En esta tercera entrega de Vida Interior quiero seguir compartiendo mi exploración de la mente (la semana anterior te hablé del silencio y de la meditación), pero esta vez vamos a entrar en ella desde un lugar más oscuro.
Me gustaría hablarte de lo oculto, lo invisible, lo que queda en la sombra. Y, por pura definición, todo “lo que es impenetrable o de difícil acceso para la mente” es lo esotérico. Sé que a muchas el simple sonido de esta palabra nos hace pensar en cortinas de cuentas, manteles de terciopelo, bolas de cristal, túnicas, uñas largas, incienso y personajes freaks de los 90 con mucho maquillaje y muchas operaciones de estética a sus espaldas. Nos hace pensar en timos, en gente crédula, en chorradas y en mentiras. Desde luego, con esas imágenes asociadas lo esotérico no parecería algo a lo que querríamos acercarnos jamás.
Pero “lo que es impenetrable o de difícil acceso para la mente”, lo esotérico, no tendría por qué cargar con ese estigma-cliché con olor a rancio. De hecho, no debe. Porque cuando te abres a lo esotérico te abres a la verdad.
…
Déjame explicarme un poco más antes de cerrar esta página (y aprovecho aquí para decir que si quieres recibir mis artículos en tu correo solo tienes que apuntarte a la Debsletter) como si estuviera viniendo hacia ti con una ramita de romero en la mano queriéndote leer la buenaventura.
Como decía, lo esotérico es lo oscuro, lo que no se nos muestra. Y a lo oscuro y lo que no se nos muestra, en términos de crecimiento personal, se le llama la sombra. Y el trabajo con la sombra es la clave para entender realmente —realmente, realmente, realmente, y lo digo cuatro veces para que quede claro— quién eres.
Sé que probablemente pienses que sabes quién eres, y quién sería yo para decir que no es así, si ni siquiera sé tu nombre. Solo quiero sugerirte algo: es posible que si no has dedicado tiempo y energía (y bastantes dosis de enfrentarte al dolor de la realidad) para desenterrar tu sombra de las tinieblas y poner un poco de luz en esa oscuridad, no sepas realmente quién eres o todo lo que puedes llegar a ser.
Y no seamos aquí inocentes o impacientes, la sombra no son esos defectillos o esas cosas que no nos gustan de nosotros mismos, no son los errores que cometemos una y otra vez, no son siquiera nuestros traumas de la infancia, no son cuestión de carácter, ni de historia personal, no son los arranques de mal genio ni la tristeza o la ansiedad que calmamos comiendo o matándonos en el gimnasio, teniendo sexo o bebiendo demasiado.
…
Se llama sombra porque no se ve fácilmente, y todas esas cosas, con un poco de atención, se ven rápido. Se llama sombra porque cuando te acercas para intentar mirarla, asusta, da puro terror y te remueve el cuerpo como si te pusiera cabezabajo y te sacudiera como una coctelera. Se llama sombra porque no está en un sitio de fácil acceso. ¿Crees que tendríamos tanta necesidad de buscar la felicidad, el sentido de nuestras vidas y de llegar a términos con quiénes somos en realidad si ver la sombra e integrarla fuera un proceso sencillo que se puede hacer rápido? Entonces no existirían la mayoría de nuestros problemas y todos seríamos personas plenas. ¿Y no es así, verdad?
La sombra es todo aquello que no reconocemos como propio aunque lo sea, por eso es tan difícil de ver.
Pongamos un ejemplo para explicarlo un poco mejor. Si mi mente consciente cree que “soy guapa” pero, sobre todo, que “no puedo ser fea” —porque, por los motivos que sean, he creído o aprendido que “ser fea” está mal— y he estado alimentando ese papel toda mi vida, en mi existencia la fealdad quedará relegada a un lugar oscuro y no querré ni verla nunca, porque no, porque “yo soy guapa”.
Pero cada vez que la vida me ponga en una situación o ante una persona que haga asomar ligeramente al escenario la posibilidad de que parezca fea o me sienta fea o se insinúe que no soy tan guapa como mi mente consciente quiere creer, un resorte saltará y se dispararán todas las alarmas. Me pondré como loca, tiraré cosas por los aires, me sentiré herida, acusaré al otro seguramente de ser feo o de estar ciego o cualquier otra cosa que sirva para sacar el dolor infinito y el miedo que siento ante la mínima insinuación de que yo soy fea. La fealdad no entra en mi zona de luz, no la puedo ver ni admitir, está fuera de toda cuestión y de toda discusión. No tolero la idea de ser fea y, si lo hiciera, sentiría el mundo desmoronándose a mi alrededor, porque en el fondo lo que importa es que no me está permitido el no ser guapa. Los demás pueden ser feos, pero yo no.
¿Qué me ha llevado a creer que soy guapa y dejar en la sombra el hecho de que también puedo ser fea? La forma en que me han tratado en mi infancia y lo que me he obligado a creer sobre mí misma para mantenerme a salvo. Y cuando digo a salvo digo querida. Porque lo único que buscamos nada más venir a este mundo es el amor incondicional de nuestros padres o cuidadores, su presencia, apoyo, atención plena, cariño y respeto.
…
Si entendiste o se te dijo de cualquier modo —por activa o por pasiva— que lo que estaba bien y era necesario era ser guapa o ir muy bien arreglada; o viste que se te amaba mucho más o se te prestaba más atención cuando se destacaba tu belleza exterior; o al contrario, percibiste que no se toleraba, se negaba, se criticaba o se luchaba contra la fealdad, ¿qué ibas a hacer tú sino esforzarte por encajar en el esquema de visión del mundo que tenía tu familia? No adaptarse, para un niño, es arriesgarse a ser ignorado, rechazado, no querido, no visto o no comprendido, y esa posibilidad es terrorífica.
Así que la sombra tiene que ver con la herida o las heridas (que suelen ser muchas) que llevamos dentro sin verlas o reconocerlas siquiera.
