Cuando me he sentado a trabajar esta mañana —no muy concentrada, tengo que decirlo— he escuchado mucho jaleo fuera, y he pensado que era un tractor, porque no hay otro motivo por el que pueda haber voces y ruido de motor frente a mi casa en la que solo se oyen los pájaros y el viento, pero no me parecía nada lógico, pese a mi ignorancia en temas campestres, que viniera un tractor con este diluvio universal que está cayendo y me he asomado por la puerta cual abuela del visillo, solo que sin visillo.
Ha resultado que el mensajero de MRW de nuestra zona, el señor Josep Maria (que siempre nos trae cosas hasta aquí arriba sin quejarse lo más mínimo por el estado del camino, de hecho, nos trajo hasta los perros que venían desde Málaga el primer día que llegamos, así que fue oficialmente la primera visita de nuestra nueva casa, con lo que como te puedes imaginar le tengo un cariño especial al hombre), había venido sin avisar.
El buen señor siempre me llama primero para ver si estamos en casa y no pegarse el viaje hasta aquí para nada, porque el camino es de agarrarse fuertecito, pero hoy no lo ha hecho y se ha plantado en nuestro campito con un paquete que ha resultado que no era para nosotros, sino para otra gente en otro lugar muy lejano del pueblo. Y al tratar de arrancar para irse se le ha encallado la furgo en el barrizal que se había formado en el césped. Y no salía. Y venga a dar gas y no salía.
Y ya tienes a Arieh ahí tratando de ponerle piedras y unas cuñas de pino muy gordas y muy hermosas que teníamos por el trastero, pero nada. Y la furgo es de las gordas gordas y nuestro coche no tenía manera —ni cadenas ni cuerdas— para arrastrarla.
El hombre ha tenido que llamar a otra furgo de su empresa que ha venido al cabo de mucho mucho rato, han trasladado los paquetes de una a otra para poder continuar el trabajo y me han dejado la furgo atrapada entre la casa y la piscina, hasta que muchas horas después ha aparecido una grúa y por fin se la ha llevado.
…
Y no he visto cómo estaba de molesto o de tranquilo el señor Josep Maria, porque entre tanto drama me he metido en una llamada de Skype, pero luego, mientras estaba de pie junto a la puerta-ventana de mi estudio y miraba a una bandada de pajaritos revolotear graciosamente de un lado a otro del campo en un rato en que ha amainado un poco la tempestad, he pensado lo siguiente.
Quizás el señor Josep Maria se había levantado esta mañana sin muchas ganas de ir a currar, con la lluvia que caía y que había estado cayendo toda la noche, sabiendo que el reparto iba a ser lento y que se iba a estar mojando continuamente. Quizás el hombre ha hecho un esfuerzo sobrehumano para salir de su cama y de su casa, quizás vete a saber qué problemas tiene ahora mismo en su vida, o tiene algún asunto de salud, artritis por ejemplo, y le duelen las rodillas en los días húmedos. Quizás pese a todo ha salido, y ha conducido. Quizás por eso ha confundido esa dirección con la nuestra, cuando ha visto el paquete, porque no estaba prestando atención del todo porque no se encontraba bien o estaba cabreado o ayer su esposa se fue a la cama enfadada y no se habían arreglado todavía.
Quizás por eso no me ha llamado, cuando siempre lo hace, para ver si estábamos en casa. Quizás es que su móvil se ha mojado porque se le ha caído a un charco, o quizás se le ha quedado sin batería de repente aunque lo ha cargado toda la noche porque los móviles de hoy en día hacen esa clase de putadas aunque tengan solo unos meses de uso. Quizás, pese a todo, ha pensado llegarse hasta aquí, que total, es más agradable el bosque con lluvia que las carreteras, quizás ha pensado eso.
Y quizás hoy todo le ha salido mal, no solo lo que yo he visto sino también lo que ha venido después. Quizás se le han retrasado demasiado todas las entregas y quizás su jefe le ha echado bronca y quizás le ha dicho —como a la chica de SEUR— que no suba más hasta aquí y que a la próxima nos haga bajar a nosotros hasta la carretera. Quizás su mujer aún no le hablaba al llegar a casa. Quizás su móvil haya muerto definitivamente cuando aún estaba pagando el cuarto plazo. Quizás hoy las rodillas le han puteado demasiado y tiene miedo de que lo sigan haciendo porque se está haciendo ya mayor.
Quizás ha tenido un día de mierda. O quizás no, quizás el hombre se ha levantado feliz y un percance como este no ha supuesto ningún tipo de debacle en su vida y se ha ido con la otra furgo tan contento y le encanta la lluvia y la humedad le sienta de lujo. Pero y si sí, si resulta que ha sido un día de mierda, no pasará nada tampoco.
…
La próxima vez que le vea, me sonreirá igual que siempre, y le sonreiré igual que siempre. Comentaremos como siempre lo grandes que están los perros, y cómo Tyler parece que aún no le conoce porque siempre le ladra, cuando él fue la “cigüeña” que lo trajo a nosotros.
Y yo habré aprendido con él, con lo que ha pasado hoy, y quizás de una vez por todas, que no tiene sentido alguno dejar que un día de mierda en el que todo sale al revés afecte al resto de días de nuestra vida. Ni siquiera a mañana. O a esta tarde.
