En este segundo episodio me enfrento a un tema que me lleva a pensar mucho: la visibilidad, la presencia, el compartir en abierto tu vida y tus pensamientos a cada momento. Las personas que tenemos una empresa tendemos a asumir esto como parte del negocio, y si —como a mí— el mostrarte abiertamente en las redes sociales no te sale de forma natural, puedes llegar a sentir como una obligación autoimpuesta el compartir lo que comparten las demás, las veces que lo hacen las demás.
Si no doy todo de mí en los muros de mis redes sociales y no estoy presente como las demás siento que soy un desastre. A ver si se van a olvidar de mí, o no voy a caer bien, o voy a parecer una borde. En resumen, me siento #lapeoremprendedoradelmundo.
En estas 21 reflexiones he intentado plasmar mis ideas y sentimientos sobre la visibilidad y sobre la huella que dejamos en el mundo. Te dejo con la segunda entrega de La Peor Emprendedora del Mundo :)
1 /
Vivir con el teléfono pegado a la mano para mostrar cada cosa que estamos haciendo a lo largo del día: cómo nos hemos vestido, lo que hemos desayunado, el camino al trabajo, nuestro escritorio, una reflexión en el coche, la cerveza con los amigos, el parque con nuestros niños, el libro que leemos antes de dormir, un besito de buenas noches… Somos protagonistas de un reality show que lleva nuestro nombre.
Pero a diferencia de los reality shows, poca gente se publica a sí misma mientras llora desesperada por una menudencia, mientras tiene una bronca con su pareja, mientras trabaja concentrada, mientras le cambia el pañal al bebé en una casa desordenadísima, mientras se corta las uñas de los pies, mientras el médico le dice que tiene que bajar el colesterol o a su padre le han detectado un bulto sospechoso… en fin, otras cosas que también pasan en la vida constantemente. En esos momentos el móvil permanece a un lado.
En esto del emprender tampoco nos grabamos con las derrotas ni los momentos bajos ni con nada que no dé una controlada imagen de relajado y casual pero bien enfocado.
2 /
Estudié en las clases de montaje audiovisual y narrativa cómo hacer un relato interesante: cortando lo no relevante o lo que no haga avanzar la historia. Se llama quitar paja. Hoy en día, parece, todos somos maestros en dejar solo lo que brilla para que el resto vea una película que nos represente exactamente como queremos ser representados. Aunque, paradójicamente, eso que dejamos sea la paja, el relleno, lo que te pedirían recortar en cualquier escuela.
3 /
Hubo un tiempo, antes incluso de Oye Deb, ya con mi anterior blog, en que me sentía muy asustada y avergonzada de conocer en persona a cualquiera que me leyera. Era un suplicio que alguien me saludase y me dijera “¡yo te leo!”. Me preocupaba mucho que se hubiera hecho una idea de mí a través de mis publicaciones y no le pareciera que mi yo real encajase con esa imagen que estaba dando. Lo mismo me pasaba si llegaba a saber que alguien que había conocido primero en la vida real estaba leyendo mis textos o incluso comprando mis productos. Siempre le temía al descuadre, a sus expectativas derrumbadas, a no parecerle la persona que yo intentaba ser en mi versión pública. A que no me entendiera.
Pero es que, ¿cómo alguien podía hacerlo, si ni yo misma era capaz?
4 /
En nuestra vida online (muy especialmente si tenemos un negocio detrás con una marca y un estilo de marca que sostener) estamos representando un personaje. Por más que nada de lo que cuentes o enseñes sea mentira jamás, y trates de ir con toda la honestidad por delante, no dejas de ser una construcción de tu imagen. Y cómo podría ser de otra manera, si en nuestra vida real ocurre lo mismo: aunque salga con naturalidad, es el trabajo actoral más estudiado que hay.
5 /
Un collage de fotos, frases y manifestaciones varias. Eso quedará tras de ti cuando no estés, mientras tus perfiles no sean eliminados.
6 /
¿Por qué creemos que lo que tenemos que decir es tan relevante que tiene que ser dicho en el altavoz público? Me lo pregunto a mí misma, también, que he hecho de mi experiencia personal y mis pensamientos el núcleo de mi trabajo. No sé si eso me excusa de algo o me vuelve aún más culpable.
7 /
Aquí y ahora solo puedo estar haciendo una cosa. En el presente solo cabe una acción cada vez. ¿Qué voy a elegir hacer: mirar o grabar, vivir o mostrar como vivo? ¡Twitéalo!
8 /
Las redes informan, entretienen, son útiles, te mantienen al día con tus contactos, te hacen sentir conectada, te desinforman, te angustian, te hacen perder el tiempo, te impiden hablar realmente con tus amigos, te mantienen sola y aislada.
9 /
Mi primer negocio fue uno en que diseñaba y fabricaba objetos hechos a mano (prendas de vestir, complementos, decoración,… lo que se me antojaba). Uno de los motivos por los que lo dejé —ciertamente no el único— fue que tenía la sensación de que todo eso que estaba creando, aunque gustaba a ciertas personas, no estaba aportando nada en el mundo. Estaba consumiendo recursos y fabricando pon por caso, camisetas, cuando ya había sobreproducción de camisetas y ciertamente no hacía falta una camiseta más en el mercado. No sentía que lo mío fuera tan condenadamente especial como para compensar el gasto de algodón, hilo, transporte, pintura… en fin, la huella medioambiental que consideraba que generaba una camiseta innecesaria más. En mi balanza, mi talento como diseñadora no compensaba el gasto que le estaba haciendo al mundo.
Me pasa algo similar con lo que comparto en las redes sociales y en mis escritos. Si considero que de algún modo es ruido (y de ruido comunicativo estamos ciertamente sobresaturados) no quiero publicarlo. En Instagram publico pensando en mí misma y creando un hilo de recuerdos que yo quiera tener a modo de álbum. Muchas veces lo repaso y me gusta verlo. En Oye Deb publico solo cosas que creo relevantes al respecto de los temas que trato. Como todo, la percepción de lo que es ruido y lo que es relevante variará mucho según el receptor —y no tengo modo de controlar que a todo el mundo le parezca relevante, es imposible—, pero la idea de no ser ruido me persigue y me vuelve hiperexigente la mayor parte del tiempo. Puedo decir que hasta he soñado con ello algunas veces y no ha sido agradable.