Como resultado de esas heridas, pues sí, tenemos ansiedad, adicciones, cambios de humor terribles, inseguridades, miedo, conflictos, bloqueos y todo lo demás. Todas estas cosas son los síntomas de las heridas de la misma forma que el dolor en alguna parte del cuerpo es señal de que hay algo que no está funcionando bien.
Parece un ejemplo demasiado simple, pero trata de aplicarlo a algún adjetivo que resuene contigo. Una forma sencilla de empezar es fijarse cuando alguien critica a otra persona, a una idea, movimiento o forma de vida. Te darás cuenta de que lo que dice se le puede aplicar a ella, ya sea porque es exactamente igual que lo que está criticando y no se ha dado ni cuenta o porque, aunque la sola idea de ser eso le parecería el mayor de los crímenes, en realidad tiene el anhelo también inconsciente de poder permitirse serlo.
Y después haz el ejercicio contigo misma, ¿qué dicen de ti las cosas que te molestan, enfadan o avergüenzan de otros? Ver la sombra en una misma es más difícil, pero créeme, cuando lo hagas te darás cuenta. Y vale la pena. Tu trabajo, si te tomas en serio tu Vida Interior, es llegar a ver en esa oscuridad como un gato. O como si tuvieras unas gafas de visión nocturna.
…
Está claro que mis métodos para iluminar la oscuridad no van a ser los mismos que los tuyos, ni los que he elegido yo van a poder servirte a ti necesariamente. Primero, porque somos personas distintas con recorridos vitales distintos, distinta personalidad, distintas maneras de aprender y entender el mundo y distinto todo. Así que no quiero que parezca que las cosas de las que te estoy hablando en Vida Interior son las que hay que hacer obligatoriamente para ser feliz.
Estas son las que yo he elegido trabajar porque a mí me hacen bien y siento que tienen que formar parte de mi camino —al menos por el momento—. Quizás algunas te hagan bien a ti también, quizás no conecten contigo o quizás tengas que esforzarte un poco más y buscar las tuyas propias.
Como siempre, yo hablo desde mi realidad y no pretendo dictar la norma universal: esta es mi experiencia y así te la contaré.
…
El primer y más importante trabajo de ir al encuentro con la sombra ha sucedido los últimos años en mis sesiones de terapia. Si nunca has ido a una terapia que realmente te guíe hacia donde necesitas ir no creo que puedas compartir la sensación que he experimentado yo después de cada sesión. ¿Sabes cuando te das una buena ducha caliente y te exfolias la piel a fondo, rascando con ganas, y luego te untas una buena crema nutritiva? Para mí se parece bastante a eso, aunque a veces salte porque el agua está demasiado caliente o no lo suficientemente caliente y tenga ganas de apartarme y cerrar el grifo, y otras veces me esté frotando demasiado fuerte y me duela y me deje la piel completamente roja, y otras la crema no termine de absorberse y todo se sienta un poco incómodo y resbaloso. No es perfecto, pero relaja, limpia y nutre. Cada vez una capa de piel muerta se ha ido por el desagüe. Cada vez más descargada, cada vez más cerca de encontrar mi verdadera piel, la más tierna, la más delicada y hermosa, la que he ido tapando y ensuciando a lo largo de los años sin darme cuenta.
En terapia he podido empezar a ver mi sombra y mis heridas (no sé si todas, no sé si nunca se llega a saber si una tiene visión nocturna completa), y gracias a esto mi relación conmigo misma ha cambiado por completo, la calidad de mi trabajo y mis relaciones personales ha cambiado por completo, y hasta la luz que entra por mis ojos ha cambiado por completo.
La terapeuta que me atiende, que ya me veo veinte mails preguntando como cada vez que lo nombro, sigue la corriente Humanista-Transpersonal.
…
Además de terapia, que para mí es la herramienta de autoconocimiento y sanación más importante y profunda que he experimentado, también tengo un par de recursos más que han abierto mucho el camino de búsqueda de la sombra, cada uno a su manera y en diferentes momentos de mi vida. Pero aunque ambos son muy profundos, creo que sin el trabajo previo en terapia es como si se quedaran cojos: siento que estoy mucho más preparada para entenderlos y crecer con ellos con lo aprendido en mis sesiones de lo que jamás hubiera estado sin ellas. Seguir profundizando en mí misma por vías diferentes (las que siento que encajan más conmigo) es maravilloso, pero la base del trabajo terapéutico es la que lo sostiene todo de forma que realmente pueda ser aprovechado.
Una forma complementaria y sencilla de empezar a entender la herida es el trabajo con el Eneagrama. Es una herramienta que ya recomiendo en El Ideatorio en relación al descubrimiento de la propia personalidad —en ese caso aplicada a la búsqueda de tu verdadera naturaleza profesional— y con la que he estado en contacto desde hace años. Es un buen punto de partida, y además uno que se puede llevar todo lo profundo que uno quiera o necesite.
El Eneagrama es un sistema que clasifica la personalidad en nueve tipologías. Tú eres uno de esos nueve tipos. No puedes ser dos y no puedes cambiarlo a lo largo de tu vida, pero están completamente relacionados entre ellos y de ahí que a veces sea difícil distinguir y fácil confundirse. Al contrario de lo que podría parecer a priori, no es una tontunada de revista para pasar el rato, es poderoso e intenso y va a dar donde más duele. Siempre tengo la impresión de que si cuando descubres tu eneatipo no te hace sentir incómoda, expuesta y algo —o mucho— avergonzada, es que igual no es el tuyo. De hecho, yo viví algunos años pensando que era uno que me hacía sentir bastante reflejada pero no avergonzada ni dolida. Cuando descubrí el que era en realidad (y vi cómo estaba escondiéndome en el otro para sentirme cómoda conmigo misma porque, como suele ocurrir con el trabajo con la sombra, por mucho que leyera sobre ese tipo era incapaz de verme en él), fue como si me hubieran pegado una bofetada en toda la cara. Ahí sí que todo empezó a cobrar sentido, ahí sí que pude conectarme con mi oscuridad real, con mi herida real. Y verla en todo su feo esplendor.
