el hueco para comer…así, tal cual…salía de mi casa a las 8 y llegaba a las 11 y se me había olvidado el pequeño detalle de dejar aunque fuera media hora sin actividad para comer. No puedo ver una película sin estar haciendo algo más y si es en el cine mi cabeza está en mil cosas a la vez. Sin embargo, después de uno de los bajones más grandes que recuerdo, de autoflagelarme por no hacer lo suficiente, por no centrarme porque así nunca iba a llegar a nada, resurgí y ahora estoy como en un estado zen maravilloso…La verdad, no quiero tener que pasar por algo verdaderamente chungo para decir todo lo que he aprendido con eso y que ahora voy a vivir la vida. Voy a vivirla ya, por lo que pueda pasar :)
Simplemente Genial¡¡¡ Efectivamente yo me encuentro en ese submundo extraño de emprendedores (que tan de moda está ahora) y que a base de echar un millón de horas a la semana, seguir recibiendo órdenes de todos aquellos que aun no trabajando en el proyecto tienen poder sobre él (puñetero dinero) me voy a casa con hambre de hacer otro tipo de cosas. Tengo ganas de hacer algo que realmente me gusta, de dedicar mis 8 horas de trabajo algo que me impresione, me conmueva cada día, que alimente mi sed por seguir APRENDIENDO. No sólo trabajo un montón de horas en algo que está empezando, si no que además he decidido ponerme a estudiar MÁS para seguir formándome ya que como decía mi padre ” el saber no ocupa lugar” ya pesar de llegar a casa a las 23;00 de la noche casi toda la semana, en realidad es lo que más me gusta mi día, mi Máster… En fin que vivo en una paradoja que sé que antes o depués espero convertir en una vida Griega … Gracias Deb, eres simplemente GENIAL, piensas, meditas, nos lo explicas y además razonas sobre ello… ¿Qué mejor lectura para los martes entre el café y el siguiente word a rellenar…?
GRACIAS
La otra noche (en una semana de entregas y estress) soñé que pasaba dos días observando plantas en el bosque. Morfeo es sabio.
Cuando conocí a mi novio pensaba que era un poco vago, pero he aprendido muchísimo de él. Trabaja como “diseñador multimedia” (eso significa muchas cosas y nada en concreto) en la facultad de ingeniería industrial y siempre le encargan mil cosas a la vez y todo lo quieren YA. Pero él es de la filosofía “Lo puedo hacer rápido o lo puedo hacer bien” y además si necesita un descanso se lo toma aunque no toque y se pone a ver vídeos o decide irse una hora antes porque ese día ya no va a rendir más o porque necesita que le dé el aire. Eso está muy mal visto, pero la verdad es que le funciona y lo que hace lo hace mejor. Y lo más sorprendente es que sus jefes lo han aceptado (es el único que lo hace) y no sólo no lo echan sino que le han renovado el contrato.
Toma ya. Y no sólo se trata de descansar para rendir mejor, aveces dice “hoy he hecho esto muy bien, me merezco no hacer nada más” XD.
Yo creo que hay que revisar “Momo” de vez en cuando para no olvidar luchar contra los hombres grises. Mi libro-biblia.
A propósito de lo del despertador, me he acordado de algo que leí sobre despertadores naturales. Por lo visto despertar de golpe (y con un sustaco) es de lo menos sano que hay, te produce hasta pequeñas embolias… y mucho peor si despiertas cuando aún es de noche. Hay unos despertadores que simulan la luz del amanecer y te van despertando gradualmente con una música suave. Creo que me voy a pedir uno por navidad.
Desde que leí Momo (ya “de mayor”) también se ha convertido un poco en mi biblia, creo que es un libro que absolutamente nadie debería perderse. Para empezar deberían leerlo todos los niños, para que no se conviertan en los adultos grises que, por desgracia, ya muchos comienzan a ser.
Creo que ese tipo de despertadores son parecidos a los que usan las personas sordomudas, por lo que nos contó en profesor de un curso que hice. Y es cierto que despertarse de golpe es lo p-e-o-r, hay veces que el despertador me ha pillado tan profundamente dormida que el corazón se me ha desbocado y hasta un buen rato después tengo mal cuerpo y las pulsaciones a mil, ¡eso no puede ser bueno se mire por donde se mire!
Gran entrada :)
En mi cole era obligatorio leer “Momo” y “Jim Botón y Lucas el maquinista”. Era un cole guay.
Mi despertador del móvil tiene un modo de alarma que pone unos soniditos que puedes elegir rollo bosque, niebla, lluvia, selva y tal (en plan todo muy zen como de melodía de meditación) y la pone muy muy bajita y va subiendo. Y suena 5min antes de tu alarma “normal” (que ya no me suena porque es suficiente lo otro).
Una de las cosas que más he odiado en la vida es el que una máquina chillona me saque del sueño, es asqueroso. Y tú con tus supersueños peor aún, seguro que siempre te interrumpe las mejores aventuras! :)
Pues está genial, me lo voy a pedir a los reyes, es que en serio, es algo que me preocupa, no me importa madrugar, pero aveces me despierto con unas taquicardias por el puñetero despertador…y cuando me saca de mis aventuras me paso el día odiando XD
Ser vaga es lo que más me sale! Me gusta el post de hoy porque concuerdo, yo siempre pelee duro con mis padres por el tema de levantarse temprano y vivir esclavizados por los ritmos del trabajo. Crecí en una granja y la actividad de la granja no te permite quedarte dormido hasta tarde, antes que salga el sol ya hay que ponerse las botas e ir a buscar las vacas para llevarlas al corral. Esa fue mi primera iluminación: no sabía lo que quería, pero sabía lo que NO QUERÍA. No quería un trabajo que exigiera trabajar todo el día y dormir temprano para levantarse MAS temprano.