10 /
Lo que comparto en mis escritos (y especialmente en mis redes sociales) es solo una pequeña parte de mí. Digamos un 1 o un 2% de todo lo que soy, de todo lo que siento, de todo lo que me sucede, de todo lo que pienso, de todo lo que me preocupa, de todo lo que veo, de todo lo que vivo. A veces me pregunto a qué clase de persona se creen que leen, se creen que siguen. Muchas veces me pregunto quién se creen que soy, con tan pocos datos. Evidentemente, les falta un 98% y lo van a completar basándose en ellos mismos: proyectando sus deseos, sus miedos, sus gustos, sus aspiraciones, sus juicios… No tienen otra cosa a la que agarrarse.
Soy un lienzo en el que les he dibujado dos líneas y ellos tienen que pintar el resto. Solo algunos iluminados contemplan las dos líneas y les parece suficiente: ni piden más ni necesitan más, aprovechan lo que hay. No le temen al horror vacui.
11 /
Me preocupa y a la vez es inevitable dejar que sean mis lectores o seguidores los que rellenen los huecos entre información e información. A veces tengo ganas de explicarlo todo de pe a pá cada día y al menos, así, contar mi verdad al dedillo. Cuanto más hueco les dejas, más lugar para su imaginación. Cuanto menos hueco les dejas, más lugar para su juicio. Supongo que depende del miedo de cada una: ¿prefieres que te juzguen o que se inventen?
12 /
Que me vean en persona y me digan: ¡eres mucho más guapa que en las fotos y los vídeos! Qué quieres que te diga, me hace feliz. También me da rabia no ser más fotogénica.
13 /
Taylor Swift considera que una celebrity tiene la obligación y la responsabilidad de ser un modelo de comportamiento (role model) para la gente que le sigue. Me parece sensato.
Rihanna no quiere ser ejemplo de nada, no quiere que la pongan en un pedestal, no deja de ser una persona normal haciendo un determinado trabajo, no quiere ni la obligación ni la responsabilidad de ser un role model para nadie. Me parece sensato.
14 /
Con los conocidos: creer que estás al día de la vida de alguien porque le sigues en redes sociales y eso de algún modo te exime de llamarle, escribirle o, Dios nos libre, ir a verle. Creer que porque piensas en ellos a menudo es suficiente. Me considero culpable una y mil veces de esta plaga del comportamiento.
15 /
El último escalón en la esclavitud: los directos y los Stories. Antes aún podías excusarte diciendo que tus entradas en las redes sociales de tu empresa estaban programadas y que una vez a la semana o al mes lo dejabas todo hecho. Ahora el directo te delata. Veo perfectamente la cantidad de rato al día que pasas en tu teléfono tratando de comunicarte con el mundo.
Lo peor es que me haces sentir mal por no estar haciendo lo mismo, a veces creo que tendría que estar diciendo más, grabando más, fotografiando más. Me digo “eres la peor emprendedora del mundo”. Luego pienso en mi vida con el móvil pegado a la mano y me quiero pegar un tiro.
16 /
Lo peligrosos que me parecen todos aquellos que se fabrican un estilo de vida para vender su método de cómo lograr ese estilo de vida y no paran de insistir en ello en cada comunicación, de una forma u otra, sin ofrecer mucho más allá que esa especie de “radiante felicidad y éxito”. Me pregunto si todos sus seguidores deben vivir frustrados al comparar la parquedad de sus propias vidas con la riqueza de las que les presentan sus ídolos.
17 /
Llegamos a pensar que a la gente (conocida y desconocida) le importamos más y nos aman más cuanto más feedback social recibamos. No es en absoluto cierto.
18 /
¿Quieres saber lo que le importa de ti a alguien? Solo lo que toca con alguno de sus propios dolores, miedos o carencias. El día que necesites que alguien venga a ayudarte con algo difícil, los verás huir o desaparecer en desbandada. A no ser, claro, que lo que sea que te pase sea tan importante para ellos como para que salte por encima de sus múltiples prioridades personales. Me contaba una amiga que cuando su padre enfermó y pasó por graves operaciones, muchos de sus amigos desaparecieron del mapa. Los que se quedaron a apoyar, o realmente la querían tal y como ella es (en un momento oscuro y complicado, siendo una persona oscura y complicada), o habían pasado por un trance similar.
Cuando nuestra perra Lana desapareció sin dejar rastro, sentí lo mismo. Mucho, mucho, mucho eco al otro lado. Mucha decepción. Poca empatía. Y algunas sorpresas maravillosas (incluso de personas que solo existen para mí porque le dan al like de vez en cuando, o de personas que aparecieron de la nada sin haberme leído ni visto nunca en ninguna red social).
Es algo que todos hacemos, pero no deja de ser duro darte cuenta —algo así como el paso a la vida adulta, me pareció a mí—. De entre toda esa gente que te da likes, el día que te pase algo que te ponga en una situación de necesidad, solo los más afectados en su propia vida por algo similar o a los que tu situación despierte algo en lo más profundo darán el paso de tenderte la mano y aguantarte el paraguas mientras dura tu chaparrón o, ya puestos, salir a mojarse contigo.
Así que los likes son material de desecho para la vida real. No sirven de absolutamente nada. Apreciarlos es apreciar el más terrible vacío.
19 /
Por otro lado, desde que se perdió Lana en diciembre de 2016 no fui capaz de publicar nada en redes sociales durante meses. No me ha parecido que haya tenido ninguna repercusión en el dinero que he ganado ni, si nos ponemos, en absolutamente nada.
20 /
¿Cuando cambiarán de nuevo los algoritmos? Más nos vale estar preparados.
21 /
Como decíamos en el capítulo anterior, lo más importante para los humanos: sentirnos amados (en este caso no a través de tu labor profesional sino a través de que te envíen corazones y aprueben tus intervenciones) y sentir que somos valiosos (tan solo por estar viviendo tu vida y mostrarla al mundo cada día); las dos necesidades básicas cubiertas mientras tengas wifi o datos.
…
La Peor Emprendedora del Mundo es una sección mensual en la que comparto mis reflexiones, sensaciones y contradicciones sobre la complejidad personal que me supone emprender (en la acepción habitual, referida a los negocios, pero también aplicable a ser emprendedora en la vida misma).