…
Descubrir el eneatipo correcto hizo salir a la luz un montón de temas que tenía pendientes sin darme cuenta siquiera. Así de poderoso es.
No basta con hacer un test para encontrar tu eneatipo. Nosotros cada vez que alguien viene a casa a pasar un par de días tratamos de que lo descubra. No funciona rápido con todo el mundo, los hay más escépticos y reacios, los hay que no quieren revelarse, los hay que no se conocen demasiado realmente o están muy desconectados de sí mismos y, por tanto, cuesta que se identifiquen con alguno o que se identifiquen por encima con todos. Pero cuando consiguen entrar se van a casa alucinados y siguen hablándonos de ello mucho tiempo después, se lo comentan a sus conocidos y adoptan la visión “eneagramática” para entender mejor al resto del mundo: a sus parejas, a sus familias, a sus amigos y compañeros de trabajo…
Para que te hagas una idea de las heridas de cada uno, he encontrado este pequeño artículo que escribió para El País hace un par de años Borja Vilaseca, uno de los grandes divulgadores “modernos” de la herramienta (que también tiene un libro propio al respecto que podéis explorar). Nuestro manual básico y sencillo de cabecera siempre ha sido el que recomienda en el artículo, La Sabiduría del Eneagrama.
Escarbando un poco (leyendo algún libro o yendo a algún curso) te podrás dar cuenta de que hay uno que duele mucho más que los demás, que es mucho más primario y que te hace saltar todos los mecanismos de defensa. Y cuando conectes con eso y le pongas luz, algo en ti podrá descansar por fin, al entender que tú no eres nada de eso, que las creencias sobre ti mismo —tanto las “buenas” como las “malas”— no son reales, que ese mensaje que recibiste y que has llevado contigo todo este tiempo no tiene nada que ver contigo o con la capacidad que tienes para recibir amor. Ya no solo el amor de los demás, sino principalmente el tuyo propio.
…
Esa misma sensación de descanso y de conexión con la realidad de mi auténtica naturaleza la he sentido también con otra disciplina esotérica a la que me he abierto por completo después de este verano (y que es en realidad uno de los nuevos brotes de Vida Interior —este relacionado con la mente y la comprensión de su lado oculto— que estoy explorando en modo principiante): la Astrología.
Si bien lo que voy a contar a continuación al respecto está dicho desde el mismo lugar de ignorancia y respeto desde el que me enfrento a la meditación, siento que ambas cosas pueden aportar luz y apertura a mi vida, que ahora mismo es lo que más me interesa. Así que no, todavía no tengo idea de Astrología lo mismo que no tengo idea de meditación, simplemente estoy empezando a explorar ambos campos.
De todos modos, la Astrología, igual que la meditación, no es algo completamente nuevo para mí. De hecho, ya de muy muy pequeña me colaba en la habitación de mi hermana para leer un libro gordo de color rojo que explicaba los signos del zodíaco, y me hartaba a leer una y otra vez lo que decía de mi signo y de los de la gente que conocía. No me llegaban los pies al suelo de la mecedora que tenía junto a la librería y ya estaba profundamente interesada por las influencias astrales.
Este interés, sin embargo, desapareció durante mucho tiempo. Un poco quizás por la misma razón que la espiritualidad, se disolvió en el “para qué creer en todas estas cosas si nunca sabré si son verdad”. Como era de esperar, volvió a mi vida.
Después, en 2015, decidí hacerme un regalo para mi cumpleaños y me obsequié con la lectura de mi carta natal. Fue completamente alucinante ver que todo eso que tanto me había hecho sufrir —la búsqueda de mi identidad laboral, por ejemplo— estaba perfectamente explicado y revelado en mi carta. Me pregunto qué habría pasado si la hubiera leído años atrás.
Unos meses después me llegó una clienta maravillosa, Consuelo, con la que descubrimos juntas que su pasión por la astrología podía convertirse en un negocio perfecto para ella. Y así nació, con cariño y tranquilidad, Hora Prima. Así que un año después de la carta natal le pedí a Consuelo la Revolución Solar —la predicción anual— para 2016. No creáis que no tenía allí pistas de lo que estaba por caerme este verano y del proceso transformativo que estoy viviendo. También he ido pidiendo lecturas puntuales (consultas horarias se llaman) para lanzar preguntas sobre el negocio o sobre aspectos concretos de mi vida.
Quiero poder ahondar en mí. Y sé que hacerlo en relación a los astros puede parecer como cogido por los pelos para todas esas personas más escépticas, y yo no quiero convencer a nadie de nada por lo que no sienta genuina atracción, pero sí te animo a probar si algo de esto te llama aunque sea en voz muy bajita.
La Astrología es una herramienta que se puede usar de forma predictiva, para saber cómo irá tal o cual cosa o qué puede surgir que le esté afectando, pero también es una herramienta profunda de autoconocimiento. No te dejes guiar por esa sensación que has tenido con la parte superficial de la Astrología (la de la predicción del día según tu horóscopo que aparece en periódicos y revistas), no tiene nada que ver con eso. La forma en que nuestro sistema solar estaba configurado en el minuto exacto en que tú naciste tiene mucha más información de la que jamás puedas imaginar para determinar quién eres y quién no eres, en qué zonas vas a encontrar equilibrio y en qué zonas vas a encontrar fricción. Dónde está tu oscuridad y cómo ponerle un poco de luz.
Ese lado oscuro que todos tenemos es un niño hambriento, con el pañal sucio, los dientes saliéndole y los mocos colgando, que hemos dejado solo en una habitación oscura y cerrada. Está llorando muy fuerte porque quiere salir de ahí y necesita que alguien le atienda.
¿Qué tal si eres tú misma la que vaya a darle amor?
Un abrazo,
Me ha encantado el artículo. De hecho, me ha encantado tanto que, aunque te sigo desde hace muchos años, es la primera vez que comento alguno de tus artículos.
Conocí el eneagrama hace unos cuatro años y me parece una herramienta muy poderosa. Me alegra mucho que compartas con todos esta nueva faceta de tu vida, de tu búsqueda y de tu crecimiento. Bravo nuevamente. Eres grande. Gracias.