Porque la mierda no hay que acumularla, hay que limpiarla.
Eso me decía mi madre cuando luchaba para que limpiase mi habitación. Estos días que he estado en Barcelona he estado con mis padres y creo que por eso he enlazado una historia con la otra mientras miraba a los pajarillos.
…
He pensado que era una buena lección para mí, que tiendo a agarrarme a un pensamiento negativo cualquiera y lo convierto en el centro de mi universo y le dejo que lo sacuda todo y pueda conmigo hasta que no veo ya nada claro. Tengo que limpiar toda la mierda que entre, cada vez que entre. Porque la mierda entra, no creo que haya mucho que hacer para evitarla, pero sí está en nuestra mano limpiarla cuanto antes y no dejar que el cerebro entre en piloto automático y empiece a hacer un torbellino de pensamientos dramáticos que nos inunden hasta ahogarnos.
Que lo sé porque me pasa. Quizás demasiado a menudo.
No he visto al señor Josep Maria llorar ni gritar cabreado ni darle una patada a la furgo (yo probablemente lo hubiera hecho). Se ha quedado tan tranquilo dentro esperando con la calefacción puesta sin aceptar la invitación de Ari para que pasase a secarse y tomarse un café. Ya estaba bien en la furgo, y así veía si venía el compañero, ha dicho. No gracias, ha dicho amablemente.
Él nunca sabrá que yo a partir de ahora le tendré asociado a una cosa más: nuestra primera visita en casa, la cigüeña de mis hijos-perro y el hombre que me recordará que tengo que frenar el drama y limpiar la mierda cuanto antes.
¿Me cuentas en los comentarios, si te apetece, si tú también eres de las que tiende a acumular la mierda y a hacer la bola de nieve grande como un alud hasta que te come entera o si tienes una técnica especial para limpiarla cuanto antes y sacarla de tu mente? Probablemente no uses al señor Josep Maria, pero… ¿cómo lidias con los días de mierda, con los pensamientos de mierda, con las cosas de mierda?
Un abrazo grande,
Lo que seguro no sabe Josep Maria es la mini lección que nos ha dado a todos! Gracias por compartir Deb! ;)
Hola Deb! Has conseguido que me sienta como el señor Josep María, además llevo años familiarizada con repartidores, y la verdad es que sin saberlo me había preguntado como siempre que me traían mercancía, aunque hubiera rayos y centellas solían sonreir (como sonríen los repartidores). Aún hoy, después de casi 4 años sigo cruzándome con los mismos repartidores por las calles, y aunque ya no vienen a traerme paquetes seguimos saludándonos. Yo, como cualquier persona tengo días mojón, y algo que no suele fallarme para darle la vuelta a la tortilla es el sentido del humor, lo utilizo para cuando estoy de bajón, cuando he metido la pata, cuando hay alguna situación tensa… No sé por qué en ese momento mi mente se pone ocurrente y se acabaron los problemas. Eso sí, el día más mojonero, si no tiene arreglo, lo que hago es acostarme pronto, y levantarme totalmente diferente al día siguiente! De los días mojón también se aprende, es cuando hay que estar más atenta para evitar que se repitan :) Un abrazo grande y gracias! :)
Maravilloso post! Persona como Josep Maria aparecen cada dia en nuestras vidas y en nuestra mano está aprender la lección que vienen a enseñarnos! Gracias por compartir Deb! Un besazo
Ay…mira que nunca comento (pero que sepas que te leo siempre), pero hoy lo de “la mierda no hay que acumularla, hay que limpiarla”, me has llegado a la patata.
Muchas gracias maja!
Me ha encantado!!! Así deberíamos pensar tod@s antes de pasarlo tan mal como solemos hacer la gran mayoría en situaciones asi q parece que se acaba el mundo y en pensar desde el punto de vista del otro. … Gracias Deb! !!!
Me ha encantado! Los días de mierda pueden ser una pequeña-gran lección! Porque todos tenemos al menos uno, que nos saca de nuestras casillas! Y porque siempre siempre siempre, sale el sol :)
Es curioso. La mayoría tenemos tendencia a apegarnos a las cosas que nos salen mal, en lugar de sacudirlas de encima.
No acabo de conocer la razón, pero tu historia me ha recordado el cuento de las pajaritas de papel fde Dolores Aleixandre.
Nos han enseñado que verlo todo negro es lo más sensato y nosotros aprendimos la lección de forma que ahora nos cuesta desprenderla.
Mil besos y gracias por compartir tu experiencia.
Curra
Hola Deb!!!! Sí claro que me pasa. Yo lo llamo el envenanamiento propio. Una cosa me sale mal y durante todo el día me salen mal o regular las cosas. A veces tengo un pensamiento que entra en el bucle y no para tal cual roedor, y entonces me enveneno a mí misma con mis propios pensamientos. ¿La técnica? Stop thinking (de la que hablo en un post), irme un rato a la playa a pasear, dejar de pensar, respirar conscientemente, pegarme un baño calentito. Pues, oye, con lo jodida que es la vida a veces faltaba más que me la autojodiera jajajaja.
En fin, que hay que limpiar la mierda en cuanto va entrando, le doy toda la razón a tu madre.
Miles de saludos!!!!!