Actualmente, si bien mi lugar de trabajo definitivamente no es mi lugar favorito en el mundo, trabajo 6 horas durante la mañana y tengo el resto del día para mí. Por tanto puedo hacer un montón de cosas, gracias a eso en unas semanas cumplo un año con Los Amiguitos de Rolo Patricio y llevo tejidos más de 500 muñecos amigurumi. Y todo surgio de mi necesidad de ser vaga, porque en lugar de hacer lo que tenía que hacer que es leer jurisprudencia (porque soy abogada y mi trabajo tiene que ver con sistematizar jurisprudencia) decidí hacer algo diferente… y eso me conquistó, tanto que hoy es mi actividad paralela. Pero no me desespero por trabajar, cuando me piden que haga un muñeco soy brutalmente honesta y les explico que puede estar terminado en dos días o tardar un mes porque depende de mi tiempo y de mis ganas de hacerlo.
Soy vaga, pero madrugo. Porque tengo un ciclo de sueño diferente al de la mayoría de las personas. Duermo 3 o 4 horas de noche (lo que hace que a veces este despierta a las 5am o a las 6am) y 3 o 4 horas durante el día. Es raro, pero me funciona. Lo que jamás hago es dejar de dormir, dormiré poco de noche pero para mi las siestas de día son fundamentales aunque mi mamá me mande cientos de informes y páginas que digan que no es igual al sueño nocturno.
Yo creo que aunque tu trabajo te obligue a madrugar puedes seguir siendo vaga, lo que no tienes que permitir es que tu trabajo te robe horas de vida. O te prive de hacer las cosas que quieres hacer.
A mí también me suena (y mucho) eso del enfado con uno mismo, y por ende se refleja en tu actitud hacia el resto del mundo.
Me suena a que me siento esclava y maniatada de esta sociedad en la que se paga un impuesto de una tierra que ya has pagado como propiedad tuya, pero que no se sabe por qué, tenemos que seguir pagando impuestos a unos señores que nadie ha nombrad como reyes y dueños de este nuestro planeta.
Que hay que trabajar para tener algo mínimamente digno (casa, coche…para ir a trabajar claro, y una nevera llena de comida), que nos roban por todos lados en este país, y que nunca NUNCA se nos da lo que vale nuestro trabajo.
Yo personalmente hace meses que he dicho BASTA, esto hay que cambiarlo, de modo que al menos lo estoy intentando. Aun me queda camino, sí, pero el principio del comienzo es cuando aquel día me dió un vuelco la mente y quise cambiar esta rutina de vida del trabajador típico español.
Yo, no estoy dispuesta a seguir pobre, curranta y siendo una insatisfecha laboral total.
De modo que sí, soy de tu grupo de vagas, duermo hasta que mi cuerpo lo necesita y además, disfruta con ello.
PD: el libro me lo apunto como lectura imprescindible. Gracias!!! ;)
muy buen post, como todos que estoy leyendo desde que descubrí tu pagina-blog. ya quería escribir/comentar varias veces pero por mi timidez (soy tímida desde que nací, me escondía bajo una falda larga que llevaba mi madre en los 70 cuando yo tenía 3 o 4 años) y por mi “miedo” de escribir en castellano (soy la clásica guiri anque llevo aquí en España unos 7 años ya) no me atrevía…
pues yo también desde que trabajo por mi cuenta (por obligación en cierto sentido, porque mi última empresa donde he trabajado, quebró) tengo todas las horas del día ocupadas. no paro… entre arquitectura (soy arquitecto), diseño y manualidades (a punto de crear este apartado en mi negocio) me queda poco tiempo para mi, mi novio, mi familia lejana (polaca) y “adoptiva” (valenciana de mi novio) y mis 2 gatas. me gustaría mas tiempo y… dinero para poder “materializar” mis ganas de relajarme, cuidarme, darme un respiro… pero por otro lado me gusta este vértigo de tareas comparando con mi vida laboral anterior, cuando trabajaba para otros, de 8 a 8 sin márgen para pereza, ganas o no-ganas y al final para que otro viva de tu tiempo dedicado, tu creatividad, ideas. además yo vengo del mundo de arquitectura donde la vida profesional no tiene límites de tiempo, horarios. tu vida privada no existe o está completamente sumisa a las demandas de trabajo. ahora, cuando hago cosas por mi cuenta, también tengo que sacrificar mis ganas de pereza, parte de mi vida personal al trabajo. las fechas de entrega de proyectos, fechas de concursos no tienen piedad, pero cuando llegan los frutos de tu trabajo, se agradece mucho. pero pienso que debo relantizar un poco mi ritmo, las tareas que me planteo yo misma. tengo demasiadas “ganas de trabajar” que hago más de lo que debo. me vendrá bien un poco más de dolce far niente…
abrazos para todas y para tí Deb y gracias por tus artículos, que seguiré leyendo!
Bienvenida!!! Y no te preocupes que aquí la mayoría somos grandes tímidas, pero es lo que tiene internet, que no nos vemos las caras :)))
;))
Chicas chicas chicas… veo que a muchas nos pasa lo mismo.
Yo desconectar no sé, y me duele tremendamente. Mira que intentarlo lo intento mil veces, pero sólo lo consigo si me duermo (y si no me acosan las pesadillas con estos mismos miedos).
Desde pequeña recuerdo a mi padre levantándonos el fin de semana diciendo eso mismo, que no fuésemos vagos. Y en realidad éramos niños y no teníamos nada que hacer o adolescentes que querían dormir un poco más. Ahora tengo 33 años y sigo arrastrando esta presión.