Deb, realmente poderosas tus palabras…. que cómodo sería que nuestras sombras salieran a la luz asi tan fácil y que facil es quedarse en esa zona de confort al trabajarlas…. Estoy en ese proceso, buscando alumbrar mi “verdadero” lado oscuro. Es fuertisimo!!! Pero maravilloso! Mil gracias por lo que compartes! Un abrazo agradecido desde Chile!!! Te sigo “suguiendo” !!!!
¿Ese libro rojo gordo es el de Linda Goodman? Yo lo tengo y siempre me ha parecido divertidísimo. Me encanta.
Gracias por atreverte a hablar de estas cosas. Yo siempre me tildo de friki por trabajar en ellas. A mí me han ayudado y me están ayudando muchísimo los Registros Akáshicos. Gracias a ellos he podido ser consciente de patrones de sombra muy capullos que estaban actuando desde siempre en mí. Aún recuerdo y guardo la primera lectura que mi hicieron, fuen tan tranquilizador… Y al final acabé aprendiendo a abrirlos yo misma e incluso tomé la maestría. Es una de tantas herramientas, pero a mí me encanta. Porque aparte de aportarte información, baja también sanación y liberación kármica. Y porque con ellos puedo ser todo lo friki que quiera… Jajajajaja.
Últimamente me estoy aficionando también a Mia Astral y sus videos. Es una “salada” y me gusta mucho el punto que le da al tema.
En fin, que muchas gracias por esto que has compartido.
Bien descrito Deb. Conocí el Eneagrama hace tiempo de la mano de Pepa Arcay (coaching fantástica de Barcelona). Lo trabajamos juntas durante un año y es plenamente efectivo para el trabajo personal y el autoconocimiento.
De entrada mantengo que es muy difícil llevar con éxito un negocio si no has sido capaz de conocerte a ti misma antes de emprender. Un profesional que no se conoce está tiene bastantes probabilidades de ir dando tumbos y fracasar profesionalmente.
Después de mi experiencia, la única recomendación que haría a aquellos que quieren aprender trabajando con el Eneagrama, es que lo hagan de la mano de un buen conocedor del mismo. Si te metes solo a ello, corres el peligro de seguir engañándote aún sin querer.
Suerte Deb con tu gran trabajo de Vida Interior y gracias por estos artículos.
Hola Deb,
Me ha encantado este post (que a proposito, con todas las dudas que exteriorizabas en las primeras semanas… yo opino que esta excelente que trates estos temas tambien, que alguien que solo esta interesado en el “entrepreneurismo” purista y directo, pues hay muchas paginas de gente que se dedica 100% a ello, a las que nos gusta ahondar un poco mas en nosotras mismas, y que no separamos la parte de la “yo que trabaja” de la “yo que es siempre”, pues no veo conflicto en que tengamos temas variados en la debsletter)
Y el eneagrama como dirian ustedes los espanoles, si es GUAY. Para mi, el descubrirlo a mediados de este 2016 ha sido un antes y despues en mi vida. El encontrar la herida primaria, que no eres la unica en el mundo siendo asi y teniendo estas sombras, pero sobre todo, teniendo un mapa de como eres ha sido vital para poder entender mejor mis reacciones mas instinctivas y que provienen de mi infancia. El eneagrama tambien tiene un lado mucho mas fumado que ya no me llamo la atencion, pero yo la vi como herramienta espectacular para entenderme desde mi infancia y entender a los que estan mas cerca de mi.
Enhorabuena por esta vida interior y sigue pa’lante! :)
Hola Deb, tengo que decir que este tema de la sombra NO ME PUEDE GUSTAR MÁS. De hecho, todo lo que tiene que ver con “el lado oscuro de nosotros mismos” ha sido para mí fuente de estudio e introspección desde 2013. Sé la fecha porque acostumbro a escribirla en los libros que leo :-)
Uno de los mejores libros que he encontrado sobre este tema se llama “Encuentro con la sombra”, editado por Connie Zweig y Jeremiah Abrams. No es un libro de autoayuda al uso con un hilo conductor y ejercicios para evaluarse a un@ mism@, sino una colección de ensayos, de diferentes autores (como 50, yo creo) en torno al tema de la sombra desde muchísimas perspectiva y bajo muchos aspectos. A mí me gusta porque es un libro que se lee sin orden, y porque además permite indagar en los autores que más te hayan gustado. De ahí me han salido lecturas para aburrir :-)
Por supuesto, para el tema de la sombra aplicado a la terapia personal, no puedo dejar de recomendar a Laura Gutman, mi maestra, mujer sabia e intuitiva que propone una terapia conocida como “Biografía Humana” destinada a indagar en nuestra historia personal con el fin de rescatar la sombra, que no sólo se compone de dolor y heridas pasadas, sino que encierra también nuestros mejores tesoros y talentos ocultos.
Y ya para terminar, solamente una frase que para mí constituye un mantra vital: Si quieres ser feliz, antes tendrás que bucear en el dolor.
Si no hay encuentro con la sombra, no hay felicidad verdadera (así de contundente lo creo), solamente un “placer” cotidiano que no es capaz de llenar la naturaleza salvaje que realmente nos constituye. Escribí un artículo muy cortito a propósito de esto, que puede leerse aquí –> http://www.puedoayudarte.es/ser-feliz-bucear-dolor/
Perdón por el extenso comentario, pero podría estar horas leyendo, hablando, debatiendo y escribiendo sobre esto :-D ¡Saludos a tod@s!
Hola gente,
yo, lo que siento, es que tengo tantísimo que trabajar que es como si no me diese el tiempo, la vida, para poder resolver o aprender todo. Y lo peor, estoy tan ansiosa por avanzar que creo que no me quedo con nada realmente.
