Las hormigas cargan un montón de veces su peso. Las observo casi cada día, cada vez que salgo. Siempre hay alguna haciendo algo extraordinario. Las veo intentando meter en el agujero del hormiguero cosas tan grandes que es imposible que quepan. Lo intentan una y otra vez, de diferentes formas. A veces se rinden y lo dejan fuera, pero sé que harán algo para acabar metiéndolo, quizás lo dividan entre todas en porciones más pequeñas. A veces cargan con bichos enormes, o trozos de planta gigantes. Las veo con una dirección fija, arrastrando y arrastrando. A veces peleándose contra el viento, que las levanta de golpe y las deja vete a saber dónde (siempre pegadas a su carga, no la sueltan ni queriendo).
Saben lo que tienen que hacer y lo hacen. Son parte de un sistema grandioso en el que no tienen demasiada importancia como individuos pero sí como pieza indispensable del engranaje, y lo que traen a casa es valioso.
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Pero pese a ello, podrían coger algo más pequeño, podrían hacer el viaje más tranquilas, sin tanto esfuerzo. Podrían no sufrir tanto, imagino que no tienen a un soldado en la puerta apuntando cuánto trae cada una y dando bonus o premios a las que traen más. Me pregunto qué mecanismo hace que algunas decidan esforzarse más, pasarlo peor. Por qué persisten tanto.
Y no sé qué hará que las hormigas se comporten así, no tengo ni idea de biología. Lo que sí sé es qué hace que yo quiera a veces elegir ese mismo camino, el difícil, el de las cosas que cuestan más, el que no está muy transitado, el que para un observador externo (como yo con las hormigas) sería a todas luces innecesario.
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Yo sé que no querría vivir de otra forma, que lo que he elegido lo he elegido a conciencia. Sé que podría pasar con menos, que nadie me juzgaría si eligiese otra ruta. Pero sé que es esta y la voy modelando para hacerla cada vez más adecuada, más específica, más útil, más adaptada a mí. Lo sé como las hormigas deben saber que ir a buscar comida y llevarla de vuelta a casa una y otra vez es lo que tienen que hacer hasta que mueran. Pero también sé que si no estoy yo observándolas y juzgando sus acciones no hay nadie haciéndolo. Absolutamente nadie. Y ya sabemos qué pasa cuando cae un árbol en medio del bosque y no hay nadie para escucharlo: que no hace ruido. Así que siempre trato de recordarme que podría llevar a cabo mi misión igual que las hormigas cuando yo desaparezco, o igual que las hormigas cuando yo estoy mirándolas (es decir, exactamente igual). Les da lo mismo si alguien mira o no. Les da claramente lo mismo. Eligen el trozo que eligen y lo llevan hasta casa superando todos los obstáculos, sin mirar alrededor.
Y pienso que quizás en eso consiste la persistencia, en ignorar a los observadores y hacer lo que tienes que hacer para tener la vida que quieres tener→¡Twitéalo! :)
Aparentemente las hormigas no tienen conciencia, y los humanos sí.
Usémosla, entonces.
Un abrazo,
Buenos días Deb.
Con la llegada del calor yo también veo y observo a las hormigas, y muchas veces, si me observo desde arriba me veo como tal, pequeñita y trabajadora. La diferencia principal es que ellas, muchas veces trabajan en grupo, alucino cuando un grupete lleva una miga de pan enorme hasta su escondite. Pero también a veces está la descarriada, que se empeña en una miga ella solita.
Me ha gustado la visión de la perseverancia como ignorar a quienes te observan, muchas veces eso te quita la energía, o se invierte un tiempo a todas luces perdido. Buen recordatorio de cómo perseguir lo que quieres evitando sufrimientos innecesarios. ¡Muchas gracias! Abrazo.
Probablemente pequemos del prejuicio del individualismo al pensar que el “individuo” hormiga se esfuerza por el colectivo, la comunidad. Probablemente ese individuo es tanto una parte del todo que su esfuerzo es por sí mismo y por tanto menos costoso; algo así como instinto de supervivencia propio, aunque él – sólo una parte – perezca en el intento. Desde luego el ser humano ha ido abandonando el sentimiento de colectividad que nació históricamente de esa necesidad de supervivencia (la tribu era la única garantía de sobrevivir en un entorno hostil). Eso no es óbice para que de vez en cuando nos asalten sentimientos de añoranza y nostalgia por ese sentimiento de alteridad o de colectivo. También hay que señalar que en nombre de esos “nobles” sentimientos de sacrificio por el colectivo, se han perpetrado las peores burradas (guerra, genocidio en nombre de banderas, religiones etc)
La clave está en que tienen conciencia de grupo. En que saben que forman parte de esa “familia” y que seguir adelante requiere de su esfuerzo igual que del resto.