Me propongo pasar, levantarme algún día más tarde, dedicarme a leer… y aún así no puedo. Mientras estoy leyendo estoy pensando en que debería leer esto para cultivarme, esto otro para aprender a hacer algo nuevo, lo de más allá para profundizar en algo y no ser aprendiz de mucho y maestra de nada…
Ayer mismo tuve un día de saturación y hoy quería escribirlo en el blog. Son tantas las cosas que quiero hacer y tantas las que debo que ya ni disfruto de sacar a mis perros (tengo cinco, me dedico también a recoger animales de la calle y buscarles nuevo hogar, pero estos cinco son míos) pero tampoco aprovecho el día como debería ser y blablablablabla, que me enrollo como una persiana, que gracias por la recomendación del libro.
A ver si me lo leo y me curo.
Por cierto chiquilla, que eres una inspiración para mí, que estoy supercontenta con el descubrimiento, que me das fuerzas y quiero que sepas que llegas hasta un rinconcito en medio del campo en Lanzarote :)
Pero viviendo en Lanzarote una no se puede saturar! :))) Vete a Famara y que te dé el aire y corre por la playa con los perros y listo!
No tienes que hacer nada más que vivir y disfrutar de la naturaleza, tú que lo tienes fácil…! Todo lo demás son tareas autoimpuestas que no te llevan a ningún sitio (bueno sí, a un sitio más agobiante).
Yo cuando me quiero relajar a veces me imagino que soy uno de mis gatos y que voy a vivir como ellos durante un rato…! Y funciona!
Jaja, veo que has estado por aquí… No es la isla lo que me agobia querida (aunque a veces el que no te consideren como parte de España para los pedidos fastidia mucho y el abanico cultural y de ocio potente de las ciudades grandes se echa de menos). Lo que me agobia son las facturas, una hipoteca y un padre muy exigente aún con la edad que tengo, al que parece como si tuviera que demostrarle algo y que por más que hago no lo consigo. Son historias complicadas y falta de concentración, pues casi siempre que estoy haciendo algo estoy pensando en otra cosa que tendría/podría hacer ¬¬
WoW gracias!
Acabo de saber porque ultimamente soy feliz!
Me lo acabas de explicar!
Me encanta mi vida desde que me levanto tarde. Un buen dia me deje de sentir culpable y desde hoy además tengo una teoría y hasta un libro en el que reafirmarme.
Muchas gracias!
jolineeeeeeeees, cada vez me gusta más leerte, Deb!
Un abrazo lleno de enhorabuenas! Voy a compartir este post en mi página de proyecto en facebook porque das en el clavo. Hace tiempo que me di cuenta que hacer el griego es como más se rinde…porque fluyes, porque escuchas dentro y te puedes dar a los demás desde el propio centro…y mola!!! Lo que pasa es que es absolutamente necesario que recordemos que tenemos que hacerlo, y tu texto lo recuerda perfectamente…Compartooooooo!!! gracias!!!!!!!
Mercè
Genial el post!!!
No me podía venir más al pelo.Ayer salí del trabajo a las 3 de la mañana y lo que pensé al llegar a casa fue: ” venga,acuestate rápido que en unas horas te llegará el post de Deb y a ver quién se levanta”.Pero mi despertador natural deci dió que mi cuerpo necesitaba dormir más y aquí estoy,leyendo después de comer,jeje,y que bien me ha sentado.
Al igual que la inmensa mayoría de vosotras trabajo mil horas e intento hacer mil cosas y si no hago todo me siento mal porque no estoy siendo útil y porque como bien habéis dicho,lo de ser vago está mal visto.
Creo que al igual que Ana soy afortunada,ya que mi novio también tiene un trabajo poco convencional,es fotógrafo,y eso le permite tener unos horarios más liberados y es el que siempre me invita a ser una vaga(Imaginaos como soy que siempre me dice que me puede el ansia).Estoy aprendiendo poco a poco a tener momentos de no hacer nada y eso es genial!!
Olatz,es admirable lo que has conseguido,espero que cada vez seamos más los que sigamos tu ejemplo!!!
Vivamos como griegos!!!!
Un abrazo para todas!!
Yo he empezado por el autentico principio. He parado todo. He ido a la naturopata y me ha dicho como tengo que hacer para bajarme de este caballo de estres que tengo.
Estoy quedandome calva (literalmente) y leerte me hace pensar y replantearme las cosas. Por eso he dicho. Oye Aitana! para. Curate y despues seguimos con los planes, pero primero para.
Asi que salvo la proxima ferias me voy a dedicar ha hacer Yoga, disfrutar de mi hija y nada de nada.
Parar!
Gracias Deb!
Eso de “El trabajo os hará libres” ya sabéis dónde lo ponía…
Os cuento brevemente una experiencia relacionada con esto y otras muchas cosas que suele comentar Deb en muchos de los posts.
Desde los 17 años tenía verrugas en las manos. De esas que las provoca un virus. No se iban con nada. Antiverrugas, nitrato de plata, tapándolas con esparadrapo “para que no respiren” (así se le fueron a mi hermano) y nada.
Un día fui a un médico-farmacéutico homeópata naturista o algo así. Me pidió todos los análisis de sangre que tuviera guardados desde el nacimiento. Le llevé muchos e hizo un estudio del que dedujo que yo necesitaba para eliminar las verrugas jalea real con oro, plata, cobre y zinc, lisina y equináccea. Tenía que tomar todo eso tres veces al día. Y lo hice durante 6 meses.
Al cabo de ese tiempo me cansé (en realidad me sabe a cuerno quemado mantener tratamientos) y lo dejé, viendo que no se apreciaba ningún resultado.
Pasados dos meses de aquello, decidí por fin dedicarme a mi propia empresa, dejando de lado las oposiciones que estaba empezando a preparar. Para mi sorpresa, a mis padres no les dio ningún patatús, a todo el mundo le pareció bien y el mundo siguió girando.