Sin embargo, es una sección abierta que está esperando tu aportación. Puedes elegir cualquiera de los puntos, o el tema en general, o una frase en concreto, y transformarla, comentarla, ampliarla, crear a partir de ella en el formato que quieras. Puede ser un artículo en tu blog (en ese caso déjanos el enlace abajo en los comentarios), una entrada de cualquier tipo en redes sociales (márcala con #lapeoremprendedoradelmundo para que podamos seguirla también), una imagen, un dibujo, un poema… Lo que se te ocurra. Un comentario al final del artículo también sirve, obviamente :)
Yo publico mi entrada la primera semana de cada mes, tú puedes publicar la tuya a lo largo de ese mismo mes y de ese modo iremos construyendo una conversación plural y rica en la que todas tengamos voz y representación.
Porque me temo que todas nos sentimos alguna vez #lapeoremprendedoradelmundo, ¿verdad?
Un abrazo,
P.D.: Si te perdiste la primera entrega de La Peor emprendedora del Mundo, “Mi Vocación”, puedes leerla aquí.
Me toca mucho lo que has escrito hoy, Deb. Estoy en ese momento de reflexión con respecto a mi actividad creativa y a mi forma de sacarla al mundo, de ofrecerles a los demás el fruto de lo que hago.
Hace una temporada que estoy ausente en mi blog y en algunas redes y me cuesta volver porque tengo en mente algunos de los puntos que recoges tú aquí. ¿Para qué? ¿Para quién? ¿Todo esto me deja sitio para seguir avanzando realmente en profundidad?
Como siempre, tu aportación sí que enriquece. Abrazos.
Gracias por este post. Para mi hay algo fundamental y lo comentas en la news, el hecho de fijarnos o compararnos con lo que hacen otras personas en las redes (tanto por lo que cuentan como por la frecuencia de sus publicaciones). A mi me angustia mucho ver que otras personas que se dedican a lo mismo que yo, publican en redes todo lo que hacen, creando una apariencia de muchísimo trabajo o de que les va genial en sus agencias y precisamente, eso es lo malo, que comparo mi realidad con lo que esas personas muestran de la suya…
Ser conscientes de que las redes son un escaparate y planificar lo que publicamos, es bueno, pero siempre que nos sintamos cómodas con ello, no?
Hola Deb,
Gracias por abrirte, por ser sincera, por decir las cosas que piensas … Personalmente me gusta mucho el trabajo que haces y como lo haces. Y no necesito saber lo que desayunas, a no ser que venga enlazado con algún tema concreto que vayas a exponer en tus publicaciones. No espero que hables de nutrición ni que publiques una foto de tu intimidad. A no ser que a ti te apetezca
Me gusta oyedeb porqué es diferente, auténtica y porque habla sobre verdades sin censuras…
Tal vez puede parecer que las publicaciones escaparate son más prácticas o útiles y que llegan a más gente.. En mi opinión lo fácil es darle al like y ya está. Reconozco que no siempre tengo tiempo para dejar comentarios y no siempre puedo leerme tus publicaciones al día. Eso sí. Las marco como importante en mi correo y las leo con tranquilidad porque tienen mucho que ver con el momento en el que me encuentro: el descubrirse, el encontrarse, buscar lo auténtico…
Y mientras tus contenidos tengan que ver con este momento que estoy viviendo, te voy a seguir.. porqué siento que ahora lo que escribes conecta conmigo, aunque no me haya decidido a emprender. Si en un año ya no estoy en la misma línea, eso no significará que seas una mala emprendedora… tan solo que ya no estoy en la misma frecuencia.
Creo que tus publicaciones están dedicadas a un público en concreto. Y me gusta. No necesitas hacer lo que hacen las demás.
Gracias.
Un saludo
Hola Deb, me ha encantado el post de hoy y me hace reflexionar tantas cosas…… Lo cierto es que las qué tenemos nuestro negocio online, vivimos presionadas por todo esto que dices, yo misma, me pongo nerviosa, me siento mal.
Siento que pierdo el rumbo y publico cosas de mi vida personal que me hacen sentir en muchas ocasiones “desnuda”, “desprotegida” , simplemente porque tengo que hacerlo para mi negocio y me sorprende el gran poder que esto tiene sobre la gente que me sigue. ¿Forma parte de nuestro negocio? ¿ Porqué interesa tanto, algo que no aporta nada de valor a lo que hago? Pero siento que sí no lo hago soy una malaemprendedora, cómo tu dices y me siento peor por no hacer lo que tengo que hacer, para que mi negocio funcione. Me encantaría solo mostrar mis diseños, cómo trabajo, mi proceso de creación y centrarme sólo en eso. Muchas veces entro en perfiles de emprendedoras que se exponen tanto que si no supiera a que se dedican, pensarían que son otra cosa, porque es que no veo nada de su emprendimiento, solo fotografías lifestyle de lo bien que se lo pasan y lo pink que es su vida en las redes, claro.
Un abrazo Deb, sigue así y no cambies. Yo
no necesito conocer más de ti, porque te sigo por lo que me aportas, tus reflexiones y si que me gusta verte la cara, por supuesto, pero con verte en tus videos o en las ponencias, ya no necesito más.
Y eso, es bueno, porque al final me tienes pendiente y es por eso, por lo poco que té expones 😉
Un abrazo!
Has descrito perfectamente muchas de las sensaciones que yo también tengo. Cuando entro en Instagram y me pongo a ver los Stories de la gente, de un lado me siento obligada a que me vean la cara todos los días, pero por otra siempre pienso si es realmente lo que quiero. Y supongo, que si no lo hago es porque no me sale natural. Ni que decir que con mis 500 seguidores tampoco sería un gran drama, pero por otra parte pienso que no son más por no usar las mísmas tácticas que las personas a las que sigo.
Gran tema del que se podría estar habando HORAS.
Gracias por escribir. Me encanta leerte :)
¡Hola Deb!
Muchas gracias por las reflexiones de hoy, es un tema súper interesante que además me toca directamente porque reflexiono sobre ello constantemente. A mi personalmente me gusta compartir ciertas cosas en redes, sobre todo en Instagram, aunque tengo temporadas en las que me apetece desaparecer y así lo hago. Procuro escucharme y hacer lo que siento. En mis redes publico siempre desde el amor, con el objetivo de aportar energía bonita a quien me lee. Me gusta pensar que aporto cosas bonitas al mundo y que mis creaciones, imágenes, reflexiones, inspiran a otras personas como otras personas me inspiran a mi. Entiendo que mis publicaciones llevan a algunas personas a pensar que mi vida es toda de flores, y me hago cargo de esto hasta cierto punto, ya que considero que creer que las redes sociales son 100% vida real es un trabajo personal de cada uno – entendiendo que NO comparto cosas con la idea de que la gente piense así de mi. En mi vida personal tengo mis problemas como todo el mundo, al mismo tiempo me siento infinitamente afortunada y quejarme es algo que no va conmigo, ni en redes, ni fuera de redes. No creo que soltar mis desgracias aporten algo positivo al mundo, y si en algún momento considero que algo negativo en mi vida realmente podría ayudar a alguien ahí fuera, consideraría compartirlo abiertamente :)
Siento que el equilibrio es complicado, si no inexistente. Mi regla de oro es escucharme y hacer lo que siento YO; a veces lo peto por redes porque estoy a tope, a veces desaparezco porque me apetece/necesito estar en el “mundo real” a tope.
