Si quieres vivir agobiada, haz multitasking

trampas

 

A veces creemos que podemos con todo y que el mito de la superwoman que está guapísima, lleva su casa al día, una empresa que funciona, una familia estupenda a cuestas y una vida social de lujo se ha hecho realidad en nuestras carnes, pero lamentablemente no suele ser verdad. Ni falta que nos hace.


Lo intentamos, pero no llegamos a todo. Lo intentamos muy fuerte haciendo un millón de cosas a la vez y teniendo la cabeza en todas partes mientras tratamos de tenerla donde toca en el momento, pero no nos sentimos satisfechas. Siempre parece que tendríamos que estar esforzándonos más.

 

Dicen de las mujeres que somos mundialmente populares por poder hacer muchas cosas a la vez. Y nos reímos de la supuesta simplicidad masculina que se enfrenta a una cosa y después a otra y se le cruzan los cables si trata de hablar por teléfono y terminar la cena a la vez.


En todo caso, a mí poder hacer muchas cosas a la vez no me parece una ventaja, me parece una desgracia.

 

Y disfrutar con ello es un autoengaño clásico de las que queremos tratar de llegar a todo y hacer siempre más, otra pirueta más, el más difícil todavía, ahora con una mano acaricio a mi gato, con la otra tecleo, mientras tanto voy haciendo una videoconferencia y pensando en los presupuestos del próximo trimestre y trato de hacerme un moño arreglao pero informal sin que nada se vea afectado. Yo puedo con todo.

No es verdad (ni posible), pero es un retrato muy de mujer de hoy en día. En algunos casos podríamos cambiar gato por bebé o taza de café alternativamente y terminar con café sobre teclado o gato enfadado porque en realidad estás pasando de él y acariciándole mecánicamente.

Los emprendedores —machos y hembras y cualquiera que tenga su propia empresa— en general somos muy propensos a multitaskear (o sea, hacer multitarea), porque hay siempre mucho que hacer y poco tiempo para hacerlo. O eso nos gusta creer.

Algunos le han pillado el gusto a vivir con la angustia del no llegar a todo y parece que no se sienten realizados si no van siempre ahogados tratando de hacer montones de cosas a la vez y haciendo que el día les cunda más que al resto de los mortales. Pero al final, para todos el día tiene las mismas horas y me pregunto: ¿es necesario ese nivel de tensión?


Y es que más no es más, yo diría que cuando hablamos de multitasking, más equivale a peor. A más atención dividida más posibilidad de errores, más estrés, menos concentración, menos disfrute, menos trabajo bien hecho y oh sorpresa, más lenta vas.

 

Leí en alguna parte que se había hecho un estudio (siempre se hacen para todo lo que necesites contar, son la bomba) en el que se estimó que la gente asalariada en el trabajo era interrumpida como mínimo cuatro veces por hora. Y no solo eso, sino que una vez interrumpidos era poco probable que volvieran a retomar la tarea que hacían antes de la interrupción. Se encontró además que cuanto más exigente fuera lo que les tenía enfrascados menos posibilidades de retorno a ello tenían si algo les distraía y les sacaba de su concentración.

Vamos, que si una interrupción te hace perder foco (¡con lo difícil que es conseguir foco y momentum ahí en tus labores, malditos interruptores!) imagínate lo que tiene que ser que ni siquiera puedas hacer nada con foco porque estás haciendo siete cosas.


Y no me refiero al retrato de broma que he hecho antes, me refiero a ti, a tu pantalla de ordenador ahora mismo. ¿Cuántas ventanas y pestañas tienes abiertas? ¿Cuántos mails, privados y whatsapps te han entrado mientras me estabas leyendo y cuantas veces has parado de leer para atenderlos? ¿Cuando te pones a hacer algo, cierras todo lo demás o vas yendo de un lugar a otro?

 

Ojito que no te estoy señalando con el dedo como si fueras culpable de un crimen que nadie más ha cometido, simplemente hablo de lo que me suele pasar a mí a no ser que me ilumine y le ponga freno. Es mi piloto automático.