Cuando me levanto por las mañanas pienso que tengo que hacer yoga para mi cuerpo dolorido y para buena energía; que tengo que meditar para calmar mi mente, que me taladra mucho muchísimo con el TRASTORNO de ansiedad que tengo (sí vamos, que no es ansiedad como pueda sentir cualquiera, es que se sale de todo control y afecta a mi vida por completo); que tengo que desayunar tranquila para aprender a no estresarme… pero luego también tengo que escribir las páginas de la mañana (ejercicio de “El camino del artista”, que son tres nada menos), limpiar, ayudar a mi madre que está cojita, sacar a los perros, buscar trabajo, leer los emails pendientes, cuidar mis relaciones, relajarme…. Siento que no me da el tiempo, no sé cómo organizarme, y me entra mucha más ansiedad porque siento que pasan los años y, por mucho que haya trabajado en mí misma y en mejorar, parece que nada cambia.
Una cosa al tiempo dicen. Pero la vida que llevamos no te permite este lujo: hay deberes, hay quehaceres, hay compromisos ineludibles…
Ahora mismo estoy con tres libros al mismo tiempo. Como es de esperar no puedo concentrarme en ninguno completamente. Dos los dejé “aparcados” porque tienen ejercicios y eso “me quita mucho tiempo”: “El camino del artista” y “El test de la pasión” (en España se llama diferente, este me lo prestó una amiga argentina). El tercero lo encontré la otra noche ojeando la biblioteca de mi madre. Como cada noche, me cuesta muchísimo dormirme porque estoy dándole vueltas a cómo resolver todos los problemas del mundo, de mi familia, mis conocidos, los míos (ya saben, el trastorno que les dije antes) y, de media, me vengo quedando dormida sobre las tres de la mañana: “La ley de la atracción”. Seguro que a muchos les suena. Básicamente te dice (voy por el principio) que tanto los pensamientos positivos como los negativos, atraen más de lo mismo. Esto me aterroriza: si este trastorno que tengo, que se llama TOC, hace que me vengan a la cabeza lo que se conoce como “pensamientos intrusivos” (llamados así porque no puedes controlarlos y vienen sin motivo en cualquier momento) y son las más horribles pesadillas que puedas imaginar pero estando despierto, dormido, a todas horas… ¿significa eso que mi vida va a ser así siempre porque no puedo controlarlos? Intento, de verdad intento, ser positiva, pero si vieras a tu gente querida y a ti misma como en una película de lo más realista sufriendo lo que no quiero escribir, a todas horas, en todo momento, por cualquier movimiento que hagas pensando que si haces una mala elección eso determinará su futuro (sí, no es lógico y es una locura, pero es lo que ocurre en la mente de los que padecemos esto) ¿podrias ser positivo? Mi mente no va bien, no funciona bien. Estos libros me dicen que no debo usar el “no”. Ahora mismo, al escribir esto, según el libro, estoy creando mi realidad…
Yo sólo veo mis sombras, casi todo el rato. No sé cómo hacer, no sé cómo organizarme, no sé cómo vivir…
P.D.: perdón por el rollo pero tengo un batiburrillo en la cabeza y quería soltar un poco. Lo que quería decir es que intento aplicar todo lo que veo como un rayo de esperanza, pero ¿cómo hacen para hacerlo todo? ¿cómo se organizan?
Hola guapa,
Yo, llegué un momento que di o vendí casi todos los libros de auto ayuda, me quedé con los pocos, 1 o 2, que me habían aportado realmente algo. No es cuestión de leer mucho e intentar aplicar mucho y rápido, no creo que eso funcione nunca. Veo más importante aprender a conectar con uno mismo, a escucharse, respetarse, a sentir el dolor y no huir. La meditación es muy buena para esto.
Un beso y ánimo
PD: pasa de La Ley de la Atracción
Hola! En cuánto te he leido, he sentido la imperiosa necesidad de hablarte, de conectar contigo, porque me he sentido en parte identificada con tus circunstancias. En estos momentos, estoy en una situación parecida a la tuya. Yo también tengo ansiedad y un millón de pensamientos que divagan por mi mente. Los míos son de todo tipo, ideas, proyectos, pensamientos negativos, sentimientos de angustia no específicados,….En mi caso, cómo me he dado cuenta de mis carencias emocionales, mi inseguridad, mi baja autoestima,..me he obsesionado con ello, y cómo tu, empecé a leer un montón de artículos, blogs, hacer cursos por internet, libros, y ese creo que es mi problema, si sigo obsesionada, haciendo mil cosas (o queriendolas hacer) pues sigo con el mismo problema, la ansiedad y el no centrarme en mi misma de verdad, en no vivir el aquí y ahora, que es lo que realmente existe. Comparto contigo lo que yo he hecho, no se si a ti te servira, aunque espero que te ofrezca algo de luz. En primer lugar he comenzado con pensar que no por hacer más cosas va a ser más útil, con lo que decidido seleccionar que me llama o me apetece más leer o hacer en este momento y dejar lo demás. Cómo eso puede suponer para los que somos pensadores un problema (se te queda dando vueltas por la cabeza), pues he cogido una estrategia que he encontrado de mentalidad productiva y la estoy haciendo. Se trata de vaciar la mente en un papel, es decir, apuntar todo lo que te preocupa, tus ideas, objetivos, proyectos, sentimientos actuales y así que dejen de dar vueltas. Después he hecho un listado de todos mis proyectos (en plan: pintar mi salon, mejorar mi estado fisico, conocerme mas y mejor,…) y luego los he ido desgranando por acciones, contra mas concretas mejor (comprar la pintura, comprar la cinta protectora de esquinas, rascar la pared,…). Luego, cada día por la mañana, se trata de tormarte 5 minutos en visualizar como quieres que sea tu dia hoy, decidir en que acciones concretas vas a centrar hoy tu foco de atención, que vas a hacer y hacerlo. Por último, a final de semana, tomate otros cinco minutos para revisar la semana, lo que has hecho y lo que no. Si te has enfocado hacia donde quieres ir o no, esto permite reconducirte. A mi me funciona, es una manera de dejar de pensar mucho y de hacer poco, y encima tener la horrible sensación de que no llego a todo, y sentirme culpable y frustada. Si quieres pruebala. Ah y también he acudido a una profesional que me ayude, creo que a veces es necesario un empujoncillo.