Creo que el gran reto es que cada cual haga lo que sienta ¿Nos sabemos escuchar dejando de lado el ruido de los demás? Ay.
Gracias por regalarnos este espacio en el que poder reflexionar abiertamente :)
¡Un beso grande y disfruta de tu nuevo viaje!
Marta
Que bonita reflexión…
Deb muchas gracias por este artículo 😀 Este es uno de los temas a los que me enfrento con más contradicciones, yo nunca he querido como ser visible, o ganar seguidores o tal o cual… pero por otro lado, sentía y veía como hay gente que tiene muy poca conciencia ambiental, tanto en el día a día, como en los negocios… ahí ya ni te digo… por lo que quería transmitir un mensaje, pero el simple echo de exponerme al juicio ajeno, me daba ansiedad, dolor de barriga y pánico, al final opte por la opción de que era más importante el mensaje que yo… y eso me ha ayudado a relajarme bastante… aunque este en un tema con el que sigo batallando entre el miedo a que me critiquen y la motivación de que al menos una persona reflexione un poquito sobre cómo sin querer, y sin darnos cuenta, estamos jodiendo el planeta 🌎 y muy probablemente a nosotros mismos… además por cosas que no suponen una mejora significativa en nuestra calidad de vida, como por ejemplo, los miles de plásticos que utilizamos y tiramos a la basura, tan campantes, como si eso no llevará un elevado impacto….
Da miedo que tú mensaje no se entienda, pero el que quiere entender entiende, y el que quiere juzgar juzga, eso es así… y yo no puedo hacer nada contra eso, eso me da otro poquito d tranquilad también, me quita un peso de encima.
También me pasa lo de tan relevante es lo que tengo para decir?…si es de sentido común… pero me doy cuenta de que no… que falta mucho sentido común todavía, en mucha cosas, solo hay que ver la situación actual, y no sé es como que me dan ganas de seguir… yo antes tenía la idea de que alguien que se diferenciaba o llamaba la atención, era un flipado, y que se creía superior por no seguir el rebaño… bueno algo así más o menos , como cambiamos y como evolucionamos, por suerte 🍀 ( o por trabajo de nuestra creencias limitantes, ompod simplmente abrirse a aprender)
En fin Deb, que que gustazo leer cosas de verdad!
Un besillo
Hola Deb, gracias por tu escrito porque de verdad, no me parece ruido para nada.
Leyéndote me he dado cuenta que siento una especie de presión interna por poner mi cara en todas partes (cosa que no hago pero que me recrimino por no hacerlo), por no estar haciendo stories (no, no me he atrevido ni me ha dado la vida ni siquiera para planteármelo), ni nada de estas cosas que parecen tan necesarias y que me roban tanto tiempo cuando sigo a los demás.
Y el temible miedo al estar haciendo ruido… estoy ahí también. Pensando.. pero a alguien le importará realmente que yo publique lo (poco) que publico? Las métricas me dicen que sí, pero tener los pies en la tierra me hace darme cuenta de que, en realidad, mi negocio va bien sin nada más de lo que ya estoy haciendo, y eso incluye muchas horas de hacer de mama, de estar en casa y en la consulta todo lo presente que puedo y pasar por las redes cuando me parece genuino.
Y dicho esto también veo la contradicción de leer y comentar o twitear, pero creo que es que las redes pueden servir también para conectar. Lo que dices que te pasó cuando se perdió Lana y aparecieron personas significativas para tu momento… afortundamente no todo en las redes es condenable al infierno!
Un abrazo fuerte, y felicidades por esta sección, me encanta el emprendimiento real! sin filtros ni orejas de gato!
Hola Deb, te leo con muchísima ilusión, dejo de trabajar cada vez qué me entra un correo tuyo, me fascina tu escritura y me gustaría tener tu facilidad para plasmar con tanta claridad tus sentimientos. Le doy Likes a tus fotos de Instagram porque me caes genial y sinceramente me haces mucho bien con tus reflexiones. Eres esa amiga que me gustaría tener. Reflexiva, sincera y muy natural. Así te percibo yo.
Te mando un beso y gracias por tu tiempo ☺️
Hola Deb.
Hoy has tocado un tema estrella en mi cabeza en los últimos tiempos. Debido a un ” renacer espiritual” ( a causa de un cáncer), he empezado a re-conectar con lo verdaderamente importante en mi vida. Y no quiero mirar lo que es mi vida y verme a mi misma pegada a una ventanita, aunque creo que la cosa es encontrar el equilibrio; es decir; gracias a las redes, he conocido gente como tu , que aporta valor en mi vida, pero también uso las redes para evadirme, para escapar, para compararme… ( en esto último es en lo que estoy trabajando ;).
Y lo que me ha traído esta oscuridad que he vivido en los últimos tiempos es la convicción de que NADA DE LO QUE HACEN LOS DEMÁS ES POR MI ( o tiene que ver conmigo), y a la única persona a la que necesito impresionar y de la que necesito validación soy soy misma, porque ni yo que ocurre “detrás del escenario” en la vida de los demás, ni los demás en la mía.
Abrazos
Modestamente pienso que es una moda más, y como bien dices no se si tiene mucha repercusión a nivel de balance de resultados. Como soy vieja no me creo nada de esas falsas vidas que nos muestra instagram, y tampoco creo que sea necesario enseñar tu vida para vender agendas o lo que sea. Al final lo que importa es que la agenda/producto sea de buena calidad y eso es lo único que hará que la vuelvas a comprar.
Saludos
Hola Deb,
Aunque te he leído muchas veces es la primera vez que escribo.
Me llega mucho lo que has escrito pues yo misma llevo años planteándome muchas de estas cosas. Creo que el mundo un poco superfluo que hemos creado, con un sinfín de comunicaciones constances que no siempre aportan algo (ni a los que las realizan ni a los que las reciben), tocará antes o después a su fin en la forma en la que actualmente entendemos el asunto.