Que bien me ha venido este post, porque tiendo a acumular mi mierda y encima a revolcarme en ella, si lo reconozco. Y en estos días ando así encima de mi gran montón de mierda impidiendo ver lo bueno que puede tener el día.
Gracias por recordarme que la mierda cuanto mas se remueve mas huele, Eso lo decía mi madre jejejeje.
Voy a bajarme de mi montón y a disfrutar el día con una sonrisa. Espero que tengas muy buena semana¡¡¡¡
Hola Deb,
Me gusta mucho lo que escribes pero creo que te pasas de tremendista. Yo era así hace muchos años, hasta que empecé a trabajar en una multinacional en la que se exigía mucho, pero en la que la gente en general se lo tomaba todo con bastante calma, y por cierto, todo salía bastante bien. Creo que es un problema que tenemos la gente a la que se nos ha exigido mucho siendo muy jóvenes, y/o cada error que hayamos cometido, por pequeño que haya sido, nos ha apartado de la gente que se supone que nos tiene que comprender. Todo esto pasa mientras somos hiperresponsables y vemos gente a nuestro alrededor meter la pata con consecuencias graves y ver que no pasa nada. A mí me ha pasado, pero lo tuyo es un pelín exagerado, lo digo desde el cariño, hay que se muy valiente para exponerse públicamente, y tú eres valiente.
Ahora soy autónoma y pertenezco a un sector que me desconcertaba mucho al principio, y ahora entiendo el porqué y creo que es lo que te puede pasar. Cuando se pasa mucho tiempo en casa se pierde la perspectiva. Porque en casa se está de maravilla, a tu rollo, en tu ambiente. Pero se tiendo a magnificar cualquier jilipollez, a mí me ha pasado y lo veo en compañeros o en parados. Uno se vuelve más sensible o está menos expuesto a la gente, por lo que las habilidades sociales caen en picado. Creo que es lo que te pasa, por lo tanto, no te agobies.
Un remedio rápido para los días de mierda es dar gracias por lo que se tiene. Empezando por la salud física. Ánimo y un abrazo.
Me ha encantado como siempre tu reflexión. Yo me gustaría decir que se limpiarla y que se me da de lujo , jajaja, pero tristemente no me gustan mucho las tareas de la casa ;)
Suele pasar que por algo mínimo se va acumulando y no hay forma de parar, de hecho creo que con el paso de los años en vez de aprender, desaprendo. Hay veces que no va a mas, que intento ver el lado positivo pero hay otras muchas que todo es un drama que dura días. Gracias por compartir Deb!
Un beso
Definitivamente me uno al club de las quejicas acumuladoras de mierda que hacen de ello su universo!
También reconozco que no soy así siempre, y que son rachas de mi vida… En algunos días veo que lo que me pasa es una mierda y una desdicha, y a las semanas veo que eso mismo no está tan mal y que mejor veo lo bueno para no hundirme con lo malo.
No se que será lo que afecta mis pensamientos, supongo que el entorno, las hormonas, el tiempo… Pero sin duda creo que tu reflexión nos hace mucho bien a todo el mundo.
A partir de ahora me concentraré en eliminar la mierda en cuanto aparezca. Aunque habrá que aprender como!
Pues yo no vengo a dejaros ninguna solución a los días de mierda, más bien me pasa como a ti Deb y a más de una imagino. Yo me inundo en esa mierda que en lugar de limpiar y dejarla atrás o en otro lugar donde no moleste me ahogo en ella. Ya me gustaría ser como el Sr. Josep y quedarme tranquilamente en el coche y esperar y decirme: ” Esto puede pasar y no es tan grave ”
En fin que lucho mucho contra esa encrucijada que más de una vez me inunda y que parece que me ahoga, aunque sí tengo que decir a mi favor y no sé como lo hago que sin darme cuenta tengo esa fortaleza y al final salgo adelante. Y claro está con todas vosotras y con Deb.
Besos,
Pedro
De los días de mierda lo mejor para mi es el momento de meterme en la cama a la noche y quedarme sopa….y despertarme al día siguiente sintiendo que ayer quedó atras y que empieza un nuevo día. He aprendido que si hay más de un día de mierda….hay que parar y mirar, en serio, y de verdad.
Interesante, los apuntes de como la visita de un pensamiento negativo en un momento dado, hace un efecto dominó…(o tsunami) y nos arrastra a nuestro propio agujero (infiernoso)…lindo post, gracias!
♡ ♡ ♡ ♡ (gracias!)
Enhorabuena y gracias Deb por la lección de hoy, yo tampoco suelo escribir aunque siempre te leo (porque aprendo muchísimo y me río muchísimo), pero es que hoy creo que es de las buenas.
Por supuesto que todo el mundo tiene días así…días de mierda…aunque seas una persona hiperpositiva y claro que hay que darles la vuelta o intentar que no nos afecten tanto. Es un muy buen consejo para vivir mejor y ser más felices, no amargar a nuestro entorno y disfrutar de la vida que son dos días. Yo recomiendo hacer hatha yoga. Empecé pataleando porque me recomendó mi fisio hacer ejercicios para la espalda que tengo hecha un cristo y el resultado ha sido es-pec-ta-cu-lar. Ni dolores de espalda, ni asma, duermo como un tronco y tengo otra actitud hacia la vida y las personas, disminuyendo mi nivel de estrés y malaostia acumulados de manera alucinante. Probar sólo probar un mes a hacer un poquito de yoga y lo comprobaréis. Besossss y graciasss Deb !!