En menos de una semana, las verrugas se me secaron y cayeron. Tal cual. No quedó ni rastro de ellas. Y os puedo asegurar que tenía muchas, muchísimas.
¿Influyó el tratamiento que tomé durante 6 meses? Ni idea.
Pues no sé si decir que estoy de acuerdo o no, porque debe ser que no lo gestiono tan mal… Estoy muy ocupada, y me gusta (claro que a lo mejor hay días que estoy más cansada, o más decaída pero en general soy feliz). También tengo ratos libres para desconectar, y hacer el maratón de películas. Pero por lo general son muchos menos. Creo que soy un poco adicta a estar ocupada, y lo necesito (no sé, quizá me de adrenalina).
Recuerdo que leí en algún sitio: “El ser humano se ocupa de buscar la felicidad, pero su mayor felicidad es estar ocupado.”
Yo también suelo ser de estas personas “non-stop” y, no sé si os pasará a vosotros, pero creo que he convertido la vagancia en mi objetivo final. Me explico: a veces no me permito ni un respiro pensando que si lo doy todo ahora de joven (bueno los 30 empiezan a pesar…) y consigo mi meta pronto, después voy a poder tirarme a la bartola todo lo que me apetezca y disfrutar a lo grande… SÍ, le reconozco méritos a la vagancia, lo único es que por ahora no quiero permitírmela… Lo cierto es que leyendo tu post me he dado cuenta de que lo mismo una paradita por el camino sin sentimiento de culpabilidad no vendría mal…hasta me he sentido identificada con lo del naturópata (el mío dice que tengo ira en el hígado…’pa flipar’). Pues nada, que ahora mismo tomo prestado tu sabio consejo y cierro por hoy. Hoy toca hacer el griego ;p
Gracias por estas palabras de hoy!! me llegan en el momento justo… me recordaste cual es la vida que me gusta vivir y que se me escapa entre las obligaciones y la rutina. Besos!!!!
No podría estar más de acuerdo. Jaja, yo la verdad que nunca me he sentido mal por hacer “nada”. Me gusta dedicarme tiempo a mí misma y a las cosas que me gustan. Y muchas veces siento como si fuera la única opción posible. Sobre todo después de esta vida de esclavitud (porque así es como yo lo vivo) que me hace tener mi trabajo, es como si una vez que llegara a casa ya puff, la única alternativa que veo es desconectar lo más que pueda para tener fuerzas al próximo día… Eso sí, mi madre si que se encarga de que no lleve mi vaguería tan bien al decirme cosas como que estoy cansada de no hacer nada y patatín y patatán…
No hay nada como entrar aquí para sentirse bien, oye!
Yo para desconectar me doy paseos por el campo, como vivo en un pueblo la tranquilidad está bastante asegurada, en el exterior, porque en el interior de mi persona muchas veces es el caos mental!
El Reiki también me calma, y pensar en las cosas buenas y sentirme agradecida por ellas también me ayuda a relajar un poco el nivel de exigencia personal. Esto último lo leí aquí hace poco, si es que este blog es un pozo de sabiduría :D Un abrazo a todas, porque los comentarios también son muy interesantes!
¡Oye, Deb! ^_^ Yo soy una de esas vagas y muy de hacer vida de griego prácticamente todo el tiempo. Eso no quita que trabaje (aunque esté oficialmente en el paro). Claro que trabajo. Unas veces más, otras menos, pero me esfuerzo al máximo y pongo todo mi perfeccionismo, creatividad y amor (que son mucho) en cada uno de los minutos que paso trabajando.
Pero la verdad es que tengo bien claro desde niña que ni el trabajo constante ni el que suele imponer el mercado laboral en sí es lo deseable. De hecho, tenerlo tan claro y ver la realidad tan diferente me costó una depresión durante una parte de mi veintena que me “retrasó” con respecto al ritmo que al parecer la sociedad espera de nosotros. Cuando acabé el instituto estaba totalmente angustiada (e incluso antes: siempre me angustió el colegio y luego el instituto), no sabía qué quería hacer exactamente. Sabía que las opciones que se me presentaban, como estudiar “lo que sea”, la carrera en la que me aceptaran, simplemente, no iba conmigo. No quería uncirme al yugo, si me entiendes. Ya sentía la presión de llevar una vida “normal”. Y ya me preguntaba si entonces la vida consistía simplemente en estudiar una carrera, encontrar un trabajo al que dedicar 30 o 35 años, casarte, tener hijos, morir y ya… Y me resultaba tan absolutamente descorazonador… Pero era lo que me daba la sensación de que el mundo esperaba de mí, de todos nosotros. Y para mí era muy poco. No era nada.