Nosotros pensamos que tenenos conciencia de grupo, pero en realidad somos individualistas.
Un saludo
¡Hola, Deb!
La P de perseverancia es muy importante. La constancia nace de una misma, de marcarse un objetivo y una meta que cumplir. A veces en consonancia con los otros y en otras en discordancia.
La vida de las hormigas retratadas en el post me ha recordado a aquel muchacho que de joven quiere ser, digamos que filósofo, y los padres erre que erre con la medicina. Los años van pasando y él persiste en la filosofía, pero elige el bachillerato de ciencias para no oir a sus padres. Al fin y al cabo tendrá filosofía. Este bachillerato se le ha hecho arduo y cansino, casi insoportable. Lleva a la facultad la matrícula sin rellenar y se pone a hacer la cola de inscripciones para medicina.
Habla con unos y con otros…. y entonces se va a humanidades sin persarlo y se matricula en filosofía. Desde siempre era su pasión lo único que queda es tener la fuerza de comunicárselo a sus padres.
Llega a casa, lanza la noticia y se siente bien. Los padres no entienden por qué, pero le apoyarán y sentirán orgullo de su hijo, pues al fin y al cabo es su hijo ya sea médico, filósofo o bartender.
El filósofo escogió el camino difícil, pero lo recorrió con gusto y con pasión. Perseveró en su sueño.
¡Miles de saludos!
Yo también creo que las hormigas se sienten integrantes de una comunidad. Saber que lo que haces no sólo es importante para ti, sino que ayuda a otros, le da sentido y a ti te da fuerzas.
Lo de olvidarte de lo que opina el mundo es una teoría fabulosa, pero ponerla en practica requiere mucha fuerza de voluntad.
No se trata de hacer lo que otros quieran, pero sí de ser consciente de la importancia de lo que tienes entre manos
Estoy contigo Deb! Un saludo a todas las que somos hormiguitas y muchos ánimos para seguir con nuestro trabajo!
De siempre he sido hormiga, y voy a continuar siéndolo. Me da igual si alguien me observa o no, es cierto que a veces la carga es demasiado pesada, pero yo sé donde está mi agujero y estoy segura de que llegaré.
Un beso a todas las que habeis elegido ser hormigas.
Me ha encantado el símil!
Aunque ahora mismo tenga mi cruzada particular con las hormigas. Ya que cada vez que pongo huerto en mi tejado, mi casa (en el piso de abajo) se llena de hormigas :(
No quiero ni pensar en la comunidad que hay viviendo entre las paredes de mi casa. Y vivo en ciudad.
En fin. Yo creo que aunque trabajemos individualmente cada una desde nuestras casas, en nuestro caso por ejemplo, hay conciencia de unidad. Una vocación de servicio a los demás. Una comunidad virtual que se extiende más allà…
De todas maneras no creo que haya unas que se empecinen con cargar algo más grande y pesado… yo creo que será lo primero que se encuentran, no?
En todo caso, su perseverancia y su foco son un gran ejemplo a seguir. Seguro que no tienen las pajas mentales que tengo yo, ni tampoco deben tener ego, no?
Un beso grande!
x.
Enhorabuena por el post Deb!!! Me ha llegado en ese día de bajón, que dices….¡no puedo más!.
Es verdad que hay que ser perseverante para conseguir nuestros objetivos; solo si luchamos lo conseguiremos!!!
Buenos días a tod@s, qué seáis muy felices!!!
me encanta!!! justo esta semana publique una foto en IG con un grupo de hormigas trasportando una galleta, entre todas estaban subiendo la galleta por un bordillo!!!! se les cayo un par de veces, pero nada, r que r, lo subieron a la cima!!! es un animal que me flipa. En especial por su capacidad de trabajar en equipo.
Un post muy chulo!
Un beso.
Lali.