Un abrazo,
Carmen
Felicidades Deb! Vaya currada de post. Has dado un gito muy importante en tu vida, o por lo menos yo lo siento así, y me gusta ver que vas evolucionando al mismo tiempo que yo..Supongo que todas las que te leemos formamos parte de una comunidad, y esa comunidad va avanzando, y buscando y encontrando, y este pequeño lugar que compartimos contigo nos permite descubrir experiencias no solo tuyas sinó además de todas las que comentamos. Gracias por abrirnos las puertas a tu espacio. Besos a todas.
Me ha encantado la imagen que describes al final. Es exactamente eso… Y solo podemos hacerlo nosotras.
Un abrazo!
El caso es que el último párrafo me recuerda mucho al final de la primera meditación de “El Ideatorio”…(recomendable al 100%). Y me ha hecho sonreír…Gracias Deb porque tienes esa curiosa habilidad de aumentar el espesor de mi película lacrimal en ciertos momentos, que no siempre viene bien al ego pero si al alma. Por cierto, recomiendo llorar para disminuir el estrés. Eliminamos adrenalina a través de las lágrimas…??…Ánimos chic@s!
Enhorabuena por el post Deb!
Gracias de nuevo por la luz, que a mí por lo menos me transmite cada cosa tuya que leo!
Un abrazo a tod@s!
Qué bien explicado todo… Hace unos meses comprendí por fin eso de “lo que no te gusta u odias de los demás, es mucho más cercano a ti de lo que crees”… Comprendí por fin que esas cosas que me molestan, son las cosas que me molestan de mi misma.
El verano pasado, hace ya más de un año, gracias a los cuatro bichillos con los que vivimos, las flores de Bach y mi maestra en terapia felina (y mi pareja, por supuesto), toqué fondo, vi lo oscuro, me vi… y me odié. Me sentí nada, menos que nada, insignificante, porque descubrí que era o había sido el reflejo de lo que otros me habían proyectado. Pero lo peor de todo, es que entendí que muchas de esas cosas, ni siquiera las pensaban esas personas, me las había inventado yo. Me sentí el ser más repugnante e insignificante de la tierra….
Lo mejor fue que más abajo ya no podía ir, solo me quedaba empezar a trepar por las resbaladizas paredes de ese pozo.
A día de hoy me queda mucho camino, pero por fin estoy empezando a verme de verdad. A veces sin querer, la mente que hace de las suyas, me sigo poniendo trabas e intento negar lo que soy o lo que debo hacer… pero cada vez brota la verdad más fuerte.
Voy a mirar todas las herramientas que comentas, porque seguro que aportan algo más de luz en este camino. Mil gracias por compartir tu experiencia.
He de reconocer que siempre he sido bastante escéptica y de alguna forma relacionaba la astrología con la venta de ilusiones y esperanza en situaciones difíciles, y que sentía rabia al ver muchas veces en televisión y en revistas cómo “se aprovechaban” de las desgracias ajenas y el sufrimiento para ganar dinero a su costa. Tampoco creía en el horóscopo “esto es tan general que vale para cualquiera” pensaba. Si me gustaba lo que leía aceptaba el consejo o la idea de que algo bueno pasara, si no, no.
Sigo sin creer en esa gente, pero hace tiempo empecé a pensar que quizá los astros, por su energía, de la misma forma en la que nos afecta un día de lluvia o uno de sol, puede tener en nosotros más influencia de la que imaginaba. Y fue una chica que conocí en un campamento al que me fui como voluntaria la que hizo que empezara a plantearme esa posibilidad. No me conocía de nada, y después de saber mi fecha de nacimiento me soltó algo como: “ahm, acuario, eres un signo de aire”. -“¿Cómo de aire?¿Pero no es de agua?”. Ya ves tú la idea que tenía yo de astrología por entonces… Y entonces empezó a decirme más cosas sobre mi carácter que me dejaron boquiabierta. Parecía conocerme más a fondo que muchas de las personas que estaban en mi entorno. ¿Cómo era posible?
A raíz de ese hecho empecé a investigar y llegué a la conclusión de que algo de cierto tenía que haber en eso de la astrología. He buscado mi carta astral en internet gratuita por curiosidad, pero no me he atrevido a gastarme dinero. Siendo una novata, ¿cómo saber que la fuente que me daba la información era de fiar? Supongo que simplemente no he dado con la persona idónea para hacer el estudio…o bien que yo no estaba preparada para escuchar lo que tenían que decirme. Ahora no descarto autoregalarme la lectura por Reyes o por mi próximo cumpleaños. Gracias por la idea :)
Hace tiempo descubrí investigando todo este tema una página que se toma la astrología un poco a “broma”, o digamos que saca su lado más divertido, pero hay mucho de verdad en lo que se dice. Pone a lo distintos signos en una situación comprometida y estudia las distintas reacciones, plantea cuestiones del tipo, ¿cómo reaccionaría cada signo al quedarse encerrado en un ascensor? A mí me hace gracia leer las situaciones y sentirme identificada con mi signo. Otros artículos son algo más serios, pero vamos, que en general la visión de la astrología en esta página es algo diferente a lo que estamos acostumbradas. Te dejo el link por si quieres echarle un vistazo y entretenerte un rato ( y no, no los conozco ni me dan nada por recomendarla :P): http://horroroscopo.net/
Hola!!!! Me encanta la Debsletter y los comentarios!!! Por si me lees Beatriz GM, me gustaría apuntar que no es que la energía de los astros nos influya, es que somos una parte de ese sistema, y nos movemos con él, es por eso que cuando leemos una carta astral “vemos” a la persona, leemos o traducimos ese momento, del sistema solar. No es físico. Trasciende a la física.
Gracias, gracias, gracias por darle una oportunidad a la astrologia.
Gracias por el aporte Consuelo. No lo había visto así, y de alguna forma, tiene sentido lo que dices . Cómo Deb, estoy en pañales en lo que a este mundo se refiere… Curiosidad no me falta, así que seguiré investigando :)
Eres, o la expresión exacta sería me pareces, muy, muy, muy valiente.