Pues sí, tienes toda la razón. Si un pequeño (o gran) inconveniente, te pone de mal humor, todo irá saliendo mal, porque todo lo que haces ese día lo haces desde ese mal humor del que no puede salir nada bueno. Al final tienes un día de mierda, lógico, pero en realidad lo ha provocado uno mismo.
Al mal tiempo, buena cara.
Por cierto, también nosotros estamos bastante recónditos, y también tenemos problemas para que venga el de SEUR… ¿?
Qué buena publicación. ;-)
Lo cierto es que no suelo hacer mucho caso a aquello que me encabrona porque me digo que “no tengo tiempo”. Pero cuando me doy cuenta de que tengo la china en el zapato… En cuanto puedo, expreso. Y ese expresar a veces pasa por cargarme a alguien (literalmente no, claro, sólo en mi cabeza). O sea, expreso la rabia, la frustración o lo que sea. En ese proceso, algo suele cambiar y el mal rollo se disipa cuan palomita que explota.<
Y cuando no es así (porque es algo hormonal o porque estoy cansina o torcida ese día) se suele solucionar con un "reset" de sueño. Es decir, me voy a la cama, hago un reset durmiendo, y al despertarme todo se ha disipado.
Luego están los pensamientos "gordos". Los que se han instalado y forman parte de tu manera de pensar porque les has adoptado tontamente. Esos suelen llevar un poco más de esfuerzo, porque tienes que empezar por identificarlos como adoptados. En ellos estoy todavía. A ver si también hago una buena "limpia".
Gracias por estar ahí. :-)
¡Reiki! ¡Desde que lo aprendí soy otra!
Hola compañeras, mi pequeño truco: siempre tengo preparado en mi cabeza esa imagen o ese proyecto que tanta ilusión me hace. Cuando detecto que tengo un mal día y doy vueltas al mismo pensamiento negativo lo aparto rápidamente y pongo en su lugar esa imagen o ese proyecto que anhelo. Besos!
Vamos a contratar al señor Josep Maria!! ;)
Buenas!!!
Yo soy otra de las que nunca escriben, pero me ha enganchado tu post de hoy. He de decir que yo también era de las personas negativas, que todo lo veían mal y que no se sentían queridas por nadie, aunque fuera incierto. Pero, no sé por qué ni de qué manera, he aprendido, o la vida me ha enseñado, que todo tiene un lado positivo.
Todas las situaciones, por negras que las veamos, tienen su parte buena, aunque sólo sea el aprendizaje que nos ha supuesto.
Desde que, sin querer, aprendí a vivir así, soy mucho más feliz. A todo le veo un lado bueno y, si en ese momento no se lo veo, me consuelo pensando que ya llegará y, al final, todo llega. Tarde o temprano, pero llega.
Con estoy no quiero decir que sea la tía más positiva del mundo, porque tampoco es así. Simplemente, he aprendido a buscar el lado bueno de todas las situaciones (o de casi todas) y eso me hace ser más feliz o, al menos, vivir más tranquila.
Creo que es cuestión de decir “¿Quiero estar siempre sufriendo? ¿No? Pues cambia el chip”. Y poco a poco ya no tienes ni que pensar, te sale solo.
Besos!!
Que bien me ha sentado tu post-relato de hoy Deb!!! Me lo he “bebido” como un café con leche calentito en un día de frio. Y me he quedado igual de bien! Jaja. Me apunto tu frase amarilla destacada entre mis favoritas! Me encanta! Me encanta la actitud del Señor Josep María. Sí Senyor! Y es que la gente de MRW son como digo yo: “un sol solet”! A mi también me llegan sus paquetes con sonrisa incorporada. Y como tu, lejos de la civilización… Un 10 para ellos, y para todos los que intentamos que un día de mierda no nos amargue el resto! Un beso enorme! (Y que pena que no pude estar en el Festivalet, estaba en “la Fireta”… Sino me hubiera gustado poder venir a saludarte!)
Yo tengo el mismo problema que tú y la misma adicción a la tristeza. Muchas veces tengo momentos de iluminación en los que creo que aprendo la lección para siempre, y a veces también los apunto para que no se me olviden, y para que a lo mejor ayuden a otra persona.
Entenderás entonces que me haya leído todos los comentarios de cabo a rabo, cosa que no suelo hacer, con la esperanza de que alguno me dé la fórmula mágica. Pues bien, echarme a dormir no funciona (no duermo ni con pastillas), el efecto del yoga me dura hasta diez minutos después de dejar de hacerlo, tampoco me consuela pensar en un futuro bonito, y lo de darse un paseo y un baño hace tiempo que no cambia mi estado de ánimo. Para los tristes crónicos no hay fórmula mágica.
No son solo las ganas que tengas de ser feliz y estar a gusto, que yo las tengo y me esfuerzo cada día, me río todo el rato, me apunto a un bombardeo, no suelo dejar que la negatividad me arrastre, pero sigue ahí la cabrona. Supongo que simplemente algunos tenemos el cerebro mal calibrado. Cambiar un carácter no es tán fácil como tener una revelación puntual.