Finalmente, conseguí salir de la depresión tomando decisiones y movida por el orgullo y por la vergüenza de ser causa de dolor para mi familia y un lastre para ellos. Pensé: “vale, no te gusta la vida, no sientes nada y no quieres vivir, pero ¿ellos qué culpa tienen de lo que tú quieras o sientas o dejes de sentir?”. Mi primera decisión, por supuesto, fue vivir. A partir de ahí aprendí a vivir. Dejé de teorizar (o incluso de tener la mente vacía) y de ver en general y a mucho tiempo vista. Me fui concentrando en el momento, en lo inmediato y en pequeñas metas. Me entregué al disfrute de las pequeñas cosas que me hacen feliz (¡como comer cosas ricas!, o la ópera, o bailar, o la soledad, jugar un videojuego, leer, escribir…). Y a la vida de griego. Por cierto, no encontré ninguna ayuda en la sanidad pública. Quien diga que la depresión no se la puede curar uno solo que venga a hablar conmigo…
En fin, estudié una carrera ya “de mayor”, la que me gustaba al fin. Una por la que sentía vocación. Descubrí lo fácil que es estudiar de mayor, por mucho que digan (con ayuda, eso sí) … Descubrí también que nunca es tarde para nada (excepto, al parecer, para el maldito mercado laboral) y que no hay tiempos correctos en general para las cosas. Cada persona tiene su propio tiempo interno, su ritmo. Y siempre se pueden aprender cosas nuevas y cambiar de vida. Es absurdo cómo nos limitamos a veces. La cultura española me resulta muy inmovilista y limitadora en ese sentido…
Es verdad que aún me siento un poco culpable por ser vaga. Pero es que no estoy tan segura de ser vaga. Sí, cuando me pongo el despertador (¿para qué lo sigo haciendo?), lo apago y duermo una o dos horas más. Me suelo levantar bastante tarde en general si me lo puedo permitir. ¿Pero acaso no hago luego mis tareas igualmente? ¿Quién dice que hay que levantarse a las 6 o a las 8 de la mañana para trabajar? A mí me hace muy feliz dormir y soy una tremenda soñadora (no en el sentido más cursi de la acepción, me refiero a lo que disfruto el mundo de los sueños en general y mis sueños tan locos, míticos, alegres, misteriosos y vívidos, en concreto). Quiero decir que para mí es una actividad importantísima. Mucha gente dice que dormir es morir, que es tiempo perdido… Para mí es una afición más que cultivo con amor y que me divierte muchísimo ¡y encima aprendo y crezco! ¡Mucho! Mis sueños me dicen mucho de las etapas que voy atravesando y de cómo voy creciendo o me avisan de qué es lo que falla. Los siento como un apoyo, una capítulo especialmente hermoso y revelador de una guía para la vida.
A ver, que luego también se puede encontrar placer en madrugar, ver la salida del sol y aprovechar tooodo el día. Espero poder llegar a conseguirlo algún día y apreciarlo XD
El hecho es que no es necesario matarse a trabajar para vivir (lo único necesario es trabajar mejor y en lo que nos gusta). No entiendo la esclavitud que se autoimpone la gente. No necesitamos casa propia, ni hipotecas, ni la última tv de plasma, ni coches… Ni, por cierto, vivir en una gran ciudad. Si vivimos de manera sencilla se puede vivir con menos dinero y más felices y libres de preocupaciones, seguro. Por tanto, trabajar menos y Vivir más. Que, al menos a mí, es lo que me interesa…
En fin, perdonad el rollo que os he metido. Me ha gustado mucho este post, Deb. ¡Un saludo!
Una hedonista convencida.
Quiero Vaguearrrrrrrrrrrrrrrrrrr!! Mi padre era de esas personas q no t pueden ver sin hacer nada, y hoy aunq sea adulta y mi padre este a 30000 km, me siento super culpable sino estoy moviendome.
Trato de enseñarle a mi hijo q hay muchas cosas importantes, no sólo trabajar (porq me ve trabajar mucho), todas las mañanas después de desayunar tnemos lo q llamamos nuestro momento romántico, el lo tiene incorporado, me dice-Va mami! el momento romántico- jajjajja! y nos vamos a la cama a jugar, hacernos mimos, y VAGUEAR!! sin dudas es el mejor momento de día para ambos.
Ainsss como te entiendo con ese sentimiento!!! Lo peor es que me rebelo e igualmente no disfruto :(
Es horrible es como una vocecita interna con la voz de tú padre ejejjejeje, esto es para psicologo eejejejjeje!!
Yo so vaga, y qué!!! Ese será mi grito de guerra.
Muchas personas no se dan cuenta que cada uno tiene su ritmo y que intentes tener tu tiempo y tu espacio es muy importante.
Yo estoy en ese momento de no quere morir en vida y querer dejar de estar enfadada conmigo misma por ser una esclavita que baila al son que otros tocan.
Deb, no sé si daré el salto, pero lo que sé es que el hecho de saber que hay más como yo y que hay luz al final del camino, me hace sentir mejor.
Gracias por tus palabras.
Un beso
Me ha hecho mucha gracia el despertador porque es algo que pensaba esta mañana. Hace un año vivía en un apartamento muy, muy pequeño de un edificio muy, muy pijo. Cuando salía a trabajar nunca me encontraba con nadie e incluso el barrio estaba un poco dormido. Ahora vivo en otro barrio y cuando salgo( a la misma hora) ya hay tortas por el ascensor y la calle está más animada que una verbena. Vamos que mi barrio es normal, o sea, de débiles, pobres y tontos :))
Basta de este sistema opresor que nos enferma, no nos deja pensar, nos mantiene dopados, que atrofia nuestras manos nuestro cuerpo , que sataniza a todos quienes estamos en contra de todo lo establecido. Es hora de despertar, y tomar nuestra vida porque es nuestra, de ser libres no tan solo de acto si no también de mente! es hora de ser felices, de amar y dejar de juzgar al resto. sin duda ya es tiempo de cambio! =)
y como dices tu es hora de tener una “vida de griego”
felicidades por todo Deb y gracias por tu trabajo, nunca te había escrito pero te leo cada semana! =)
muchos cariños
Estoy totalmente de acuerdo, es la primera vez que me atrevo a escribirte, siempre te leo y me mantengo escondida :).
Me siento exactamente como describes en este post siempre haciendo mil cosas con el ordenador siempre trabajando da igual el sitio y el momento, muchas veces metiendome en mi propia burbuja ingnorando el exterior, estando 3 días sin salir de casa. Incluso muchas veces perdiendome cosas bonitas o momentos que luego cuando ya han pasado te das cuenta. Muchas veces también enfermas por no poder dormir por que la cabeza sigue funcionando aunque nosotros ya no queramos…y al día siguiente todo empieza a ir peor por no descansar.