La sonrisilla que se me ha puesto cuando has comentado que te hiciste la carta astral, yo decidí hacérmela hace un par de años (también en cosmograma) y fue muy muy reveladora.
Esta nueva temporada mola, que lo sepas :)
Tengo una bandeja de entrada en el mail que se llama Blogs Lindos, donde me llegan todas las nuevas entradas de los blogs que sigo, entre ellos el tuyo. Pero no por casualidad el único que me interesó el día de hoy fue el “asunto” de tu post, ya que te cuento que estoy en un proceso similar. Toqué fondo y me asusté con un problemita de salud ginecológica que por suerte no fue nada, temí dejar a mis hijos sin mamá y el tema de mi “peso no deseado” ya me superaba. Comencé leyendo el libro “En cambio”, de Estanislao Bachrach, un neurocientífico argentino que trabajó en USA durante varios años, que habla de cómo formamos redes neuronales cada vez más fuertes que crean tanto hábitos buenos como hábitos malos. Luego otro neurocientífico argentino, Facundo Manes, con el libro “Usar el cerebro”. Luego comencé a escuchar al Dr. Albertó Martí Bosch en youtube sobre los beneficios de la alimentación alcalina y la acidez como causa de casi todas las enfermedades, sobre todo el innombrable cáncer. Y como una catarata comencé a comprar libros en Amazon acerca de la ley de atracción que no habla ni más ni menos de que todos somos parte de este universo y estamos conectados y que los biólogos, a diferencia de los fisicos y los químicos (en menor medida) todavía no se adentraron en el estudio de algunos fenómenos a nivel atómico y subatómico (todos componentes de nuestro cuerpo y nuestro universo) y que el día que lo hicieran encontrarían muchas más explicaciones del funcionamiento de nuestro cuerpo/mente de lo que ahora pueden explicar. Lo que para los físicos ya es parte de su nuevo paradigma, la física cuántica, para los biólogos no existe todavía. Finalmente estoy descubriendo los conceptos de “bioneuroemoción” a través de Enric Corbera (que en Argentina ya tendrá una cátedra en la Facultad de Medicina de la Universidad de Rosario) y los de análisis de Proyecto y Sentido, y Análisis Transgeneracional también con Pablo Almazán y su página web http://www.humanopuente.com.ar. El Proyecto y Sentido tiene que ver con la idea que nuestros padres tenían para nosotros al momento de concebirnos y eso nos marca terriblemente. Y el Análisis Transgeneracional se mete en la historia de nuestro clan, nuestro árbol genealógico, buscando explicaciones de algunas de nuestras conductas en patrones neuronales o reacciones o problemas que han tenido nuestros padres, abuelos, bisabuelos y que se “heredan” al igual que los genes. Todo hasta que lo descubrimos y podemos hacer una relectura de todo lo que somos y los que nos rodean. Por último, una ponencia muy interesante en los eventos TED:
http://www.ted.com/talks/jim_al_khalili_how_quantum_biology_might_explain_life_s_biggest_questions
Muchos abrazos a tod@s desde Argentina y especialmente a vos Deb! Me encanta que seas tan real, tan humana, tan sincera, tan auténtica, en este mismo espacio en el que sos una especialista en el mundo bloguero y de emprendedores. Cariños!!!!
Hola Deb¡¡¡ Muy bueno tu artículo, y me he sentido muy identificada. Cuando tu hablas de la “sombra” yo le llamo mirarse al espejo. Hace unos años empezé a ir a una psicologa, maravillosa por cierto, porque venia arrastrando un problema de salud desde hace años, y en mi mas profundo interior yo sabia que su raiz eran problemas emocionales. Con la psicóloga fui trabajando y descubriendo que todo venia de la infancia y pudimos empezar a profundizar, y por eso yo le llamo mirarse al espejo, porque tienes que mirarte de verdad, mirar lo que no quieres ver, y tienes que empezar a trabajar sobre todo aquello que te impide avanzar. Te puedo decir que esa enfermedad que tenia fue desapareciendo poco a poco y para mí ya no existe, aunque a veces tengo episodios esporádicos, para me ayudan a darme cuenta que algo no estoy haciendo bien.
Este año he estado enferma con una baja laboral por ansiedad y estres laboral, y he vuelto a ir a esta psicóloga, y de nuevo estamos buceando en mi interior para averiguar porqué no me puse limites en el trabajo y para ayudarme en mi nueva etapa laboral, porque he hecho un cambio de vida radical a raiz de todo lo que he pasado. Bueno, que sepas que te comprendo perfectamente, y que admiro tu valentia en reconocer que tienes sombras, porque casi nadie quiere reconocer que existen, porque vivimos en un mundo muy “happy” y lo oscuro no está bien visto.
Un abrazo desde Barcelona.
Yolanda
Buenas! Me encanta el giro que has dado. Ya te seguía con admiración pero ahora…guauuuu!!
Yo tb era una escéptica y ahora soy la friki de lo místico en todos mis círculos. Yo me inclino por el yoga y las constelaciones familiares, aunque esto último aún me da miedito….
Voy poco a poco, ahora estoy perdidita en la vida, sobre todo profesionalmente. Hace unos meses que fui mamá y olé. ..esa si es una buena terapia jejeje
Un abrazo
Con esta nuevo planteamiento me estás haciendo pensar un montón sobre cómo conocerme mejor, hice el eneagrama en su momento con el Ideatorio, pero creo que lo retomaré de nuevo.
Un besito Deb, gracias por compartirte con nosotras!
Hola Deb, te has leído el libro Mujeres que corren con los lobos? La autora es una analista junguiana, creo que Jung es quién acuñó el término sombra. Es como un viaje al interior de la persona. Es un camino difícil de hacer y Clarissa Pinkola Estés te va conduciendo a través de cuentos.
A mí el eneagrama me apasiona, he leído mucho, pero me gusta más el enfoque de Claudio Naranjo. Me parece que ayuda más a crecer. Creo que va más a las razones de nuestro comportamiento, no sólo a detallarlo.
Un abrazo!