Probablemente soy tan adicta a la tristeza como un alcohólico a la botella y toda mi vida vaya a tener esa lucha interna por pensar bonito y sentirme bonito. Lo cual no significa que no la vaya a ganar.
Y siguiendo con el paralelismo (más cercano de lo que se pudiera pensar), por ganar me refiero a no volver a beber, no a no volver a tener ganas de una copa ;)
¡Buenos días a todos! :)
Yo también era -y soy, pero quizá algo menos- de las que parece que le gusta restregarse en la mierda y prácticamente quedarse a vivir en ella, incapaz de ver la salida… pero mis perros y, especialmente uno de ellos, Ron, un perraco enorme que apareció abandonado, sin pelo y con 20 kilos menos, atado a un muro en medio de la nada, me está enseñando a ver las cosas de otra manera: a veces, por la noche, cuando estamos todos medio desmayados en el sofá -y cuando digo “todos” me refiero a mi novio, mis perros y yo misma- me lo quedo mirando y escucho cómo respira: tranquilo, profundamente, e intercalando ruidillos extraños que delatan lo placentero de su sueño, jejeje… y pienso lo rápido que a uno le puede cambiar la vida. Ron estaba a puntito de morir cuando lo recogimos, así nos lo dijo el veterinario debido al grado de anemia que le detectaron; y tiene varias cicatrices en la cara que revelan un pasado duro. Pero ahora es un perro gordo (no me gusta reconocerlo pero sí: me llamo Raquel y tengo un perro gordo) y feliz que duerme en un sofá. La vida le cambio en un “tris”! Así que pienso que si a él le pasó, a todos nos puede pasar.
De hecho, Ron también me ha ratificado ese dicho popular de que si un problema no tiene solución, pues méate en él.
Y así andamos Ron y yo… jeje
Hola Deb!!! Por supuesto, días de mierda creo que los tenemos todos y yo antes era tremedista como la que más… Recuerdo un compañero de trabajo que me abrió los ojos al decirme lo rápido que entraba en barrena (yo entonces no sabía a qué se refería, buscando en la wikipedia vi: Expresión entrar en barrena, que se utiliza para indicar que algo está evolucionando espectacularmente mal o está cayendo en picado). Pues sí, así era yo, no era necesario que nadie me dijera nada, yo sóla me montaba la gran pelota de mierda arrolladora. Pero la solución la tenemos nosotros! Ser conscientes que la interpretación de la vida la hacemos nosotros mismos y no dejar que esas vocecitas internas ultra-pesimistas y amigas del drama nos convenzan con su discurso…de mierda ;-)
He disfrutado tu post, Deb, y también los de aquellas que hablan de cómo salir de esos bucles negativos. Me gustan en especial los comentarios de Eva y el de Raquel y Ron, pero también los consejos dados por otr@s en base al yoga, reiki, y resetear durmiendo.
A ver, para l@s tremendistas yo aconsejo:
-descansar (hace muchos años aprendí que era cuando estaba cansada cuando más negativa me ponía
-irse a pasar las tarde a un hospital – os sentáis ahí en la sala de espera de urgencias una horita o así y veréis que pronto os vais a casa content@s.
Te va a parecer curioso pero empecé a limpiar la mierda en cuanto aparecía cuando empecé a leerte, bueno quizás algo después, cuando me hice el ideatorio, a mi me inspiraste eso desde el principio, céntrate en lo bueno y si la piedra es un estorbo expúlsala del camino. Si fueras otra persona te aconsejaría leerte porque ayudas a eso, o por lo menos a mi, a centrarme en lo que quiero y a olvidarme de las moscas cojoneras.
Así que lo dicho Deb, que el drama no te desvíe del camino que quieres llevar y aprendamos a bailar bajo la lluvia.
Un saludo!
Hola Deb!
la verdad es que yo tengo la suerte de ser optimista por naturaleza…aunque de vez en cuando tengo días de mierda como tu dices…lo que intento en esos días es ponerle al mal tiempo buena cara. He descubierto que si vas con una sonrisa puesta mucha gente te sonríe y la vida también lo hace.
Maravilloso, siempre podemos aprender de todos, muchas gracias por este post tan Bueno como siempre!
Saludos a todos y que tengan un muy buen dia!