Muchísimos días deseo desconectarme al cien por cien de redes y mundo online, y sinceramente me parece que en general vivimos en un sistema que aún necesita una gran aportación desde un punto de vista más humanista y menos técnico y cortoplacista.
Yo en concreto aún me encuentro buscando caminos, ya que no siempre es posible vivir de lo que uno realmente ama, aunque si seguir intentándolo hasta que de algún modo cuadre precisamente con una posibilidad de hacerlo.
En fin, muchas gracias por el post, creo que cada vez hay más personas con percepciones semejantes en un sentido u otro.
Un abrazo
Hola Deb
A mi me ha llegado a fondo, pues en estos momentos en el que trato de dar color a un proyecto, mantengo una especie de discusión con las redes sociales. Si que me gusta que den al Like cdo. escribo algo, y si no lo hacen reflexiono el pensamiento que hay detrás, qué creencia la necesitar a nadie????? Hay momentos en que simplemente quiero caminar, respirar, observar y otros en que tengo ocupaditis …. no paro de leer, aprender. Aprender a amar estos dos lados, es mi finalidad y por supuesto equilibrarlos. Desde mi experiencia te siento franca, y clara y es eso lo que a mí me llama la atención. Algo en tu forma de escribir me acompaña a parar. Muchas gracias.
¡Deb!
Me vi en la casa hecha un desastre con pañales con caca que a mi pareja se le “olvidó” botar cuando mudó a la guagua (bebé en chileno), iniciando la vida de independiente con la ilusión de que la guagua iba a dormir muchas horas y que yo podría usar esas horas en darle vida a mi blog. Nada más alejado de la realidad en mi caso.
Me vi fracasando y con la Visa copada después de comprar cada curso de emprender online que mi capacidad crediticia me dio.
Me vi en muchas situaciones porque me hiciste espejo y me proyecté en el 98% que no veo de ti.
Me pasó lo del ruido. Y decidí ser auténtica. Y si luego de eso no tengo seguidores tendré que buscar otra cosa que hacer.
Todos esos cursos de marketing, que el copywriting, que el funnel, que el email… me enseñaron que tenía que acomodar mi mensaje y hablarle a mi cliente.
Y en eso me perdí y sentí que lo que yo tenía para ofrecer no tenía valor. Me dispersé en muchas redes sociales hasta que quedé drenada en inseguridad, empobrecida y sin ningún cliente.
Y de pronto dije chao con el marketing como lo aprendí, voy a ser yo, y voy a usar dos redes y nada más. Y aquí estoy. Redescubriendo el valor de ser auténtica y decir lo que pienso, sumando seguidores y personas que me consultan por mis servicios. Estoy empezando, a ver donde me lleva.
¡Un abrazo!
Cuando te leo siempre pienso “Quisiera tener esa capacidad sensible de comunicación” por algún misterio ayer he publicado una entrada sobre redes sociales, sobre la presión que sin querer queriendo nos hemos puesto sobre los hombros para mostrarnos en la onda wanabee de la existencia.
Que sí, que muchos dicen que no está mal postear toda tu vida en instagram, pero es que es un ciclo extraño y vicioso. Siempre creemos que la vida de otro está mejor que la nuestra en algún aspecto, y no queremos vernos (ni que nos vean) miserables.
Alimentamos la idea de “fracaso” a costilla de la comparación constante y nos intentamos convencer de que no es así, empieza la carrera de publicar todo cuanto acontece de forma tan ficcionalizada que hasta una misma se traga su propio cuento. (Y otra también se lo traga comenzando su propio ciclo)
Claro, yo no hablo de emprendimientos donde hay una “necesidad” de la exposición para atraer clientes y uno lo ve más como una obligación y llega un momento en que no sabes qué carajo publicar en instagram para que llegue tráfico a tu web (que sí, me da dolor de cabeza) sino de esta necesidad de visibilidad en la vida cotidiana, esa me preocupa más.
Incluso me armé un test con personajes de anime para ver qué reflejamos en nuestras redes, pero como repito, cuando yo te leo me siento tranquila, en paz… como si acariciaras con la lectura. Cuando yo escribo siento que revoloteo todo, que corto…
Te admiro muchísimo Deb, eres genia. Un enorme abrazo.
¡Cuanto hay en este artículo para reflexionar! Yo siento muchas veces que no comparto demasiado. O que no me implico en mis redes sociales. Entonces es cuando de repente me veo publicando en Instagram varios días seguidos. Y luego vuelven a pasar un montón de días sin saber de mi… Creo que necesito encontrar ese equilibrio, de mostrar mi día a día sin mostrar mi yo total.
Porque no, no quiero mostrar todo lo que hago. Siempre digo que los mejores momentos son los que no paramos a fotografiar. Cuantos días de besos, parque, felicidad, risas… he pasado con mi peque y no hay una solo foto. Solo porque no me he acordado de tan bien que estábamos.
En los negocios es totalmente distinto, claro. Pero también hay que encontrar ese punto de equilibrio…
¡Un abrazo fuerte!
Hola Deb!!
Justo estas dos semanas me he sentido la peor emprendedora por que no he podido publicar fotos todos los dias, y pienso que es una carga absurda que me impongo y me suma estres, pero no lo puedo evitar.
Muchas gracias por tus reflexiones y hacernos ver que no estamos solas.
Un fuerte abrazo!!!
Muchas gracias Deb por compartir estas reflexiones con tod@s. Uno de mis enormes retos es mi presencia online —soy diseñadora gráfica y hablo todo el tiempo de mi presencia online profesional— . No tengo tiempo ni para vivir, imagínate para estar todo el día dando contenido a mi blog de la frase del día, a mi blog-web, a mi facebook y twiter… Es imposible, sobre todo cuando recibo alrededdor de 60 correos por email y varios whatsapp. Y pienso como tú: me parece genial que esto exista, pero cada cuál lo utilice a discrección como mejor le venga a su estilo, personalidad, intereses y preferencias.
Gracias otra vez y un fuerte abrazo!