Hay que saber desconectar pero lo que dices tu, simplemente vivir dejar al margen el trabajo y vivir, muchas veces las soluciones a los problemas vienen cuando realmente estas con gente riendo o viendo una película, leyendo un libro… No mirando en el ordenador imágenes como una máquina encontrando inspiración para solucionar los problemas.
Tenemos que oxigenar el cerebro y saber decir que no muchas veces.
El éxito no viene solo pero si no vives no llegará nunca.
Soy perezosa crónica y me creé un trabajo a mi medida, solo 3 horas al día durante 4 días a la semana (bueno a veces son 5 días). Se que solo depende de como cada quien quiera vivir su vida.
Te leo porque me encanta como escribís y coincidimos en muchas cosas!
Gracias
Muchas gracias por el artículo, como siempre me siento superidentificada y me resuena en mi interior.
En mi caso soy emprendedora en el ámbito de la salud y también dedico muchísimas horas a mi pasión – trabajo.
A mi me resulta difícil poner el límite en mis horas de trabajo, ya que trabajo con personas y las acompaño en sus procesos de salud y enfermedad física y emocionalmente. Pero soy plenamente consciente que para cuidar me he de cuidar yo. Así que aunque enfadada en ocasiones por no poder hacer más de lo que me gustaría , he aprendido a pedir lo que necesito. Y pedir no significa que el otro este obligado a dartelo, pero ello me permite ver con más claridad como estoy, me siento y que necesito.
El vacio en el budismo es necesário para poder tener el espacio, capacidad y oportunidad de poderlo llenar con nuevas ideas, riquezas, oportunidades, etc nuestra vida. Este concepto de vacio me hace pensar en el tema del post, el hacer NADA como necesidad imprescindible de regenerarnos, descansar y cuidarnos.
Muy bueno el post. Creo que muchas veces me hubiera gustado ser vaga, pero mi conciencia me hacía sentir culpable. Con los años he aprendido a serlo y disfrutarlo a la vez. Como ahora mismo estoy sin trabajo estoy disfrutando de cada momento.
Besos para tod@s
Pues yo me reduje la jornada hace casi dos años, trabajo de 10 a 3, de manera que tengo tiempo de llevar a los niños al cole y de recogerlos, y aún tengo un ratito para mi cada día. Mi sueldo se redujo en la misma proporción y renuncié a una canguro que me daba un respiro por las tardes, pero es la mejor decisión de mi vida. Después de una etapa muy mala en la empresa mi trabajo ha mejorado un 200%, se me pasan las 5 horas en un suspiro y estoy muy satisfecha, de mi trabajo y de mi vida. Como mi trabajo ha mejorado un 200% en breve voy a estar cobrando por trabajar 5 horas prácticamente lo mismo que cuando lo hacía 8. No he vuelto a usar el despertador ni a tener dolores de estómago. Me levanto cuando empiezo a oír movimiento (de mi marido, que si que lo usa el pobre :-)) y con la luz de la mañana. Algunas veces los niños me leen mientras plancho, o emparejamos calcetines todos juntos sentados en la alfombra del salón. Otras veces me despisto y no hay calcetines emparejados en los cajones y tenemos que rebuscar en la cesta. Algunos días nos concedemos premios y vamos a pasear, a buscar flores o nos hacemos queso derretido. Y cada día escribimos en una libretita tres cosas por las que estamos agradecidos (bueno, algunos días nos da pereza buscar la libretita…). Es más fácil de lo que parece y es fantástico.
Estaba leyendo esta entrada y la verdad es muy inspiradora pero aveces siento en la vida te ves forzada a hacer cosas que no quieres, en mi caso son muchas horas de trabajo en mi proyecto y muy poco el dinero que reditua, mi principal problema es la venta de mis productos y eso me ha orillado a buscar otras alternativas de ingreso paralelas a mi propio proyecto, lo cual en ocasiones me deja escasas horas no de descanso si no siquiera de sueño, la economía mundial está cada vez peor y en México como es mi caso la verdad nadie tiene dinero no digamos para comprar juguetes (que es lo que yo hago) si no ni siquiera cosas básicas como ropa o alimentos, intenté reducir mis costos de vida al máximo a tal grado de que al final de mes me encontraba con un reducido presupuesto para comer, pagar las cuentas y las croquetas de mi perro, ni siquiera lo he podido llevar a sus vacunas por falta de dinero, y mi falta de liquidez llegó a tal extremo que tuve que dejar mi proyecto de lado para buscar un empleo fijo que solventara mi falta de ingresos, es decir la desesperación me nubló la vista y no encontré otra salida que esta, el día de hoy solo cuento con el dinero para el transporte y como de la tarjeta de crédito, y me he sentido un poco desanimada con mi sueño, estoy agotada sobre todo emocionalmente, ya ni siquiera considero el hecho de necesitar tiempo libre para descansar, y se ha quedado esta parte de la vida tan nublada que me cuesta trabajo retomar el rumbo pero bueno, creo que necesito encontrar la brújula de nuevo, apenas es mi 5to día en este nuevo empleo y me siento más tranquila con esta “virtual estabilidad económica” espero poder retomar mi proyecto y ya más tranquila encontrar tiempo para vaguear agusto :D
No se si empezar a llamarte Diana, por que lo tuyo Deb es sobrenatural..hoy leo esto con retraso pero lo empecé a leer justo cuando acababa de poner en mi fb, que adelantaba un día el domingo porque hoy no puedo hacer ná…
Vengo de una semana muy poco fértil y ayer mi objetivo era descansar para en la mañana temprano volver al trabajo con las pilas a tope, pero vivo en un jardín con 5 casas mas y anoche mis vecinos decidieron hacer una fiestotota hasta las 7 de la mañana… Así que he pasado la noche entera en la cama sin poder dormir con el ruido, viviendo en la distancia una fiesta que se producía en la misma puerta de mi casa…que absurdo¡ Eso es absurdo, ni he descansado ni he estado en la fiesta y hoy no soy capaz de juntar bien los 2 hemisferio de mi cerebro…
Este es un buen ejemplo de quien no sabe vaguear sin sentirse culpable y hace el idiota perdiendo el doble de tiempo y energía que si me hubiese concedido vacaciones…Gracias Deb por recordarme hasta donde llega la estupidez humana…mañana (domingo) será lunes….esta semana me he tragado el sábado por no ser capaz de regalármelo… :(
Yo tengo un problema con ser vaga, y es que me siento culpable. Sin embargo, he tenido que ser “vaga” unos días por necesidad y creo que mentalmente me ha venido genial. Ahora me siento más despejada y más centrada, con el cerebro más activo.