Me encanta de verdad este post! Me encanta poder leer “los días de mierda” así sin más. Este es un post en el que me reconozco. Si, señoras, soy una gran acumuladora de mierda. Por ejemplo hoy, me he levantado y me he dicho “pase lo que pase no habrá nada que hoy me haga venirme abajo”. Genial, ¡la vida, el universo, o hasta tú misma cuando te dices eso, te pone a prueba! Me he levanto y me he encontrado con el cable del cargador roto, (3 cargadores en 2 meses, cosas de los chinos), el comprador de mi cámara reflex me ha dicho después de un mes que ha encontrado otra más cerca de su casa, un frío del carajo ya que vivo en una montaña y con nieve. Normalmente me encanta la nieve y el frío, pero la “mierda propia” me miraba desde mi interior y se reía de mi diciendo: “que pronto vas a caer”, porque no me hacía gracia tener que vestir a mi bebe, coger el carro, y mojarme porque la mierda del cable se ha vuelto a romper cuando tenía unos planes para hoy totalmente diferentes. Entonces, he respirado y he pensado en lo feliz que me hace la nieve desde niña, que vivo en un lugar marvilloso y que adoro el frío, y que era una oportunidad para pasear bajo la nieve y formar un bonito recuerdo de hoy. JA! 3 sitios he recorrido sin encontrar el cable, y he de contaros que mi pueblo tiene cuestas que los de la vuelta ciclista se las hacen bajandose de la bici. “No pasa nada, así hago ejercicio”-he pensado- “Nada me tumba hoy”. Al final ¡he encontrado el cargador y más barato y mejor de lo que pensaba!, nos hemos hecho unas fotos bonitas la peque y yo, y al llegar a casa he encendido la chimenea. La cuestión en mi caso es no dejarme arrastrar por esa tendencia de que el árbol pocho no te deje ver el bosque. Mirar desde otra perspectiva. Si hay mierda, al menos pongamos incienso y sigamos adelante. Un beso a todas. Un abrazo Deb!
Pues sí, buena frase esa de tu madre!! Me la apunto para esos días… Que por cierto ayer tuve uno: me quedé dormida,me levanté afónica, llegué tarde a todas partes, me “jarté” de trabajar en las primeras horas de la mañana y a mediodía me enteré de que ya no tenía contrato… Y bueno, en estos maravillosos días en los que se junta más de una cosa poco buena, lo que hago es hablar con alguien que me quiere, me comprende, me conforta, me consuela, me fortalece, me anima y consigue sacar lo mejor de mí. Vamos, con mi madre y/o con mi hermana, que siempre tienen tiempo para echar una mano, aunque en realidad estén siempre apremiadas y tengan sus propios problemas :-) La respiración consciente también me ayuda, pero siempre como complemento al oráculo materno o/y fraterno. Muas, hermosas!!
Un abrazo, Deb, que tienes mucho arte contando las cosas! Y otro para Josep Maria, que ya se ha ganado también a todas tus lectoras!
¡Que me gusta reconocerte en los comentarios Hermana! Si es que en esta familia somos todas muy fans de Oye Deb! 3 de la misma family comentando en el mismo post. Y tienes razón, Deb escribe de una manera que conquista a tope. Un abrazo grande, sister!!!!
JIJIJIJI!!! Mua!!!
Y si el repartidor estaba tranquilo porq estaba agradecido q le hubiera pasado eso en vuestra casa y no en casa de alguien q por tener no sólo un día un día de mierda, si no, una vida de mierda , no le hubiera ayudado con troncos, cuerdas y más. ?? Y si estaba tranquilo porq sabía q si se seguía retrasando podía tomarse ese café calentito y secarse dentro…? Me gustaría saber como ha terminado su día…..
A mi cuando me pasa un día de mierda, que a veces son temporadas de mierda, cuando son cosas que se acumulan, pero no son para morirse, si no que son contratiempos, como lo del repartidor, pienso en una frase que me dijo una amiga,( cuando le conté muy preocupada, lo mal que salió el convite de la comunión de mi hija) y la frase es: “chica no le des más vueltas, cosas peores que no te pasen¡” y es verdad, las cosas no siempre salen como queremos, no somos perfectos, y hay que perdonarse los errores. Estamos aquí para aprender¡¡¡
Una amiga me contó una vez cómo su exnovio le jodió las vacaciones en Grecia porque un coche en Atenas casi lo atropella nada más llegar. Pasaban las horas y el chaval que si vaya imbécil, que menudo país de mierda que así no se conduce, que por poco lo mata, y a ver a qué hospital hubiese ido él que ni habla griego y – el chaval se vino arriba- que allí ni dios hablaba inglés que vaya país de catetos, que no saben conducir, que si casi lo pasa por encima… y así los cuatro días. No podían disfrutar de nada porque la bienvenida había sido el coche y el conato de atropello. La comida era una mierda, la gente era grosera y agresiva, las calles estaban sucias y en las playas mucha gente.
Con el tiempo dejaron la relación y ella no supo explicarle a él lo significativo de su reacción en Atenas, y el mozo quedó hecho polvo y sin entender nada, claro. Y me acuerdo de esa pareja cada vez que me quedo encallada con un gilipollas que me contesta mal, que por cierto son unos cuantos porque básicamente mi trabajo es hablar con gente. Pero al igual que nadie tiene derecho a -entendamos el símil- joderme el día, yo no soy quién para fastidiarle las vacaciones a nadie, a menos que luego quiera quedarme sola y encima no entender nada.
(No sé si me explico bien cuando hablo con parábolas, no soy JC)
Amen!!
A limpiar se ha dicho
Pues mira que tu “lección” de hoy, y la del señor mensajero, me vienen que ni pintadas. Porque hoy es uno de esos días de mierda, o más bien Mierda, así con mayúscula que impone más. Antes estos días se me hacían como una buena montaña, altos, escarpados. Complicados de pasar. Con el tiempo, estoy aprendiendo a relativizar la mierda. Porque seguirá habiendo días malos, pero no se puede permitir que nos hagan un muro.