Verónica
Hola soy Viki: Desde hace días te voy siguiendo, y si , llevas muchísima razón.
Tengo un centro de belleza dónde no solo trabajo la belleza exterior .Para mi lo más vital es encontrar nuestra belleza interior .
Entiendo perfectamente lo que dices, yo estoy precisamente en ello. Aceptando mi lado oscuro.
Espero llegar a amarlo aunque sea un ratín cada día de mi vida.
Un saludo y un abrazo desde Zaragoza.
Deb, quisiera escribir como tù lo haces. Me encanta la forma en que expresas en palabras tu sentir, tan tuyo, tan ìntimo y al mismo tiempo, tan entendible.
A mi lo que me hizo hacer consciencia de mi sombra y trabajar en ello, ha sido el convertirme en mamà y, aunque no sea tu caso, me pude reflejar en tu relato. Y sigo “perdida”, explorando.
Gracias por compartir, por tu valentìa, por tu claridad.
Deb, cómo se llama tu terapeuta? Me interesa!
Me he quedado literalmente “tiesa” al leer tu artículo. De hecho, no hace aún ni una semana que descubrí a Borja con el eneagrama y ahora tu lectura me llega como otra señal . De las que ya no me asombran, ya sé que están ahí porque debían estar en mi camino de autoconciencia. Me ha encantado tu artículo y de alguna forma pienso que avanzo, paralela también, por esta senda. Gracias!!
¡Hola Deb! Soy una fiel seguidora, GRACIAS por tus artículos que me resuenan, me ayudan y también vuestros comentarios, ahora en especial, por ser un momento de CAMBIO en mi vida.
Después de años y aplicar diferentes terapias (Humanista, Gestalt, Eneagrama, Tomatis), llega un día que por auto-engañarme, la vida me obliga a parar: ¡TOCO FONDO! (psicológico) todo ¡¡ un REGALO!! ahora así lo siento, he pasado de VICTIMA a tomar mi poder y responsabilizarme.
Gracias a mis terapeutas que con su método (compendio de terapias biológicas y energéticas) eficaz y rápido, he llegado al origen en mi inconsciente de la causa de mi bloqueo ya lo he liberado.
¡¡ ANIMO!! a todas y así seguimos ¡¡AVANZANDO !!
En sintonía total, me encanta el post. Cuando identifiqué mi eneagrama, me puse a llorar como una magdalena. Gracias.
Hola! Lei el articulo y me sentí bastante identificada. No conozco el eneagrama, voy a investigar un poco, pero se bastante de astrología.
Bueno, yo creo que de algún modo, ese lado oscuro que poseemos, es el subconsciente, que apenas podemos vislumbrar, porque nos aterra descubrir lo que en realidad somos o deseamos. Es un tema apasionante, lo mismo que lo esotérico. Estoy bastante desilusionada con el mundo actual, no me ha brindado lo que necesitaba, y lo que pude rescatar lo hice con gran esfuerzo y búsqueda de mi parte. Por suerte, revisando librerías, luego de meses y meses, encontré un autor especial, Rudolf Steiner por el cual fui descubriendo un mundo dentro de este mundo, que convive con nosotros constantemente, explica la muerte, la vida, las enfermedades físicas directamente relacionadas con el karma de una vida anterior, la historia de la humanidad, la medicina (Weleda), la pedagogía (escuelas Waldorf), etc. En fin, este hombre brindo miles de conferencias, que están plasmadas en cientos de libros. Respecto a las enfermedades, hay varios, por ejemplo, “Las manifestaciones del Karma”, ” El Misterio del Doble”, “Medicina Geográfica”, etc.
Hola Deb,
Estoy en este artículo tuyo después de que Andrea, de Lápiz Nómada, me comentara que hablaste sobre la Astrología (y yo, que estoy suscrito a la Debsletter, todavía no lo había visto).
El caso es que hace unos meses fui a hacerme la lectura de mi carta astral (también en Cosmograma) y aluciné.
Nunca me habían llamado la atención los temas esotéricos (de hecho, siempre estuve en contra de la astrología y todo lo que oliera a esoterismo), pero desde que descubrí a Borja Vilaseca y el Eneagrama (yendo incluso a su curso presencial), me empecé a abrir a la espiritualidad.
El año 2016 fue de una saturación brutal de sufrimiento y de una sensación de soledad tremenda, pero también de apertura a lo desconocido y de cambio de paradigma, de probar cosas nuevas.
Después de la lectura de mi carta y de meses meditándolo profundamente, me animé a estudiar esta milenaria herramienta de autoconocimiento.
Me sentí muy raro e inseguro al dar el paso (tengo triplicidad en agua y “sólo” 26 años, así que puedes imaginarte el panorama con la gente de mi edad, la mayoría “apenas ha sufrido”). Aún y así, me alegra haber seguido la llamada de mi voz interior porque veo mucha verdad en la herramienta.
Desde que te vi en el grupo de facebook de la formación online de Cosmograma te quise escribir, pero aún no lo había hecho y ahora sí, aquí estoy :)
Eres una valiente abordando un tema tan fascinante (y aterrador) como es el de la sombra. Pronto yo también hablaré sobre ello en Ruta Kaizen, que tengo ganas de meterle mano :)
Un fuerte abrazo Deb, es un placer leerte y hacer “Mi Diario” (conectas mucho con los tíos sensibles)!
Justo hace dos meses que me di de alta en la Debs Letter y creo que es de las mejores cosas que he hecho últimamente. Cada vez que te leo, algo en mi hace click. Muchas gracias por ser tan generosa y escribir tan bonito. Un abrazo!
Muy buen articulo ! Me siento identificada con muchas de las cosas que mencionas aquì porque actualmente las estoy viviendo.
Respecto a la astrologia te recomiendo el canal de Miastral https://www.youtube.com/user/miastralservicios porque gracias a esa chica que explica de una forma muy dinamica todo lo realacionado a ese tema, es que logré entender muchas cosas a nivel de energias cosmicas.
Te envio un gran abrazo y te deseo mucho exito en tus proyectos.
Saludos