Intentaré tomarme las cosas de otra manera y dedicarme más tiempo a mi y a los mios.
Pues si, yo estoy totalmente de acuerdo, nos preocupamos demasiado por las horas que pasamos en el trabajo; nuestro jefe siempre piensa que cuantas más, mejor, y nos olvidamos que si las que pasamos, las pasamos más felices, les sacariamos más rendimiento. Me apunto el libro para leerlo. Gracias!!!
No soy muy vaga, antes lo era muchísimo, mi problema es que me pierdo en mil cosas y parece que no avanzo, tengo un problema con la concentración:-(
Propósito para el año próximo: Intentar canalizar el tiempo de manera efectiva incluso cuando no hago nada!!
Hola Deb!!
Me ha encantado tu post. La verdad es que a mí me gustaría ser más vaga pero me enseñaron a andar con mucha prisa. Ya desde pequeña era “hiperactiva”. De mayor me vuelvo a meter en mil y un lios, mi cabeza siempre está tramando cosas. Hace dos años decidí parar. Rompí con todo porque me sentía vacía con lo que hacía y sentía que yo no manejaba mi vida, que otros ordenaban por mí el ritmo y el estilo que ésta debía tener. Hice las maletas, viajé por otros países, me deshice de muchos fantasmas viviendo fuera. Dos años después estoy intentando construir mi propio camino a través de dos proyectos con los que espero ganarme la vida. Si lo consigo, por fin, podré determinar cómo y de qué forma quiero vivir. Y curiosamente está muy relacionado con esa “vida de griego” que yo interpreto como vida feliz. ¡Gracias por este maravilloso post!
Hola Deb!
Desde hace un tiempo para acá, he dejado de trabajar por cuenta ajena. A veces hay algo que nos da ese empujoncito que nos falta y aunque nunca es grato quedarse sin trabajo me ha venido de perlas porque ahora, trabajo desde casa. Sí, al principio se me hacía duro, parecía que no trabajaba. Era como estar en el paro pero sin estarlo… Ahora las horas me cunden más. Y aparte, ¡hago las tareas de la casa! Ahora no malgasto energías discutiendo con clientes. con el jefe, con los compañeros. No tengo que coger el teléfono cual recepcionista, no tengo que hacer frente a los conflictos que te hacen perder el tiempo y no llevan a ninguna parte… Tengo un menor sueldo, sí, pero disfruto de mi tiempo. Yo lo manejo y tengo menos dolores de cabeza. Siempre he dicho que trabajo para vivir, no entiendo a las personas que viven para trabajar, las respeto pero para mí, mi tiempo de ocio, mi familia y mis amigos son más importantes que el trabajo. Tu post me ha ayudado a no sentirme mal si un día estoy “más relajada” en casa. Muchas Gracias por compartirlo. ¡¡¡Ayuda muchísimo!!!
Muchos besos XOXOXOXO
que bueno se ve el libro, lo buscare…
mi problema es que la pereza me gana! siempre tengo muchas cosas en la cabeza, en las manos, por hacer y a medio camino… pero cuando decido para un rato retomar le ritmo me cuesta montooooones :P hay que encontrar el equilibrio :D
gracias por tu blog, es buenisimo, el ideatorio me tentó asi que ya me fui a cargar paypal :P
un beso! :D
No sabría decirte cuantas horas hecho, pero entre mi negocio online, trabajo en casa, y además soy madre de una nena con algo más de 2 meses, te diría que me siento muy identificada con la primera parte de tu artículo y me ha animado mucho pensar que tengo que perder tiempo y hacer vida de griego, muchas gracias!
Cuando el médico me diagnosticó estrés clínico y ansiedad crónica, supe que mi nivel de presión en mi trabajo (en el trabajo que hacía para otro durante 10, a veces, 12 horas al día por un sueldo más que mediocre) se había vuelto intolerable para mí. Y que lo que yo entendía por vida y por salud, no se parecía en nada a lo que andaba haciendo.
Aquel médico me recetó unas pastillitas de esas que enganchan, pero que no te resuelven la papeleta. Porque esa papeleta la has de resolver tú, y darte cuenta de eso es el primer paso para tu liberación.
Ese día me planté y me dije: tienes dos opciones. a) Aceptas seguir siendo una ovejita y te tomas las pastilla azul antiansiedad y sigues viviendo en el mundo de la Matrix, haciendo lo que todo el mundo hace sin pensar que existe una vida más allá o b) Te tomas la pastilla roja, abres los ojos de una vez y le pegas una patada a los ansiolíticos y buscas vías alternativas de sanación e investigas por qué tener un trabajo “tipo” te resulta tan dramático, por qué se te da tan mal acatar órdenes y por qué tu concepto de la felicidad no se parece en nada a la “Felicidad” que la sociedad te ofrece con una sonrisa más falsa que una moneda de 3 euros.