Hola deb,
menuda reflexión! creo que muchas pensamos así pero quizás no nos hacemos notar tanto y tú lo has plasmado muy bien. Yo ahora estoy empezando un proyecto también que implica redes sociales, y la verdad que sólo el hecho de pensar cuánto tiempo me puede quitar el estar publicando cada día y casi a cada instante me da pavor. Por ello pienso que cada cual debe planteárselo a su manera, publicar de una forma periódica pero que vaya también con su forma de ser, vivir y de hacer las cosas. Me encanta tu visión respecto a esto, porque no somos perfectas, nadie es perfecto, y lo que más me ha gustado de lo que has dicho es que sólo se publican cosas bonitas y momentos felices pero, donde están esos días en los que te levantas con el pie torcido? con los ojos hinchados por no haber dormido bien y con la cabeza a mil por hora? Porque no tenemos vidas perfectas ni días buenos siempre.
Y si alguna vez se pierde la rutina, se puede inventar otra :)
Saludos!
Hola Deb,
ya iba haciendo falta alguien que hablara con sinceridad sobre este tema.
Yo no he conseguido todavía encontrar el equilibrio y por lo que veo, somos muchas lidiando con este aspecto del emprendimiento.
Por una parte tenemos herramientas preciosas que le permiten emprender a cualquiera con un mínimo de ilusión y, por otro, esas mismas herramientas pueden acabar devorándonos.
En mi caso, mi objetivo es pasar todo el tiempo que pueda al aire libre y en la naturaleza, pero me veo presa casi a diario del ordenador para sacar adelante mi proyecto y no consigo dar con la dosis adecuada de cada cosa.
Eso sí, sigo adelante, practicando a diario e inspirándome con tus reflexiones.
Gracias por todas ellas!
Kiki
Eres tremenda Deb! Jajaja… Esta entrada me ha recordado el libro “Necesito que me quieran ¿Es eso verdad?” de Byron Katie. Los pensamientos no investigados, esa es la cuestión. No solo en referencia al tema de este post, sino en referencia a cualquier tema, cualquier pensamiento, opinión, idea… El mismo título como idea-pensamiento de “la peor emprendedora del mundo”… ¿Por qué no la mejor?💚
Un párrafo del libro:
“Yo soy la realidad: esto significa que soy la persona perfecta para ser yo y que nadie más puede serlo. Tengo que tener esta altura para ser yo, exactamente esta altura, y tengo que tener sesenta y dos años. Tengo que pesar lo que peso al gramo, tener este género y tener mis dedos en el teclado del ordenador de la forma exacta en la que los tengo ahora. Me doy cuenta de que esos son los requisitos para ser yo. Y no hay errores en este mundo perfecto, que es un tapiz de puro gozo y belleza cuando se ve a través de los ojos de alguien que no discute con lo que es.
Hay dos formas de ser yo: una es odiarlo y la otra es amarlo. ¿Cuál de ellas vas a ser (dado que no tengo otra opción más que ser yo)? De acuerdo, seré yo, y cuestionaré mis pensamientos sobre mí hasta que me vea perfecta en cada aspecto, aún más agradable que perfecta. Alguien tiene que ser feliz en este mundo. Es bueno que sea yo. Definitivamente, me presto como voluntaria.”💚
Gracias Deb!
Me llega justo en el momento preciso. He reflexionado y explorado mis sensaciones y entrañas frente a todo lo q dices, la exposición, el compartir y compartirse.
Y si … mueve muchas cosas, llegando a la conclusión que más q una forma sea la correcta o sea la q te va a llevar al exito, lo que quiero es ser verdadera, ser honesta en ese 5% q comparto y que tenga algún sentido .. para alguien … y al menos para mi :)
Hola Deb
Yo no tengo negocio y en este momento solo UN proyecto en mi Vida: YO, y aunque te sigo hace bien poco, ME gusta tu compañia porque en todo lo que he leido, te siento Cercana, tus vivencias escritas ME llegan E incluso ME identifican a veces.
ME encanta tu trabajo, gracias
Hola Deb!
Me has dado en el clavo, simplemente no puedo pasarme la vida con las redes sociales en mente aunque me digan que mi negocio depende de ello. Me ha llegado tanto que he hecho un post al respecto. Me encantaría que lo lean y que me digan que les ha parecido.
http://www.arquitecturamenteyespiritu.com/emprendedores-vender-redes-sociales/
Me encanta saber que no soy la única,
Un abrazo!
Querida Deb:
Si tú ahora empezarás a subir a las redes sin parar cosas de tu vida personal o mensajes tontorrones para hacer ruido etc… yo me quedaría ojoplatica!!!
Las personas que te seguimos no esperamos para nada esto de ti! Tu ya eres transparente en la manera que tienes de expresar, no necesitas eso, yo por mi parte he recomendado Oye Deb a varias amigas, como? Enviándoles el enlace. Así de fácil, por que no hay mejor marketing que él boca a boca.
Por otro lado pienso que con esto de las redes sociales se está perdiendo tantooo la esencia de las cosas! Yo personalmente cuando sigo a una persona o una marca es por que me gusta su trabajo o me inspira lo suficiente pero me importa un bledo si es su aniversario de boda y cada día quiere más a su novio o se siente feliz comiendo una hamburguesa en el gasto bar más chic del momento.
Esto no me aporta nada!!! Así que sigue así Deb siempre habrá quien lo sepa apreciar.
Un súper abrazo y gracias por ser tan generosa a la hora de compartir tus emociones.
,
,
¡ Hola Deb!
Pues me he lanzado a la piscina y he dejado un post en mi blog sobre este tema mencionando que ha surgido a través de tu artículo. Si quieres echarle un ojo, te dejo el enlace .Gracias por inspirarme ;-)
http://susanaameijeiras.es/hoy-va-de-visibilidad-y-de-redes-sociales
Buenos días Deb.
Siempre es una alegría recibir tu boletín y leer un nuevo post. Me siento identificada con lo que escribes hoy. A mí me gusta usar el móvil y las redes sociales pero no estoy para nada enganchada (ni ganar dinero depende de ello). Ahora que me estoy reorientando hacia el tema social media (después de 2 años de vagar en el espacio sideral… y quizás aún queda) voy a cursillos que te dicen que si 24/7 en redes sociales, 2-3 posts diarios en Instagram (WHAT?¿?), métricas, informes… Y no me desmotiva pero pienso: ¿Estamos tontos o qué?
Sobre lo que dices de los rolemodel: me sorprende cuando la gente pide a gente que sigue que se posicione sobre cualquier tema de actualidad, EXIGIENDO y JUZGANDO lo que dices o no dices porque “es una vergüenza que no hayas dicho nada sobre X o Y que ha pasado”. Es que no te has puesto el lacito solidario por la causa en tu perfil.