He parado a descansar brevemente, y a leer el correo y ver los avisos en el móvil (una de las tareas que antes aprendí: aparcar email y móvil), y tu email y tu historia de hoy, me han ayudado a quitar más nubes a este día malo. Y ya el aviso que has dejado del concurso, ha puesto encima una sonrisa en mi cara. Hoy tengo mucho que agradecerte ;)
Uffff que buena reflexión!!! Yo estoy en proceso de aprender a quererme y saber decir yo quiero a “yo tengo o debo”, ¿como limpiar la mierda…? no sé pero desde luego tú eres quien decides vivir en la pena y recrearte en tu “mierda” o vivir en la alegría y lo positivo, sacar lo bueno de todas las cosas que te pasan. Tú decides, nadie lo hace por tí, yo me repito que hay alegría dentro de mí ….este truco me sirve para verlo todo con más buen color!!!. Gracias por el post!
Soy de las que suelen revolcarse en la mierda una vez algo ha salido algo mal (debo decir que es algo de familia ya que así eran mis padres, es decir, que es una conducta aprendida). Lo bueno es que soy una “revuelcamierda” en rehabilitación, ya que me he hecho consciente de esta mala actitud en mí y todos los días trato de cambiar esto (unas veces lo logro otras no tanto pero lo importante es que voy en el proceso), lo que me ha causado curiosidad es que cuando decides conscientemente cambiar de actitud y tomar las cosas de manera más relajada (entre otras cosas porque ya no puedes más, sencillamente, esta actitud te agota). a algunas personas no les gusta, es cómo si no solo lo normal sino lo correcto fuera tener una actitud preocupona por todo, todo el tiempo, porque es sinónimo de interés y de diligencia, como si al mensajero le hubiera llegado el jefe y lo hubiera regañado por estar tranquilo y no desesperado haciendo todo lo posible por superar el asunto, siendo así me encuentro con que en mi caso no solo debo tratar de superar mi propia tendencia a revolcarme en la mierda sino no dejarme llevar por la tendencia de los demás a querer verme revolcándote en la rila……seguiré en la lucha!!!
¡Hola Deb! Soy fisioterapéuta y no es la profesión que me hubiera gustado desempeñar porque es muy dura, pero intento hacerlo lo mejor posible, y me ha enseñado tanto, que sólo por eso ha merecido la pena estudiarla. Todos los días en el hospital me encuentro con muchísimos Josep María, pero claro… ellos no tienen problemas que se resuelven en unas horas, ni en días… Son personas a los que la vida les cambia de la noche a la mañana un 500%… y no pueden hacer la mayoría de cosas que hacían antes de su accidente o su enfermedad. Y aunque al principio lo que haces a cada momento es dar gracias valorando todo lo que tienes, luego empiezas a tener una visión distinta: te quedas maravillada de ver la fuerza que tienen la mayoria de estas personas para salir adelante como pueden, una actitud ante la adversidad envidiable, y me digo:” lo mio no es mierda por favor”.
Me encanta rodearme de cosas bonitas, con belleza, ternura… y aunque en mi día a día me toca lidiar con las miserias más miserables de la vida, tambien aprendo lecciones muy bellas.
Es una buena reflexión la de tu post, Deb. Pero el problema, en mi caso, es encontrar la fórmula maravillosa que consiga que pase del tema. Y es que cuando te pasa algo que te fastidia el día ( aunque no sea nada, que sea una tontería) te vuelves de un negativo que ya todo va fatal, el resto del día.
Bravo por ti si consigues mantener la positividad ante la adversidad. Yo hay veces que me desespero, de mi misma, cuando al día siguiente, aún estoy pensando en esa Mierda de situación.
Qué le vamos a hacer! Soy perseverante hasta para esto.
suelo caer en repetir y darle mil vueltas a la cuestión y digo: por qué tenía que pasar esto? y ahora qué? y qué pensarán de mi? etc. o si hago algo super avergozante jaja como no sé equivocarme de puerta o de nombre jaja le doy vueltas y me decía que tonta, etc pero ya ahora, cambio ese dialogo de inmediato, digo me perdono, esto le pasa a cualquiera o no se repetirá etc. y ya.. si eliminar drama
Hay deb!….. Yo no suelo escribir …. Aunque sí q te leo. Pero este post me ha llamado la atención, sobre todo por cómo tu mente ha ido montándose una historia y divagando hasta llegar a tu madre. Yo más bien me dedico a soñar despierta y ahora mismo, con mi pequeño milagrito de dos meses colgada de la teta, me siento sumamente feliz!!! Aunque llueva a cántaros ( que me encanta) o lo difícil que se pueda volver la vida, creo que siempre la veré color de rosa (como me dice mi hija mayor – 20 años) y aconsejo a todo el mundo que lo intente, porque la vida pasa volando y para qué quedarse con lo malo pudiendo escoger lo bueno??
Hola Deb!
Cuando he leído tu post enseguida me han entrado ganas de dejar un comentario. He visto tantas respuestas como te han escrito y en seguida he pensado; “para qué voy a escribir si total ya lo han dicho todo y no voy a aportar nada nuevo” “Si a estas horas tengo la cabeza a pájaros” “Si lo mío no es escribir” “Si seguro que no le interesa a nadie, si…”
En fin ¡así voy acumulando yo la mierda! jajaja y podría seguir, sobre todo en esos días que no son para echar cohetes…Así que voy a frenar yéndome a la cama prontito con un libro y mañana será otro día :)
¡¡¡Me encantó el post!!!