Ese episodio ocurrió hace ya dos años y medio. Desde entonces, he aprendido a meditar, a gestionar mis emociones, y a poner en tela de juicio situaciones e ideas completamente aceptadas por la mayoría de la gente como “lo normal”. Y me he jurado que nunca, jamás de los jamases, volveré a permitirme vivir una NO VIDA. Nunca, jamás nadie va a volver a apropiarse de mi vida. Porque aquí la que manda, la soberana soy YO. Y poco a poco, van llegando las respuestas.
Hoy estoy aún en proceso de liberación. Ahora tengo un trabajo en el que gano más dinero. Y lo más importante, hago menos horas y me deja tiempo libre para vivir, para pensar, y para diseñar el camino para mi liberación definitiva: trabajar para mí en lo que me apasiona.
Después de este relato… creo que no hace falta explicar mucho más sobre mi concepto del tiempo libre, el vivir a lo griego, o la vagancia bien merecida, que es el tiempo en que el terreno se abona para después rendir sus frutos en el momento del ciclo en que han de recogerse.
Gracias Deb, (y gracias a todas) por llegar puntual a mi vida, ni antes ni después, sino perfectamente puntual, en el momento exacto.
Y gracias por hacer lo que haces.
Gracias, Deb.
Deb, te he descubierto durante esta semana. ¡Qué alegría, encontrar a alguien en mi wavelength! Este post me ha venido muy bien, en una semana con un trancazo increíble y en el que he tenido que rendirme, y dedicarme a no hacer nada y a recuperarme – a veces el cuerpo mismo te dice que ya está bien. He aprovechado para leerte mucho. Gracias por ser tan inspiracional.
Hola Deb y a todas/os los demás!
Ya había leído este artículo hace tiempo pero hoy me ha dado por leerlo otra vez ya que el título me llamó la atención.
Me pasa completamente esto cada día, tengo cosas/ideas en la cabeza a las que me gustaría dedicarme pero no saco la fuerza para ponerlas en práctica.
Al final termino haciendo otras cosas que no tienen que ver y que me divierten o no me suponen tanto esfuerzo. Luego me siento culpable porque empiezo a pensar que así no voy a llegar a ninguna parte, que estoy perdiendo el tiempo, que en dos meses se me acaba el paro, que que voy a hacer, que no quiero trabajar más en trabajos que no me gustan, que a lo mejor no he encontrado mi verdadera vocación, me comparo con los demás (aunque se que no se debe hacer) etc, etc.
Y con esto arrastro todos los días, me siento mal por hacer cualquier otra cosa que no sea lo que tenga que ver con mis proyectos y la verdad que a veces termino con la mente saturada.
Poco a poco voy incorporando cosas que me ayuden a no pensar así, como la meditación, o leer cosas relacionadas con el tema, como tus artículos o libros, cosas que me ayuden a PARAR. Reconozco que no es fácil pero también hay que dejar fluir un poco las cosas, no podemos vivir obligados!
Gracias por tus artículos, llevo desde el principio leyéndolos y me han ayudado un montón! Seguiré luchando!
Entre todas las cosas interensantes que has escrito es increíble que yo me quede con eso de que haces más limpieza los días previos a la regla, a mí me pasa igual!!! jajaja, Es para mí lo más importante, las personas somos más parecidas de lo que creemos.
Muy importante que fuera un pecado la tristeza.
Gracias.
Sobre los despertadores de la cita que nos comprates:
yo solía ponerme mi canción favorita en el móvil para que me despertara por la mañana. Después de terminar odiando todas mis canciones favoritas abandone esa mala costumbre.
Gracias por compartirnos tus cosas!
Sincerly desde el corazón de otra pijamera ermitaña y feliz!!!
Hola Deb! Llevo unos pocos días leyendo tus posts y me parecen muy interesanes pero con éste me has acabado de ganar. Vamos, que me pareces mi hermana gemela jajaja He pasado por esa situación y esos sentimientos, bueno, de hecho estoy acabando de pasarla y he decidido acabar con todo y empezar por lo que realmente yo siento y creo.
Me alegro de leer que no soy la única que tiene esos pensamientos y que al final hay que creer en tu propio yo.
Gracias por compartir tus historias y experiencias :-D
No me considero una persona vaga, pero reconozco que después de grandes periodos de estrés por el trabajo, aficiones que voy acumulando y obligaciones familiares me dejo arrastrar por una sensación de vagancia y desconexión del mundo exterior que a veces me hace parecer una ermitaña y me dirijo hacia la apatía.
No sé gestionar esos cambios de ánimo. Ya pasé por 2 depresiones hace tiempo y no quiero volver a pasar por ello.
Debería ser pecado la tristeza. Voy a tener que sacar fuerzas de donde no hay para salir adelante otra vez.
Gracias por tus artículos, Deb!
Hola Deb!
Casualidades de la vida, estaba leyendo tu post que me parece de lo más interesante y acertado, y justamente tengo de fondo El Hormiguero, ni le estaba prestando atención, pero dijeron de repente algo que yo estaba leyendo en tu post, me giro y es Jeremy Irons diciendo que hay que parar, que qué pasa si de una semana solo trabajamos 2 o 3 días…
Yo soy un poco inquieta, así que tendré que meditar sobre ello.
Voy a seguir leyendo tu post que aún no lo he terminado (ves que impaciente soy?)
Besinos
¡Me ha encantado esta entrada Deb! Hace tiempo que aplico esta forma de trabajar/descansar para mi negocio online y la verdad es que se vive genial, con mucha más paz.
Un saludo
Hoy visto este post (aunque sea viejo) y me viene al pelo… ¿cómo parar? Para mí es imposible, trabajo todo el día y tengo un hijo pequeño y me resulta imposible parar y disfrutar de las cosas que me gustan. Porque sí, yo ya no disfruto de prácticamente nada de lo que hago… Y eso no es bien… ¿Ideas?