A no ser que me pilles un día raro tengo al menos cuatro programas abiertos, más todas mis direcciones de mail más al menos una red social y quizás incluso tenga un par de capítulos de alguna serie cargándose en la recámara para cuando me canse, y veinte pestañas con artículos, cosas que quiero leer, enlaces a los que he clicado y demás. Y los perros y los gatos y el cari y el teléfono (que en mi caso no suena mucho porque lo odio) cada uno con sus necesidades. Y aún me parece poco, soy consciente de que mi vida profesional y personal es bastante relajada, no quiero ni pensar en trabajos que he tenido o en los que tendréis vosotras, específicamente esos en los que la gente usa todo el rato la frase más odiosa del planeta: "lo quiero para ayer".

Si quieres trabajar mejor, lo primero elimina del mapa a todo el que pronuncie esa frase o dedícale una mirada fulminante que lo deje frito, "si lo querías para ayer ya no hace falta que lo haga, ¿no?".


Luego, puedes probar lo siguiente, que es simplemente lo que trato de hacer yo cuando tengo mucho trabajo y varios frentes abiertos. Porque no hay nada de malo en llevar varios proyectos a la vez, pero a la hora de trabajar, enfréntalos de uno en uno.

 

  1. Hago listas de tareas para diferentes temas, no mezclo asuntos distintos en la misma lista. Cuanto más agrupo, mejor, porque así puedo empezar a trabajar en bloque. Me organizo el día en bloques según lo que tengo que hacer, hago una estimación de cuanto puedo tardar para cada bloque o cuanto le voy a dedicar y añado un tiempo extra para imprevistos o retrasos. Y para no ir con el petardo en el culo. Lo odio.

  2. Lo primero del día suele ser la tarea más importante que quiero completar. La decido el día anterior, la organizo mentalmente antes de ir a dormir y la hago en cuanto he terminado mi rutina mañanera. Luego atiendo a todo lo demás, y deja los mails y las redes o las cosas poco densas para última hora del día (y si tengo mogollones, marco pequeños periodos a lo largo del día para responder lo urgente).

  3. Trato de tener algo para tomar notas de lo que se me vaya ocurriendo que no tenga que ver con el bloque en el que estoy trabajando. Otras ideas que salen, nuevas tareas que se me ocurran, lo que sea. Suelo usar Evernote porque los papeles los acabo perdiendo y por suerte en el ordenador todo queda grabado. Cuando trabajo en una tarea, bloqueo todo lo demás. Esta es la idea, no siempre lo consigo, pero es la idea. Trato de no distraerme, concentrarme y no parar hasta que no he terminado. Si algo me interrumpe, me fuerzo a volver a recuperar la concentración. No siempre puedo, no pasa nada.

  4. Cuando acabo con un bloque, reorganizo el resto en función del tiempo que me queda. Hago una pausita: voy a mimar a los animales o al cari, salgo a ver las hierbitas del campo, me tomo una cerveza... hago minipausas entre cosa y cosa pero intento que no sean pausas de ordenador (¡porque acaban llevándote a enredarte en otras tareas!). Cuando se me va la concentración y necesito que vuelva, trato de hacer algo físico. Doy unos saltos, bailo un poco, me voy a pasear, me pongo a cantar muy fuerte (este es mi preferido últimamente)... Es una manera de sacudir la mente, subir adrenalina y poder volver a un estado relajado en poco tiempo.

El caso es que te garantizo que si haces una sola cosa cada vez rendirás más y mejor y además te sentirás setenta veces más productiva. Así que si quieres acariciar al gato siéntate en el sofá con el gato y póntelo encima y usa las dos manos y dile cosas bonitas y mírale mientras le hablas. Él lo agradecerá más, tú lo disfrutarás más, vuestro amor será más grande.

 

Con tu negocio es lo mismo, no dividas la atención en veinte frentes mientras te dedicas a él.

Una cosa cada vez y todos (tú, tu cari, tus animales y tu empresa) mucho más felices.

Esto es lo que trato de hacer yo con mi vida y mis proyectos, pero como cada una es un mundo, te animo a encontrar tus técnicas propias. ¿Disfrutas con el multitarea realmente? ¿Has probado a hacer una sola cosa cada vez? ¿Cómo te organizas cuando tienes más cosas que hacer que tiempo para hacerlas?

Un abrazo,

 

 

 

Envío los Apuntes, en privado, una vez al mes. 

Si quieres recibirlos, deja tu correo (y si no, tan amigas).