Internet es maravilloso pero nos está haciendo más tiranos, más esclavos y más estúpidos. Afortunadamente, hay nichos donde poder disfrutar de él sin agobios pero tengo ganas de que pasen 5 años para ver donde estamos al respecto de estas actitudes.
Un abrazo.
Gracias Deb por estas reflexiones. Precisamente esta semana decidí tirar al traste los.consejos marketinianos y la esclavitud supina que me.estaba produciendo, debo decir que además sin mayor resultado. Likes que estan vacíos, que están por quedar bien… likes que no aparecen y de pronto te dan.la ssensación de dolor… En fin, que muy de acuerdo con estas reflexiones.
Cada palabra tuya es oro. Realidad y autenticidad en estado puro. Gracias Deb por tus bellas reflexiones ♡
Cada palabra tuya es oro. Realidad y autenticidad en estado puro. Gracias Deb por tus bellas reflexiones ♡
Como siempre Deb, excepcional.
Lo que a mi me pasa cuando te leo, es que lo comparto en mi facebook personal y pido que por favor lo lean. Me gustaría que todas esas personas que de algún modo son amigos y están ahí “cerca” te leyesen. La mayoría no lo harán porque si lo comparto yo será profundo, necesitarían algo de tiempo y concentración es preferible hacer scroll y ver cuanto más mejor.
Porque hay mucha realidad en tus palabras y porque debería leerte todo el mundo. Ahora es como una obligación absoluta estar online, ciertamente no eres nadie si no estás ahí.
He puesto mi vida patas arriba, convencidisima, segurisima, motivadisima y por segunda vez he abierto un blog como base de mi actividad profesional. Me fustigo diariamente con el… debería estar publicando, debería hacerme fotos, no estoy poniendo frases que calen. Nadie me sigue, ni me conoce.
A veces pienso que no soy lo suficientemente agresiva como para utilizar este medio profesionalmente. Definitivamente, no se como lo voy a hacer, pero no voy a entrar en esa vorágine de película social con tal de conseguir seguidores, fans o clientes.
Y no es porque no quiera, es porque no puedo. Al menos con el tiempo sabes donde cabe intentarlo y donde no.
¿Por qué emprender así? ¿Por qué intentar salir a la palestra si una está mejor entre bambalinas?
Casi por la misma razón, no es una elección. Alguien tiene que tomar perspectiva y poner algo de conciencia.
Gracias por hacernos sentir un poquito menos solas emprendiendo al revés del mudo :)
Un abrazo muy fuerte.
Hola Deb!
Me siento tan identificada con lo que has escrito hoy… Todo el día con el f******* móvil en la mano… esclava de los stories, sin ganas de publicar pero sientes la obligación de que tienes que estar, y sintiendo muchas veces ganas de publicar toda mi verdad o lo que realmente me pasa durante el dia… Pero no! El miedo o la vergüenza me paralizan, y pienso: ¿es necesario abrirse tanto?
Y cuando mi niña me dice mami dama un abrazo, pero si el movil vale? Ahi me doy cuenta de lo mal que estamos, de lo mal que estoy, del ejemplo que le estoy dando.
Asi que no puedo estar mas de acuerdo con lo que dices.
Gracias por compartir.
Un beso
Viki
Hola Deb,
Parece que me he aficionado a esto de comentar jejej tu post está lleno de valiosas reflexiones. El tema tiene tela y la maioria de las cosas que comentas me han pasado por la cabeza, creo que es algo que nos toca vivir por el cambio hacia la era digital. A mi me dió un poco de vértigo entrar en el mundo del blogging, donde tenía que dar la cara y en un sector con mucha competencia y que ultimamente recibe muchas críticas, pero después de analizar y pensar mucho acerca de ello, de la visibilidad online, estás son mis conclusiones:
-La maioria de la gente está pensando en sí misma y pendiente de si misma, y lo que necesitan saber es cómo les puedes ayudar
-Cómo bien dices lo que piensan de ti es una proyección de ellos mismos, vemos el mundo a través de nuestras creencias, con el filtro de nuestra mente y nuestras críticas hacia los demás son cosas que tenemos que resolver de nosotros mismos
-No puedo juzgar a la gente que se pasa la vida en las redes sociales, a lo mejor eso les da la vida. Yo también estoy ahí y las uso en mayor o menor medida, y me valen para muchas cosas buenas. Soy más de compartir información, otro será más de compartir su vida privada, cada uno sabrá de si…
-Ahora si me afecta si estoy con alguien que está interrumpiendo lo que estamos haciendo para hacerse fotos para subirselas a las redes en el momento todo el rato y en ese caso, para mi, se deja de disfrutar el momento para enseñarlo. Pero si es algo puntual, espontáneo y que nos reune a todos en ese momento, siento que solamente estamos compartiendo la alegria de estar juntos, de un reencuentro, etc
-En mi caso y, por lo que he leído, el de mucha gente el secreto está en encontrar el equilibrio. Yo, por ejemplo, me pasaría mucho tiempo publicando frases motivacionales porque me gusta pero no puedo, ni me dejan mis ojos, ni creo que sea sano, estar todo el día pegada a la pantalla… así que voy haciendo lo que puedo.
Es tan solo mi opinión.
Un abrazo!!
Hola Deb,
Muchas gracias por tus reflexiones! Me están llegando en un momento, que estoy super bloqueada con este tema. Acabo de arrancar con mi blog, estoy publicando cada semana y mi proyecto me sigue convenciendo. Hasta aquí bien. Pero ahora toca llegar a la gente, moverlo por los redes, y me de un yuyu que no veas. Por un lado por la gente que me conocen. Me da mucha vergüenza exponerme tanto, sobre todo porque estoy mostrando un lado mío que antes tenía más guardado. Tengo miedo que de repente me miren con otros ojos (como si esto fuera malo!!) y lo que es peor, de hacer la ridícula y fracasar en público.
Por otro lado estoy muy incómoda con lo de venderme a mi misma. Una cosa es escribir los artículos, pero otra es promocionarlos. Porque no vas a decir: “Mira chicos, esto es mi blog, aún soy muy novata y no sé si consigo transmitir mi mensaje muy bien, pero aquí lo tenéis” aunque es justo lo que siento y lo que probablemente también se ve, creo que es inevitable al principio. Pero si es así, cómo voy a hacer lo que siento que tocaría ahora, que es más bien: “Ojo todo el mundo, nace mi nuevo blog que es la recaña!” Bueno, igual no en estas palabras, pero si con cierto convicción, que tengo algo valioso entre mano. Y me lo creo, eh. Esto no es el problema. Pero me parece demasiado pretenciosa, no sé, sólo pensarlo se me encoge el estomago.