Constancia, empeño y perseverancia, todos son sinónimos=éxito asegurado. Gracias Deb
Deb, por dios, no me hables de hormigas que tengo epidemia de ellas en casa… las odio con todas mis fuerzas, que sí, que ya sé que hay que imitarlas en muchos aspectos pero cuando uno las tiene trasteando en la cocina ya no molan tanto…
Al tema que me lio, que hay que perseverar, marcarse un camino o una meta e ir a por ella, te miren o no, que más da que nadie te vea, tu te ves y estás!
Un saludo!!!
Yo también encuentro alucinante el trabajo que hacen estos bichitos. Hacen el trabajo para el que han sido diseñados. Debemos aprender de ellas. A mí me ocurre cada día como madre, lo de tener observadores, opinadores y juzgadores. Y la verdad es que me siento orgullosa de perseverar en lo que creo aunque a veces me cueste alguna lagrimilla ; _ ;
Hola, Deb!
Hoy me has tocado el punto débil. Soy muy fan de la perseverancia. Y de la paciencia, de hecho creo que ambas cualidades son muy necesarias para sacar un nuevo proyecto adelante.
Adoro ser una hormiga perseverante! La Primavera y el Verano son agotadores… Pero cuándo llega el invierno tanto esfuerzo se ve recompensado!
Esta forma de trabajar puede aplicarse perfectamente a la vida de una pequeña empresa : trabaja mucho hoy para disponer de más tiempo libre mañana. Automatizar procesos es muy liberador y sería una forma de enfocar el tema de hoy.
Me ha encantado, muchas gracias!
Y feliz semana :)
Gracias por las palabras Deb ! A mi también me llegan en el momento adecuado. A las que sufrir de plagas en primavera os recomiendo la sal gorda. Echar unos puñados por donde entran y ni vuelven…. ya vereis :)
Abrazakooo,
Enara
Este ha sido tu post más revelador para mi!!! aunque todos me flipan! Gracias!!
Hola D ! nuestras hormigas no pueden evitarllevar sus hojas. Están obligadas por la naturaleza. A veces nos sentimos así, verdad? Pero nosotros decidimos, por pequeña que sea esa decisión. Y ese minuto de haber dado el diminuto paso correcto vale x 1000 ! Las hormigas no la piensan demasiado.hacen. Saludos !
Hola Deb, la verdad es que la naturaleza es una de las mayores fuentes de inspiración, si te detienes un poquito a observar siempre te sorprenderá y aprenderás algo nuevo, es fantastico, y por eso hay que cuidarla, entre muchos otros motivos.
El símil de las perseverancia en las personas y las hormigas me ha encantado, son un excelente ejemplo a seguir, jeje y es que definitivamente creo que yo tampoco he escogido el camino fácil, no es para mí, me aburre. Gracias Deb por la inspiración
Me encantan las hormigas! Lo que hacen, como son. Pequeñitas, discretas, trabajadoras, silenciosas, fuertes, perseverantes, previsoras… de alguna manera siempre me he sentido un poco identificada con ellas. También me encanta observarlas. Incluso las he seguido. Me rodean (es lo que tiene vivir en el campo) i no me molestan. Incluso a veces alguna se ha paseador sobre el papel mientras dibujaba. Lo confieso: soy hormiga! Por eso han sido mi símbolo, la imagen protagonista de mis tarjetas hasta hace poco.
Un saludo a todas las hormiguitas que hay por aquí! Poco a poco, paso a paso conseguiremos llegar.
Hola Dev, pienso que ese combustible que lleva a que los equivalentes a las hormigas en la raza humana a ser persistentes radica en los sueños, en visualizarse logrando los objetivos.
Esto es lo que me ha ayudado a no desfallecer en estos momentos en los cuales me encuentro trabajando duro en mi proyecto.
Saludos,
a veces me entra la ansia pensando que nadie esta mirando! que si todo lo que hago no lleva a ningún lado o es empeñarse en algo que nadie quiere comprar o necesita :S pero por otro lado pienso que si no persistes no te haces visible no?
Me dio mucho gusto encontrar una persona que le interesen las hormigas tanto como a mi, por lo que estoy a punto de terminar un libro sobre estas en el sentido de la vida de estas desde el punto de vista de la filosofía del budismo zen, por lo que me parece que ningún ser viviente en el universo es mayor o menor que otro, que todos somos iluminados en nuestros mundos, en fin que me fue grato reconocer que hay mas locos que los que uno se imagina, incluidas las hormigas. Saludos.