Uf!! Acumulo la mierda y después me castigo por ello.
Graciaaaas, ahora a limpiar se ha dicho!!
jajaja que buen post.!!! Llevo todo el día queriendo leer el post, comiéndome la cabeza con el título del mensajero y tu madre… Y por fin lo leo… y venga leer y leer… y pensar donde aparece tu madre en escena…
Me parto… el comedero de cabeza que te has pegado.!!!
Por cierto… últimamente esos días de mierda me los quitan mis niñas en un plis, con sus caritas, sus reclamos y lo agotada que me dejan. Prestando más atención a los pequeños momentos y visualizándote desde fuera.
Y otra cosa más… Ya tengo la muy esperada guía!!!
Mil gracias y ansiosa de leerla y releerla!!!
Primera vez que entro aquí (una amiga me ha enviado este link) y me marcho encantado, sonriendo y con el convencimiento de que volveré con más tiempo. ¡Una gozada de entrada, como para recordarla muchas veces!
Felicidades y encantado de haberte encontrado.
Pues si, es algo innato en esta humanidad, tenemos que reeducarmos en el positivismo, desdramatizar, y cada cual tiene su truquillo yo me acostumbre a mirar el otro lado, vamos utilizo la teoria del yin-yang. Hay una ley que dice que toda caea tiene su dorso, pues eso, es lo que aplico en mi vida. Y funciona ya casi me sale innato! Aunque verlo en los demas siempre es mucho mas facil que en uno mismo. Tenemos tanto que aprender de todos! Muchas gracias por compartirlo, nos hace mas cercanos e iguales. Que tengas un dia brillante! Besos
Yo también tenía tendencia a pensar mucho en sucesos desagradables, empecé a dejar de hacerlo conscientemente cuando vi los vídeos de Enric Corbera, habla de cómo los pensamientos repercuten en la salud y en lo que atraemos en la vida por una cuestión metafísica, eso piensas, eso atraes, repetir el pasado con el pensamiento hace repetirlo en hechos futuros.
También tengo un blog, os dejo el enlace por si os apetece pasaros. http://goo.gl/nh6PVL
Bonita historia, me lo he pasado muy bien leyendo este post e imaginándome toda la escena cotidiana en un día lluvioso en el campo. Y seguro que el señor Josep María ahora pasa a ser ese señor imaginado, para mi y para todas las que te hemos leído, que nos recuerda algo importante en los momentos de bajón, con toda su calma, humildad y sabiduría :)
Hola Deb, es la primera vez que paseo por tu blog, casualidades de la vida supongo, no se ni como he llegado hasta tí, pero me alegro.
A veces cuesta echar esa mierda, a veces es más fácil quedarnos con ella y cogerle cariño en vez de darnos cuenta que esa no es la solución, sólo es lo “fácil”. Suelo ser positiva, aunque a veces la mierda me salpique y no sepa que hacer, los malos días creo que los tenemos todos, pero sabes.. me he dado cuenta que no puedo echarle la culpa a los demas de todo lo que me pase, yo soy la dueña de mi vida (suena genial eh?) y por lo tanto, la que decide si toca reir o llorar, tengo un niño de 5 años que hace que cada día ponga una sonrisa en mi cara, aunque haya llegado tarde a trabajar, aunque no haya dado pie con bola, o aunque mi jefe se enfade conmigo.. un abrazo
Oye Deb! como me enganchas a todas tus historias jeje, aunque te leo siempre mi internet es una mierda y no me deja comentar pero hoy es diferente. Yo normalmente soy de las que guarda toda la mierda aunque despues de tu post lo pensare mejor, besos
Buena pregunta…depende. Cuando estoy encabronada con el mundo, hago más y más bolas de nieve. Es como que necesito una excusa para gritar a los 4 vientos “MIRADME¡¡ COMO NO VOY A ENFADARME POR ESTO Y LO OTRO¡¡”
y sin embargo cuando no tengo tiempo para quejarme o para tontunadas lo dejo correr. Lo limpio y como si nada.
Cómo me suena lo que explicas y qué gran lección la de hoy. Me quedo con “no dejar que el cerebro entre en piloto automático y empiece a hacer un torbellino de pensamientos dramáticos que nos inunden hasta ahogarnos”. Propósito de año nuevo y de por vida. Gracias, Deb!
Hoy tengo un día de mierda!
Y tenía varios correos tuyos pendientes de leer. Cuando he visto el título, no he podido hacer más que leerlo.
Qué grandes son las madres!!!
Efectivamente, en eso estamos, en limpiar lo que te “ensucia” el día. Hacer limpieza y, con permiso, mandar a “cascala” todo lo que monopoliza tu día para mal. Que hay muchas cosas buenas y no tienen por qué ser eclipsadas por uno o dos contratiempos.
Gracias por contarnos, por animarnos y por currártelo tanto!
Nunca había escrito, aunque hace mucho que te sigo. Supongo que seremos muchas así. Aunque no escribamos todas, tú no pares, porque estamos! :) Te leemos, te seguimos y te “queremos”!!
Feliz feliz 2015!!