Pero bueno, tendré que encontrar mi voz y manera de hacerlo, porque si no me lee nadie, no puedo aportar nada. Por esto me lo estoy tomando como un trabajo personal, superando mis barreras autoimpuestas y afrontando los miedos que salen de debajo de las piedras. Así por lo menos cambio la vida de alguien; la mía!
Muchas ánimos a todas las imperfectas y a tí Deb, mucha suerte con el peque!!
Porfa, no realices todo el trabajo: además del esfuerzo de dar a conocer tus creencias y vivencias no te lleves el de dármelo mascado y arrullarme. Soy yo el que realiza el trabajo de leerte y entenderte y no quiero que me lo quites. Si no me interesa, por lo que sea, lo que me cuentas, dejaré de hacerlo y punto. Y no olvides nunca que ser relevante y aportar algo importante al mundo no es garantía de éxito, ni mucho menos, a veces, hay que decir cosas que no gustan y en ese preciso instante no sabemos si estamos haciendo lo correcto. Todo está dentro de nosotros.
(Quizás Lana no se haya perdido sino que se ha ido. Quizás vuelva!)
Hola Deb,
Es terrible lo esclavos que somos de cosas que nos inventamos, o nó?, no, claro que no,
querer vender algo o querer crear algo, (marca, empresa, lo que sea) es usar la energía que tienes y la que no tienes también, y pensar que el 90 % de los emprendedores lo dejan antes de cumplir 2 años, terrible el dato, vamos que casi todos los que pasamos por aquí buscando ese empujoncito para no abandonar ya vamos acabar abandonando, con más o menos fortuna,
No me gusta oir esa frase más mezquina que , si no te valoran lo suficiente EMPRENDE, o si tienes una idea te ayudamos a sacarla adelante!!! ,
Mucho ánimo a esos emprendedores que luchan como nadie por sacarse las castañas del fuego,
estoy tan de acuerdo con este carta, la quiero imprimir y recordar a siempre,
saludos
GRACIAS
Hola Deb,
Gracias por estas reflexiones, por compartirlas y hacernos ver a muchas que no estamos solas y que no hay nada de “incorrecto” en creernos #la peoremprendedoradelmundo.
Yo, personalmente, no termino de emprender, y uno de los motivos que más me frenan son las redes sociales. Me identifico en muchos aspectos pero lo que más: siempre prefiero mirar a grabar, vivir a mostrar, y “pienso en mi vida con el móvil pegado a la mano y me quiero pegar un tiro”. A veces pienso que nací en la época equivocada, me pregunto por qué no me gusta estar en redes, lucho con la sensación de que me DEBERÍA gustar, y sin embargo no hay un solo momento del día que sienta la necesidad de publicar nada. Y pienso, ¿es que realmente no te gusta? ¿O es que lo evitas porque tienes miedo de no “ser suficiente”? ¿Se pueden conseguir clientes sin estar en redes? Sea como sea, estos escritos me dan paz y esperanza. Gracias.
Siempre un placer leer tanta sinceridad y desnudez de emociones. Tus palabras, aire puro enmedio de todo ese eterno “yo soy feliz todo el tiempo, como es que tu no”
Amo tus mails, Deb
Hola Deb, tu articulo da en el clavo de esta sobresaturación de información a la que estamos expuestos con Internet y las redes sociales.
Al ver todas esas cosas compartidas por personas que están emprendiendo con el afán de vender me pregunto si realmente emprender es lo que quiero?. El pensar que tengo que hacer esas cosas para vender ( aburrir al personal a fuerza de promociones y colecciones nuevas cada semana etc) me parece que no aporta nada al mundo. Por mucho que quieran defender algunas con el lema de comprar a pequeños artesanos o local o diy, al final estamos incitando al consumo.
En fin , es una comedura de coco bestial :s, a veces pienso igual , para que sirve una camiseta mas o una agenda más si hay millones en el mundo?? Mas baratas, más bonitas etc
Un saludo
Brutalmente sincero, brutalmente honesto.
Antes de nada, quiero plantear una reflexión: ¿cuándo vamos a dejar de pensar en lo que es mejor y en lo que es peor? ¿Por qué no pensar “tan sólo” (como si fuera poco) en atrevernos a SER en cualquiera de nuestras facetas?
Muchas gracias Deb por mostrarte tan humana y por tener la valentía de compartir “en voz alta” lo que muchas otras personas también nos planteamos y sentimos. Seguramente por eso nos gusta leerte, saber de tus experiencias y conocer tus reflexiones.
Cada vez valoro más encontrar publicaciones como esta (aunque en esta ocasión no ha sido mérito mío, sino de mi pareja, que es quien me ha recomendado tu post a pesar de ser yo tu lectora habitual -ya puestos a ser sinceras…-) en estos mundos digitales.
Sigo creyendo que lo digital, que el emprendimiento virtual y lo asquerosamente humano no está reñido. Y, de hecho, creo que es lo que los lectores y lectoras de a pro querremos encontrar cada vez más a partir de ahora.
Textos humanos, preocupaciones humanas, huellas de un corazón que late, seas o no un emprendedor o emprendedora exitoso/a. Porque ya puestos también podemos debatir qué es el éxito para unos y para otros.
Pero quiero vivir, aprender, inspirarme, mostrarme tal cómo soy… Y reflejarme en palabras como las tuyas, en sensaciones como las tuyas porque la empatía es lo que sigue moviendo el mundo.
¿O no?
Un abrazo a todas esas “peores” grandes emprendedoras del mundo!!
Ali
“Cuanto más hueco les dejas, más lugar para su imaginación. Cuanto menos hueco les dejas, más lugar para su juicio”. Genial esa frase, genial. Comparto totalmente todo lo que decís en esta entrega. ¡Gracias!
No eres la peor Deb, yo te gano, te lo aseguro, porque me da rabia tener que pasar por el aro de las rrss y enseñar a todo quisqui la vida que no tengo, de construir una imagen de cartón piedra para hacer que los pobres ilusos que la vean sientan envidia de mi propia pelicula, En fin… un mundo de fantasmas que se impresionan unos a otros, ¡y yo soy una simple emprendedora digital que aspira a poder vivir bien de mi profesión de forma discreta! Gracias por compartir